Despertó con el constante pitido de su despertador, se removió sintiendo los brazos del más bajo envolverle fuertemente, el conejo de peluche era estaba completamente aplastado entre ambos, con apenas una pata afelpada a la vista.
Dio un bostezo mientras retiraba, como otras veces, los brazos del menor de su cuerpo; Ahora que Shouto había tomado cierta altura y peso se le hacía más difícil poder desenredar los brazos del niño de su cuerpo, aún más cuando parecía insistir en aferrarse como ahora, en donde las uñas se le clavaban a la ropa.
—Shouchan —Llamo con la voz adormilada, las orejas del otro se movieron captando el ruido aunque el menor no hacía amago de despertarse —Shouchan tengo que alistarme —movió el cuerpo a su lado con algo de dificultad por la posición, un leve gruñido por parte del otro le hiso soltar una risita —Sí Shouchan no me suelta no le dejare darme besos —Susurro en el odio del otro, notando como las garras se contraían y el meno abría levemente los ojos, viéndole con el ceño fruncido.
—No es justo —Murmuro gruñón el bicolor, mientras dejaba ir al otro.
—Lo siento Shouchan, pero tengo clases —Sacudió los cabellos de forma cuidadosa antes de hacer a un lado las sabanas y levantarse, asegurándose de cubrir al otro.
—Izuku —Le llamo desde el calor de las colchas.
—¿Qué ocurre Shouchan? —Se acerco al otro para escucharle, viendo cómo se incorporaba tomando asiento en la cama —¿Qué...? —Un suave beso le callo, ahora durando más de lo que espero el peliverde, sintiendo el calor aglomerarse en sus mejillas.
—ten un buen día —Murmuro al separarse, dejándose caer en la cama volviendo a taparse hasta la cabeza, envolviéndose con el aroma de aquella cama.
Izuku se quedó ahí, de pie, con los ojos como platos y un sonrojo que abarcaba hasta sus orejas. Agito la cabeza sintiendo un leve revoloteo en su estómago, tomo su uniforme y salió del cuarto, ahora solo debía centrarse en el examen que tenía y no lo agradable que fue el beso de Shouto.
El desayuno fue silencioso, traga la comida, su madre le regañaba al verle que ni masticaba el pan que tragaba con ayuda del jugo de arándanos. Al terminar se despidió apresuradamente de su madre, corriendo hasta el recibidor.
—¿No vas a despedirte de Shouto? —Pregunto su madre asomándose por el marco de la puerta.
—Y-Ya me despedí de él, tranquila ¡Ya me voy, que te vaya bien! —Dijo terminando de calzar sus zapatillas, amarrar la bufanda y salir mientras cogía su mochila, colgándolo a su hombro.
Corrió por las calles, no es que fuera tarde, pero necesitaba el ardor en sus piernas para olvidar la cálida y extraña sensación de los labios del otro en aquel beso, un beso más largo que los otros, más duradero y codicioso, sacudió su cabeza llamando la atención de los transeúntes a su alrededor.
Llego jadeando, apoyándose en los casilleros, algunos de los estudiantes que estaban ahí cambiando su calzado o solo conversando entre ellos lo miraban como si le hubiese salido una segunda cabeza.
Cambio sus zapatos sintiendo las piernas resentidas por su carrera, su garganta ardía horriblemente y el dolor en sus piernas era punzante. Se fue arrastrando los pies hasta el salón, había llegado extremadamente temprano.
Su salón normalmente medio repleto cuando llegaba ahora contaba con uno o dos estudiantes, Mina quien vivía bastante cerca de la institución y Yaoyorozu normalmente era dejada por un auto y recogida si es que no salía con Kyoka o alguna de las otras chicas.
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Hybrid Pet -Tododeku-
FanficUna caja sospechosamente grande fuera de su puerta fue el comienzo de toda la calvario. Izuku, un estudiante en tercer año de preparatoria, a solo días de graduarse se encuentra una caja a las afuera de la puerta del departamento que comparte con su...