-Capítulo 35- ¿Shouchan?

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Podía escuchar la suave respiración de Izuku a su espalda, el reloj en la mesa de noche y algunos autos lejanos. No era capaz de dormir, su mirada permanecía perdida en un punto muerto. Las palabras de esa tarde rondaban por su cabeza constantemente, ese día Inko no volvió a hablarle a ninguno de los dos más de lo necesario, el almuerzo y la cena fue un momento incomodo entre ellos.

Y todo nuevamente era su culpa.

Izuku lo dijo tantas veces, pero él lo sabe, sabe que todo eso es su culpa ¿de quien más? El insistió desde un inicio y Izuku cedió. Si no se hubiese enamorado de Izuku nada de esto hubiese ocurrido, el provocó esto, el provocó que Inko eh Izuku se pelearan...

Dando una mirada por sobre su hombro reviso si Izuku estaba completamente dormido. Viendo la suave respiración y el pecoso rostro completamente tranquilo, perdido en el mundo onírico. Volvió su vista hacia adelante frunciendo el ceño.

Deslizándose entre las sabanas con cuidado se levanto de la cama. Se acercó al escritorio buscando entre los papeles que tenia Izuku. Hojas y hojas esparcidas fueron el resultado, pero había conseguido lo que quería. En su mano un post-in amarillo con una letra bastante delicada, el suave olor casi imperceptible le indicaba que había sido escrita por su hermana mayor.

Un número telefónico, pero lo más importante, una dirección.

No sabia realmente como leerla apropiadamente, pero podía guiarse preguntando y viendo las señaléticas. El nombre de la calle no le sonaba, pero debía estar en la ciudad.

Tomo una respiración onda disfrutando del olor impregnado en el aire. Se acerco hasta el armario, saco algunas prendas que le quedaban un tanto grandes a Izuku, la camiseta a su suerte le permitía envolver su cola en su torso sin problema, los pantalones si bien estaban un tanto apretados no eran en lo absoluto incomodos, la ropa interior y los calcetines tuvo que tomarlos prestados del otro, al menos tendría parte del aroma de este envolviéndole, no se sentiría tan solo.

Tomando por último una chaqueta que el propio pecoso le había regalado, vistiendo la prenda que le abrazaba cálidamente, cerrando la cremallera hasta la mitad de su torso. Estaba casi, casi completo. Entre el resto de las prendas que Izuku había dispuesto a su persona se encontraba lo último que necesitaba, un gorro de lana negro que le permitiría a ocultar sus orejas de la vista de la gente.

Ya con sus rasgos animales ocultos y completamente vestidos le dio un último vistazo a Izuku. Calmado, sin problemas en su mente, durmiendo pacíficamente, así es como debió ser desde un principio. Sus ojos fueron hasta la mesa de noche donde descansaba en conejo de peluche que le había regalado Izuku, recostado en la madera sin cuidado.

Se acerco tomando el peluche entre sus manos, le tela de este apestaba a sus aromas mezclados. Deposito el peluche a un lado del durmiente peliverde para luego acercarse con cuidado de no tocar la cama, besando los labios de Izuku en una silenciosa despedida. Ya había hecho demasiado ahora, iba a dejar tranquilo a Izuku para que siguiera su vida como se supone que debió ocurrir desde que apareció su hermana, sin ataques repentinos, sin momentos dolorosos ni vergonzosos, solo un pequeño cruce con alguien más.

Se incorporo sintiendo su pecho apretarse, avanzo hasta quedar de frente con la puerta de la habitación cerrada, su mano descansaba en el pomo, indeciso. Finalmente giro el pomo abriendo la puerta con cuidado, saliendo del cuarto, avanzando por el oscuro pasillo, parando en la puerta de Inko susurrando una disculpa a la pobre mujer.

Llego hasta el recibidor, había un par de zapatos, también de Izuku, que a pesar de que le quedaban un tanto ajustados le servirían para salir.

Se levanto del suelo después de calzar los zapatos con cierta dificultad, admitía que Izuku hacia ver fácil amarrar los cordones de un par de zapatos. Después de hacer algo que parece un nudo se levantó acercándose hasta la puerta, no llevaba un bolso como Izuku ni Inko-san, tampoco lleva dinero y no tiene ni remota idea de como viajar por las calles, aun así, prefiere perderse que seguir molestando a los Midoriya.

Al abrir la puerta sintió el frio viendo golpearle la cara, los ruidos del exterior aumentaron, las calles vacías le saludaron desde la distancia de la baranda. Cerro tras de sí, ahora sin vuelta atrás, guardo sus manos en los bolsillos y comenzó a andar hasta las escleras, con el papel en el bolsillo rozando sus dedos.

El pelaje de su cola rozando la tela y su vientre, sus orejas ahogadas bajo lana y los cabellos rozándoles le permitían no pensar en lo que estaba dejando atrás, en no pensar en todo lo que ah hecho y solo centrarse en irse, no quería pensar en Izuku ni su reacción, no quería pensar en Inko-san y su molestia con su hijo. Solo debía irse con su hermana y convencerla de que no le diga a Izuku.

No quiere pensar en cuanto preocupara a Izuku su acción, no quiere pensar en los malos momentos que pasara, todo será para mejor cuando se olvide de su persona.

El cielo se veía tan extraño a la vez que salió con Izuku, oscuro vacío de estrellas; las únicas luces visibles eran los faroles de la calle. Solo caminar, era lo único que tenia que hacer, caminar y sentir el frio en su rostro.




—¿Shouchan?



—Continuara—


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Realmente no tenia planeado actualizar dos veces este día, peroooo~ quería darles un regalito.


en fin,  aparte de agradecerles el inmenso apoyo que a tenido esta historia quería informar un par de cositas. la primera es que, básicamente estamos cerca del final, enserio, le quedan pocos capítulos, ya voy escribiendo los últimos.

lo segundo es que estoy trabajando en dos historias, una es yuri (Kyoka x Momo) y la otra yaoi (Katsuki x Izuku y quizás un poco de Tododeku) No tienen fecha de publicación, pero, quería dar esta pequeñita información.

lo siento sí es demasiado latero ¡Hasta el próximo sábado!

Hybrid Pet -Tododeku-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora