-capítulo 10- Tres semanas.

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Tres semanas, tres semanas desde que Shouto había llegado a vivir con los Midoriya, Tres semanas con Katsuki como tutor de Izuku y tres semanas donde Shouto no ha parado de crecer.

Al principio no era algo realmente llamativo, es decir, como todo niño Shouto crecería, pero ninguno de los dos peliverdes pensaría que sería un crecimiento tan presuroso como el que experimentaba el bicolor.

Sí bien cuando Shouto llego esté tenia el peso y la altura de un niño de cinco años, ahora Shouto era un poco más grande que un niño de siete años y a Izuku le costaba más cargarle o soportarlo en su pecho como antes. Durante la primera semana no fue tan exagerado, sí bien notaron que crecía continuaba con su tamaño, pero a eso de la segunda semana Shouto dio lo que llamarían un estirón, creció más de lo esperado durante esa semana.

Y ahora en la tercera semana Shouto ya estaba adquiriendo la altura de un menor de ocho años.

Las prendas ya no le quedaban, el bello en su pecho y espalda iba retrocediendo, volviéndose mucho más fino al punto de desaparecer, la cama de Izuku se había llenado de pequeños pelos blancos mientras eso ocurría obligándole a pasar diariamente la aspiradora por las sabanas y sus prendas.

Igualmente, dentro de esas tres semanas Shouto había comenzado a hablar mejor gracias a Mitsuki, quien encantada le enseñaba al menor a hablar correctamente, eh igualmente le enseño a leer de forma básica, la rubia estaba sorprendida de lo rápido que el menor había aprendido y estaba más que orgullo al ver que lo que ella hacia estaba rindiendo frutos.

—Shouto ¿puedes ayudarme a limpiar mi cuarto? —Pregunto Izuku mientras arrastraba consigo la escoba y balde para limpiar su cuarto.

—Esta bien —Bajándose de la cama y dejando el comic que Izuku le había prestado a un lado, Shouto se dispuso a ayudar en lo que el peliverde le pidiera.

—Muy bien...

Fue algo realmente entretenido, Shouto quería verse bien ante los ojos de Izuku, sobre esforzándose, tratando de levantar la cama, pero solo logrando levantar a duras penas el colchón, Ayudando a mover algunos muebles para barrer, llevando un poco atareado las sabanas y el cobertor al canasto para lavarlos.

Fue una hora para terminar de limpiar el cuarto del peliverde, ahora con sabanas nuevas Shouto giraba sobre estas, divertido Izuku le observaba desde la silla de su escritorio hasta que un timbre resonó desde el móvil de Izuku.

—Hum, es cierto ¡Te veo más tarde Shouto! —Se despidió del menor, quien intrigado le vio comenzar a arreglarse apresurado.

—¿Dónde vas? —inquirió viendo como el otro se arreglaba los desordenados cabellos como podía.

—Eh, perdón Shouto, pero quede con Kacchan para estudiar química, lo ciento, juro que mañana será un día solo para ti ¿bien? Te veo en la tarde —Se despidió dándole un beso entre los cabellos del menor.

En tres semanas, gracias a que Aizawa obligo a Katsuki a ser tutor de Izuku, ambos amigos de la infancia pudieron al menos recoger los trozos de la amistad que tenían y comenzar a rearmarla. Katsuki ya no era tan agresivo con Izuku o al menos no cuando estaban ellos solos, eh Izuku no bajaba la cabeza cuando Katsuki pasaba a su lado.

Tres semanas donde su relación a estado hiendo bien, rearmándose y volviendo a ser lo que era antes.

Izuku no podía estar más que feliz, siempre anhelo poder retomar aquella amistad de antaño, donde ambos se juntaban en el parque y vagan por los bosques en excursiones para cazar insectos, cuando usaban los juegos como base, cuando entre los frondosos arboles del bosque más cercando de la ciudad habían hecho su guarida secreta. Izuku en verdad atesoraba aquellos recuerdos, quería volver a tener esa amistad con el rubio.

Hybrid Pet -Tododeku-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora