Los problemas hay que afrontarlos con rapidez y la cabeza fría. Entre más vuelta le des al asunto, mas tardará en resolverse y yo no quiero que esta tipa siga rodando por el edificio y tocando el timbre de mi apartamento sin parar. Es por eso que decidí dejar pegado un papel en la puerta, con la dirección de mi cafetería favorita y pidiéndole que si no está ahí para las dos de la tarde, no vuelva aparecerse en mi vida.Ya que no tengo tanta suerte, la puerta se abrió faltando veinte minutos para las dos y la pelinegra apareció vestida de seda. Es bueno saber que aun tienen dinero para derrochar, así no tendrán que venir a pedirme a mí como si fuéramos la familia amorosa. Caminó hacia mí, con sus zapatos de tacón resonando en el piso de madera. Creo que Hollie tiene unos zapatos parecidos... Le pediré de favor que no vuelva a usarlos si quiere seguir causando erecciones en mi. ¿A quién engaño? La mujer puede lograr eso con solo aparecer en mis pensamientos.
—Gracias por permitirme hablar contigo, Nicolás —dijo la joven Ricci, sentándose en la butaca enfrente de mí.
—Lo que sea para que no vuelvas a aparecerte en mi vida –Di un sorbo a mi café helado con crema batida. Necesitaré mucha azúcar para sobrevivir a esta charla.
—No tienes por qué ser así conmigo, Nicolás —me reprochó la muy cara dura— Yo no te hice nada...
—Cierto, pero tu cara me causa repulsión y más aun en recordar a la vil mujer que te crió.
—Para ser un adulto, sigues siendo un inmaduro —Gritó con enfado, llamando la atención de algunas personas en la cafetería— Hasta yo, que soy 1 año menor que tu y que aun vivo con mis padres, soy más madura.
—Es lindo saber que tus padres te quieren, ¿no? —Le dije sin poder controlarme. Está molestándome mucho. Debí solo haber convencido a Marcus de que nos mudáramos, pero el imbécil no quiere dejar a su vecino, el compañero de copas— También a de ser lindo ser hija única.
—Yo siempre quise a un hermano mayor con quien jugar, quien me enseñara a jugar futbol, quien me cuidara de los pretendientes indeseados y yo cuidarlo de las arpías interesadas... —Su cara de tristeza no causó nada en mi— Nicolás, Por favor no me trates así.
—Estoy cansado de tu actuación de niña buena —Miré el reloj de la pared— En diez minutos tengo que reunirme con mi manager asi que di lo que sea que viniste a decir y desaparece de mi vida. No quiero volver a ver tu rostro o recordar el rostro de esa mujer que...
—Papá está muriendo.
De todas las cosas en el mundo que podía decirme, está es la que menos me esperaba.
—Hace unos años, le diagnosticaron cáncer de pulmón desarrollado debido a su adicción al tabaco. Se luchó contra él pero... —suspiró, entrelazó sus manos evitando el temblor en ellas— Volvió más fuerte. El doctor dice que solo le queda unos meses de vida, con suerte y creyendo en los milagros, podría vivir un año más.
— ¿Por qué me buscas ahora? ¿Qué diferencia hay de hace unos años a la actualidad? ¿Y si hubiera muerto cuando fue diagnosticado? —Me levanté de la butaca, dispuesto a irme pero su sollozo me desconcertó.
—Mamá se casó con otro hombre y papá está solo —apretó las manos en puños, aguantando las ganas de llorar con fuerza— Ella llega a veces a verlo pero solo lo lastima, sin embargo a ella no le importa. Es como si quisiera recordarle en qué posición está y eso me duele. Me duele por papá, quien ha sido un grandioso padre y tu —se levantó de la butaca par agarrarme del brazo, suplicándome con la mirada— Tu sabes que él es un buen padre, Nicolás. El siempre habla de ti cuando mamá no está. El te quiere aunque no sea tu padre de sangre.
Los momentos en los que tuve un padre, están ocultos en lo más profundo de mis recuerdos, pues no soy masoquista y no me gusta revivirlos. No me gusta pensar en el pobre niño que creyó ser amado por su padre, el pobre niño que con cinco años fue dejado en un orfanato con la promesa de que regresarían por él. Ese pobre niño sufrió día y noche, esperando en la puerta por el coche de sus padres. Porque aunque su madre era fría con él, él la amaba, porque su padre era su héroe y nunca lo defraudaba. Ese niño creció y no volvió amar a nadie más. El único compañero que siempre tuvo fue otro niño, el niño que le hacia bullying por llorar todas las noches y el niño que le enseñó a ser fuerte. No hay ningún padre bueno en mis recuerdos. Ni siquiera conozco el significado de la palabra "padre".
—Si te sirve de consuelo —limpié las lágrimas que caían por su mejilla. Por mucho que su rostro se parezca al de nuestra madre, no eh encontrado ningún otro rastro de ella— A mí también me hubiera encantado tener una hermanita pequeña.
Me solté de su agarré y salí de ahí, sintiendo mil emociones entremezcladas en mi interior. Entonces cuando voltee a verla y la vi arrodilla en el piso, llorando sin parar, me sentí como el ser insensible que me dio a luz. Sin embargo, no di marcha atrás porque eso, eso sería regresar al pasado,
Y el pasado se queda en la basura.
Llamé a Liam para cancelar nuestra reunión, no estoy en mi mejor momento para hablar de negocios y aunque posiblemente se moleste, no le quedara de otra mas que aceptarlo ya que no pienso presentarme. Pensé por un momento en llamar a Hollie, pero no quiero preocuparle. Ella tiene su vida, sus responsabilidades y no puedo llamarle solo porque el hombre que cuidó de mi por un tiempo está muriendo. No, es algo muy insignificante por lo cual no puedo llamarle. Nada importante...
Es la ley de la vida, ¿no? Naces, creces, te reproduces y mueres. Es lo que tiene que pasar y ningún ser humano puede evitarlo.
Así como yo no puedo evitar querer llorar de frustración. Porque si, los hombres también lloramos. Y yo, aunque hace muchos años que no lo hago, quiero llorar por el hombre que en su tiempo me amó a pesar de no ser su hijo de sangre, a pesar de haber nacido entre una aventura de su mujer con su socio.
Él no me miraba con asco, como ella lo hacía. Él no me rechazaba, ni me miraba de menos. Él tenia tiempo para mi, el jugaba conmigo, dormía conmigo cuando tenia pesadillas, cocinábamos juntos aunque tuviéramos sirvientes. Él me llamaba su hijo...
Era su hijo...
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Hamilton Lover |Serie Hamilton| #2 (TERMINADA)
RomanceUna escritora de novelas románticas que le huye al amor... Irónico, ¿no? ¿Cómo se puede vivir la vida cuando sientes un vacío? ¿Qué pasa cuando te rompen el corazón y luego te quedas... sola? ¿Puedo seguir mi vida como si nada? No sé y de igual form...