¿Qué? ¿Qué estoy viendo? ¿He muerto e ido al cielo?
— ¡Deja de mirarme así! —se cruzó de brazos, impidiéndome seguir viendo el bonito encaje que cubre sus pechos.
—Es imposible no perderme ante tu belleza, esposa mía.
Mi hermosa esposa, me dio la espalda pero pude ver un leve sonrojo en sus mejillas. Miré a mi alrededor, asegurándome que nadie nos estuviera mirando y me acerqué por su espalda. Pasé mis brazos por su cintura y besé su cuello. Su suspiro y la forma en la que se pegó a mi pecho, hizo que muchas cosas cobraran vida en mi cuerpo.
— ¿Por qué no me dijiste que hacías esto? —susurré en su oído, acariciando su cintura.
—Por que no es importante y no suelo hacerlo a menudo —respondió, intentando alejarme de ella—. Nick, estamos en público.
— ¿Qué tiene de malo? Solo estoy intentando calmar a mi esposa.
Cuando Hollie me dijo que tenía algo que hacer y que quería que la acompañara, nunca me imaginé algo así. Siempre vi a Hollie como una chica tranquila, que prefiere mantenerse alejada del mundo de su madre. Pero por mucho que quisiera negar que no le gusta la moda, el brillo en sus ojos la delata siempre.
Pero volverse loca por una nueva colección de ropa es una cosa y desfilar en lencería, es una muy diferente...
—Apuesto a que no me lo habías dicho porque temías que me pusiera celoso —mordí su hombro con cariño, intentando con todas mis fuerzas no empujarla en la primera habitación vacía que encuentre para disfrutar de su dulce cuerpo.
—Creí que mi dulce y pervertido esposo no estaría muy feliz de saber que a veces desfilo para Victorias Secret —mordió su labio inferior, dejándose relajar por mis besos.
—Estoy orgulloso de todo lo que haces, mi esposa amada —llevé mis manos a su estomago, acariciándolo con ternura—. Pero pronto tendrás una pancita y no dejaré que nadie más que yo la vea.
Rió suavemente y en ese momento, pude dejar atrás la leve molestia que sentía al saber que muchos hombres la van a ver en lencería. Esto no es muy fácil de ver cuando tienes un lado celoso, pero confío en Hollie y sé que ella no me va a dejar.
Tengo que dejar ese temor de una buena vez por todas.
—Creo que Zac podría dejarte encerrado en el ático si te pones muy sobre protector conmigo.
Lo más seguro es que mi cuñado me ayude a mantenerla alejada de las miradas perversas de los otros hombres sin vergüenzas.
—Señorita Hamilton —Hollie suspiró y yo hice una mueca de disgusto. Aquí a nadie le interesa su apellido de casada, solo el apellido Hamilton tiene poder—, saldrá en tres minutos. ¿Puede ir a su posición, por favor?
—Claro —respondió pero no se movió.
—Ahora —dijo la "señorita", mirándome con asco.
—Ahora estoy con mi esposo y le agradecería que me dejara. Ya dijo lo que tenía que decir y le entendí, no soy sorda ni tonta —respiró profundo agarrando mi mano para controlarse—. Puede irse, gracias.
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Hamilton Lover |Serie Hamilton| #2 (TERMINADA)
RomanceUna escritora de novelas románticas que le huye al amor... Irónico, ¿no? ¿Cómo se puede vivir la vida cuando sientes un vacío? ¿Qué pasa cuando te rompen el corazón y luego te quedas... sola? ¿Puedo seguir mi vida como si nada? No sé y de igual form...