—Hollie, te adoro —agarró mis manos entre las suyas, mirándome a los ojos— Pero creo que te estás volviendo loca.
Me solté del agarre de Victoria con molestia. ¿Quién se cree que es para decirme eso? Si, solo llevo dos meses saliendo con Nicolás y tal vez me esté apresurando pero todo esto, es por una buena causa.
—Sólo llama al tío Lucas y déjame en paz, Victoria.
— ¡No puedes solo casarte! —se interpuso enfrente de mí y la puerta de la oficina— No sabes cómo vive, no sabes si se ducha todos los días, ni si deja la ropa tirada por el piso, no sabes cuantas novias ha tenido.
—Déjate de hipocresía, Victoria —le dije, sin importar lastimarla. Me está molestando y se está metiendo en mi relación con Nicolás, algo que nadie debe hacer. Una relación es de dos, no de tres ni de cuatro. Ni siquiera mis padres o Zac se meten en mi relación.
— ¿Qué dices? —preguntó sorprendida.
—Te recuerdo que cuando cumpliste los diecinueve años te fuiste a Nueva York a buscar a Ian porque creías en el verdadero amor que floreció entre ustedes. Diecinueve años y te hiciste cargo de su hija. —Agachó la cabeza pero yo no paré ahí— ¿Cuánto tiempo lo conociste? ¿Cuánto tiempo pasaron juntos? ¿Dos, tres semanas? Y aun así, después de unos meses sin hablarse, tu solo te apareciste en su apartamento y le entregaste tu virginidad, ¿No? Eres una hipócrita al regañarme por querer casarme con el hombre que amo, el hombre que cambió mi forma de ver el amor y el hombre que me hace feliz.
— ¡Basta! — Ambas volteamos a ver a Demi, quien se había mantenido en silencio todo este rato, solo observándonos desde la silla giratoria de tío Lucas— Las dos son unas malditas hijas de perra. Tu —señaló a Tory con su dedo índice— no vengas hacerte la de "soy buena y te daré un consejo" porque lo único que estás haciendo es tratar de impedir que haga algo que tú no quieres —remarcó el tu. Luego me señaló a mi— Tu deberías de dejar de andar en tu maldito mundo lleno de amor y observar a tu alrededor. Estas tan metida en tu mundo que no has notado que Tory está cayendo en el pánico de ser una esposa. Dejó lo que más ama por estar con las personas que ama, pero eso te deja un vacío enorme, junto a un peso en los hombros que se vuelve doloroso mientras más pasa el tiempo. El amor se vuelve una tortura cuando dejas de ser quien eres, para mal. —Se levantó de la silla y se acerco a nosotras, con sus zapatos de tacón haciendo eco en la oficina— Estoy feliz de que al fin hayas podido bajar la guardia, Hollie —agarró mi mano y luego la de Tory— Y estoy orgullosa de lo buena madre y novia que eres, Tory. Pero están tan metidas en el tema del amor y el miedo, que han olvidado que juramos estar juntas siempre. ¿Recuerdan? Las chicas Hamilton conquistando al mundo.
Me sentí mal por haberle llamado hipócrita y por haber tocado un punto sensible en ella. Sé que debatió mucho entre ir por Ian o no y cuando lo hizo, el mundo se le vino encima. Desde críticas, hasta empezar a cancelar sus contratos, la vida que Tory siempre tuvo cambió. Pero ella demostró que no le importaba, manteniendo siempre una sonrisa en su rostro para la pequeña Nicky mientras Ian hacia hasta lo imposible para que Tory no tuviera que abandonar su carrera. No funcionó... el dinero a veces no es suficiente. No puede hacer que las personas cambien de opinión, siempre habrá personas siendo crueles solo para sentirse bien cuando vean a esa persona en el fondo. Es triste pero así es la sociedad.
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Hamilton Lover |Serie Hamilton| #2 (TERMINADA)
RomanceUna escritora de novelas románticas que le huye al amor... Irónico, ¿no? ¿Cómo se puede vivir la vida cuando sientes un vacío? ¿Qué pasa cuando te rompen el corazón y luego te quedas... sola? ¿Puedo seguir mi vida como si nada? No sé y de igual form...