Capítulo 1

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No soy una persona madrugadora, no me gusta que me despierten, no me gusta que mi hermano mayor entre en mi habitación y se lleve mis libros sin permiso mientras duermo

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No soy una persona madrugadora, no me gusta que me despierten, no me gusta que mi hermano mayor entre en mi habitación y se lleve mis libros sin permiso mientras duermo. Si tuviera que seguir enumerando las cosas que odio en una lista, acabaría con todo el papel del mundo porque, aunque no soy una amargada, soy una persona muy delicada y extremadamente ordenada. Es por eso que casi golpeo a mi hermano cuando dejó mi libro en la cocina y no en mi habitación, en el estante de libros. 22 años viviendo con el mismo hombre, siendo 7 años mayor que yo y ni aun así ah aprendido a saber lo que me molesta. Eso o lo hace a propósito... por su bien, espero que lo haga sin querer.

Son las 9:45 AM, necesito desayunar algo antes de que mi prima Victoria venga junto a la pequeña Verónica para ir por su paseo matutino. Ese paseo que usa Tory para salir de su casa de locos. Tío Lucas, el papá de Tory, e Ian, el papá de Verónica, son un dolor de cabezas estando juntos. Si no tuvieran una gran diferencia de edad, diríamos que son gemelos. Por suerte papá no encaja en ese grupo o yo también estaría loca.

―Zac, mas te vale que guardes ese libro en su lugar –le dije cuando pasé a su lado. Él asintió con la cabeza sin tomarse la molestia de mirarme– ¡Lo digo enserio!

―Claro, Hollie –le quité el libro de sus manos y finamente, me miró−dije que lo haría, pequeña.

—Te creeré por hoy –le devolví el libro y besé su mejilla antes de quitarle el último sándwich de su plato— ¡Gracias!

Llegue a tiempo a la puerta para encontrarme a Tory, con un abrigo de algodón rosa con orejitas de conejo que combinaban con el abrigo de conejito color lila de Verónica. Si no me equivoco, dudo hacerlo, esos abrigos fueron regalos de Demitria. Esa mujer tiene una pequeña gran obsesión con los animalitos, especialmente los tiernos. Verónica me tendió los brazos cuando me vio, cargue a mi adorable sobrina y le di un beso en su regordete mejilla, haciéndola reír. ¡Esta niña es un sol!

—Hola, Hollie —me saludó Tory mirando mal a Verónica— Que lindo es verte para que me robes a mi hija.

Aún no me hago la idea de que Tory, siendo dos años menor que yo, sea mamá de una dulce niña como Verónica. Todo esto gracias a que la ex novia de Ian decidió dejarle a la pequeña en la puerta de su casa y ya que Victoria no es ninguna cobarde, aceptó a la pequeña como si fuera su hija de sangre, ayudándole a Ian a crecerla. Ian se hubiera vuelto loco si Tory lo hubiera dejado.

—Ella sabe quién es la mejor de las dos —le dije para molestarla. Nicky chilló entre risas cuando besé su nariz pequeña nariz— ¿Cierto, Pequeña?

Victoria "Celosa" Hamilton se dio la vuelta para comenzar su recorrido hacia el parque central. Es muy adorable cuando se pone celosa, pero también puede llegar a ser una molestia cuando se pone resentida. Por suerte Nicky está al tanto de los celos de su madre y no tardara en tirarse a sus brazos cuando lleguemos al parque.

Vivimos en una residencial muy bonita, a tan solo unos minutos de la torre Eiffel. Mamá y papá compraron esta casa hace unos años cuando mis tíos se mudaron. Mamá aun suspira complacida cuando ve a tía Alaska, su mejor amiga, con tío Chase, su hermano del medio. Bueno, medio hermano... De igual manera, ese dato no es muy importante. Todos los Hamilton somos muy unidos, somos la familia más poderosa del mundo, gracias a los millones de dólares que generan los Hoteles Hamilton, eso sin tomar en cuenta la Editorial y la agencia de modelaje.

Aunque Demitria, mi prima con unos meses mayor que yo, decidió dejar de lado alguna de las opciones familiares (escribir, modelar o administrar los hoteles) para dedicarse al arte y Tory dejó su carrera de modelaje para ser madre a tiempo completo, siempre obtendrá una X cantidad de ganancia por las empresas. Es por eso que ellas podrían dedicarse a vivir unas eternas vacaciones en Hawái y seguirían siendo millonarias. En cambio yo, escritora de novelas de romance, rechacé mi parte de las empresas para vivir solo con mi ganancia en los libros. Todo mi porcentaje, va a parar a orfanatos, centros de ayuda, hospitales, entre otros sitios para ayudar a las personas más necesitadas. Aún obtendré la herencia de mis padres, al igual que Zac, pero eso es cosa de un futuro muy lejano, que por el momento no pensaré. Ambos somos ya unos adultos responsables que viven de su propio dinero.

Es por eso, entro otras cosas, que somos el mayor orgullo de nuestros padres.

—Escuché que habrá una firma de libros en unos días. —Me dijo Victoria quitándome a Nicky de los brazos al momento de entrar al parque. Celosa...— ¿Asistirás?

—Tendré que hacerlo si no quiero ser regañada por mamá –Me senté en una banca cerca de los juegos infantiles, para poder observar a Nicky jugando con la arena. Tory se sentó a la par de ella para controlarla mejor— Ella piensa que tengo que socializar mas.

—Tal vez porque no tienes amigos.

—Ni tú.

Nos mantuvimos en silencio mirando a Nicky hacer una montaña de arena con sus manos. Los niños a nuestro alrededor jugaban en los columpios, en el sube y baja, y otros en el tobogán. Nicky es igual que nosotras, prefiere estar tranquila y sola, que pelear con personas desconocidas y molestas. No digo que los niños sean molestos pero hay un niño que está jalándole el cabello a un niña... creo que es su hermana ya que la señora los regañó a ambos. Fui afortunada de no tener que pelear con ningún hermano mayor molesto ya que Zac siempre cuidó de mí. Se podría decir que hasta me cuido mejor que papá, quien una vez cortó mi cabello por cortar la viñeta de mi vestido. Nunca le perdone eso.

—Podrías ir y conocer al amor de tu vida. En ese ambiente, encontraras a muchos nerds como tú, que prefieren leer antes que salir a conocer el mundo. – Agarró un pequeño palito y lo puso en la cima de la montaña. Nicky aplaudió entre risas.

—Lo dice la chica que nunca ha ido a una discoteca.

— ¡Ahora soy una madre responsable! No puedo hacer eso ni aun que quisiera. –frunció los labios, haciéndose ver más infantil de lo que ya se ve con ese atuendo- Además, esos lugares me provocan migraña.

Es muy gracioso teniendo en cuenta que nunca ha estado en uno ya que Tío Lucas la cuida con su vida. Es su pequeña princesa... No los culpo. Tory es la única hija que tienen y la cuidan con su vida ya que prácticamente fue un milagro. Tía Lucy no podía tener hijos sin un tratamiento, que tío Lucas pagó por ella. Aun que resultó embarazada al primer intento, estuvo a punto de perder a Tory en varias ocasiones y el parto fue lo más complicado. Ellos pensaron que nunca podrían tener a su niña cuando Tory no lloró al salir. Fue un completo silencio en la sala de partos hasta que un pequeño suspiro llegó, junto a un llanto.

— ¿Me quisieras acompañar? —le pregunté haciendo mi mejor carita de niña buena pero la desgraciada se rió a carcajadas.

—No funciona conmigo, Hollie – Nicky balbuceó y luego rió. La inocencia de un niño es muy tierna- Pero Demi está castigada por haber manchado la cara de Gregg con pintura rosa mientras dormía, así que tía Alaska la obligará a acompañarla.

Es increíble. Ese par podrá tener 60 años y seguirán siendo los mismos inmaduros de siempre. De nuevo, agradezco de tener a un grandioso hermano mayor.

—Bueno, así no estaré tan sola...

Ese será un día muy curioso...

Ese será un día muy curioso

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Hamilton Lover |Serie Hamilton| #2 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora