¿Qué haces cuando un hombre llega a tu casa con un ramo de rosas y una caja de chocolates? Yo, Hollie Tomson Hamilton, me agarro al brazo de Zac, impidiéndole que se moviera de mi lado.
—Pequeña, iré abrir las cortinas —Se movió pero lo hice volver a caer en el sofá. Zac tiene mucha paciencia conmigo, pero no olvidemos que fue criado por tía Lucy— Hollie Alexandra, Suéltame inmediatamente.
Ya que lo pidió tan amablemente, lo solté, dejándolo que fuera abrir las cortinas mientras Demi iba a la cocina en busca de unas velas. Las tormentas no me molestan, los truenos si y es por eso que pegué un grito cuando un horrible trueno hizo vibrar la casa.
Hace un par de años, un suceso hizo que le tomara un gran pavor a los truenos. Todos tienen miedos, el de Demi es ser rechazada por sus padres, el de Zac es perder a sus seres queridos y el mío es...
— ¿Estás bien? —dejé que me abrazara contra su duro pecho con olor a hombre y un poco a menta. ¿Comió dulces de menta de camino? Oh, Nicolás no puede dejar su manía de siempre querer conquistas.
— ¿Qué haces aquí, Nicolás? —pregunte, ignorando su pregunta.
—Vengo con una propuesta para ti, dulce dama.
— ¡Espero que no sea de matrimonio porque Hollie no se casará antes que yo! —Miré mal a Demi, quien solo se encogió de hombros. Dejó las velas en la mesa— Alguien tiene que molestar a los adultos primero, y esa seré yo.
Demi es la única que no sabe que tío Chase y tía Alaska están más que dispuestos en que Asheron le pida matrimonio a Demi. La problemática es ella por no querer casarse aún. Yo no entiendo a esta chica, en absoluto.
—Si es de matrimonio, tendrías que regalarle unas cuantas cabras a papá —dijo Zac, siguiéndole la corriente a Demi. Maldito seas, hermano.
Yo los mato.
Por suerte tía Alaska le llamó a Demi para preguntar dónde estaba, y se fue a la cocina junto a Zac para poder hablar sobre algo con ella, dejándonos solos en el salón. Me separé de Nicolás, ya no quería parecer una miedosa inmadura enfrente de él. ¿Por qué debería preocuparme su opinión? El no es nadie, no es importante para mí y...y...Oh.
—Vi estas rosas y no pude evitar pensar en ti. —arquee una ceja, él rió nervioso— lo sé, es una frase muy común, sin embargo es cierta.
—Dejemos las frases clichés para otra ocasión —Agarré el ramo de rosas blancas, la llevé a mi nariz, oliendo el dulce olor de las flores— De igual manera, gracias por las rosas y el chocolate —señalé la caja que puso en la mesita de centro
— ¿Cómo sabes...?
—Asheron compra de esas cajas casi todos los días para Demi. Ella las comparte conmigo ya que somos las únicas que les gusta romper las reglas y comer chocolate.
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Hamilton Lover |Serie Hamilton| #2 (TERMINADA)
RomanceUna escritora de novelas románticas que le huye al amor... Irónico, ¿no? ¿Cómo se puede vivir la vida cuando sientes un vacío? ¿Qué pasa cuando te rompen el corazón y luego te quedas... sola? ¿Puedo seguir mi vida como si nada? No sé y de igual form...