Capítulo 39

12.7K 1.1K 22
                                    

Estoy nerviosa, estoy asustada, estoy a punto de tener un ataque de pánico y Nicolás está comenzando a molestarse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy nerviosa, estoy asustada, estoy a punto de tener un ataque de pánico y Nicolás está comenzando a molestarse. ¡No es mi culpa ser tan controladora! Todo esto es culpa de mamá por querer todo tan perfectamente bien y a la hora que ella quiere.

Me lo heredó, así de sencillo.

Agarré la mano de Nicolás y me puse a jugar con sus dedos. ¿Infantil? Si. Estoy demasiado ansiosa y no sé que más hacer. Digo, podríamos ir al baño y desestresarnos mutuamente pero eso no sería correcto. Estamos aquí por las niñas. ¿Por qué pienso eso? ¡Me está contagiando!

Me levanté de golpe cuando la puerta se abrió, suspiré aliviada cuando Wen me sonrió y se despidió de la señora Maggy antes de correr hacia nosotros con su pequeña mochila de unicornio en su espalda, regalo de Navidad de Demi. La cargué y besé su adorable nariz, haciéndola reír suavemente, hoy sus ojos brillaban de felicidad, calmando mis nervios y angustias. Las tendremos en casa... nuestra casa, nuestro hogar.

— ¿Wendoly?

Miré a Nicolás, quien se agachó para recibir a Wendoly. Está caminaba a paso lento, mirando de nosotros a la señora Maggy, algo confundida y con miedo.

—Wendoly tiene miedo de irse y que después nos vuelvan a dejar aquí—susurró Web en mi oído—Y tiene miedo que se vayan cómo mamá y papá.

Oh Wendoly...

Nicolás la abrazó cuando finalmente llegó hasta él, la pequeña dejó que la abrazar a sin dejar de mirar a Wen con miedo. Si, definitivamente necesitaremos un psicólogo.

Me sentí orgullosa cuando Wen gritó de alegría al ver nuestra casa, hasta me pareció haber escuchado un pequeño "Ohhh" de Wendoly. Nicolás aparcó enfrente de la puerta y me miró con una enorme sonrisa antes de guiñarme el ojo y bajar del auto. Negué con la cabeza, pues sé lo que está pasando en esa cabeza pervertida que tiene. Anoche dijo: "—Ya que ser padres hará que no podamos tener tanto tiempo juntos, tendremos que aprovechar cuando ellas estén durmiendo... y para no perder el tiempo, podremos hacerlo en cualquier lugar de la casa."

Pervertido.

Ayudé a Wendoly a bajar de su sillita, pero cuando le iba ayudar a bajar, ella retrocedió. Miraba nerviosa hacia la casa mientras que Wen le jalaba la mano a Nicolás para que se apresuraran a entrar.

—Entren ustedes, nosotras iremos en un segundo.

Nicolás asintió y se dejó llevar por la emocionada Wen. La diferencia entre las hermanas es muy notoria a pesar de que físicamente, tienen mucho en común. Me senté en el único espacio vacío del asiento trasero, a la par de la sillita de Wendoly, ella sólo me miraba muy atenta a todos mis movimientos.

— ¿Te gusta la casa? —asintió y yo le sonreí con ternura. Acaricié su suave mejilla y ella cerro sus bellos ojos con un suspiro— Es nuestra casa ahora, Wendoly. Sé que no podremos remplazar tu vida anterior con tus padres, pero queremos formar una familia con ustedes, empezar de cero, empezar a... — me encogí de hombros— vivir nuestra propia vida. Y ahora que las tenemos con nosotros, no vamos a dejarlas ir, ni nos iremos lejos de ustedes —hizo una mueca hacia su vestido un poco viejo— ¿Quieres ropa nueva? Te la compraremos, cielo—negó con la cabeza y señaló mi anillo, luego mi pulsera de dijes y mi collar con un pequeño Rubí en el centro, fue un regalo de mi cumpleaños número veinte— ¿Joyas?...Oh. ¿Es porque tengo dinero? —ladeó la cabeza. Suspiré, entendiendo su punto— Sé que será difícil, yo aún no me acostumbro a eso pero tener dinero o no, no nos hace diferente—agarré su mano y la lleve a mi corazón— Ambas tenemos un corazón, tenemos sentimientos, el más importante de todos es el amor. Te daré todo el amor que pueda darte, Wendoly, y tú sabes que Nicolás también lo hará al igual que se lo daremos a Wen. No tengas miedo, cariño... todo será maravilloso.

Suspiré aliviada cuando asintió y me abrazó. Tenemos cosas que resolver, pero podremos con todo.

—Entonces ella tenía miedo porque tengo dinero... —dejé el cepillo en el tocador, miré mi reflejo y arrugue mi nariz. Tengo unas ojeras para nada atractivas gracias a los nervios, que no me dejaron dormir anoche—que horror...—susurré— Bueno, el punto es que le dije que eso no cambia que seamos iguales. El dinero no define nada... o eso pienso yo — me voltee para ver a Nicolás pero el está concentrado leyendo algo en su laptop—Nick.

Me levanté enfadada porque lleva ignorándome desde que agarró su laptop. ¿Así será este matrimonio? No quiero un matrimonio manipulado por la tecnología, gracias. Estuve por cerrarle la laptop pero unas palabras en la pantalla me detuvo: "Tu verdadero padre..." Me senté en la orilla de la cama y ya que no me dijo nada, empecé a leer el correo:

"Hijo,

Sé que aún tenemos una charla pendiente pero no podremos tenerla aún, al menos no frente a frente. Necesito arreglar unos problemas del trabajo y Cristal tiene que viajar unos días para que me ayude, estuve a punto de hablar contigo el día de tú boda pero tantas carreras, y tú rostro de cansancio, me dijo que podía esperar.

El problema es que no sé cuánto tiempo me llevara este viaje a Italia, puede ser una semana, un mes o hasta tres, depende de la situación con la que me encuentre. Entonces, me pareció muy egoísta el hacerte esperar y es por eso el motivo de este correo.

Cuando tú eras un bebé, creía que eras mío aún que las sospechas estaban presentes, con una mujer cómo Colette nunca se sabe, por suerte Hollie es un pedazo de cielo. Entonces una noche, decidí preguntarle si eras mi hijo, su respuesta fue: "No tengo idea." Días después mi socio Bruce me mandó un correo explicándome todo y me preguntó si podía hacerse una prueba de paternidad contigo. No tenía derecho al negarme ya que tanto él como tú, merecían saber la verdad. Lastimosamente, nunca pudo hacerse... Bruce tuvo un accidente de auto en la cual estuvo en coma y cuando despertó... había olvidado todo. No quise presionarlo ya que tenía a su esposa y su salud no era ni por cerca la mejor. Seguí cuidándote como hijo porque para mí eso eras, eras mi hijo y sigues siendo mi hijo.

Colette es una mujer muy enferma, tan enferma que no me sorprendió cuando me confesó que ella causó el accidente de Bruce ya que no iba a permitir que alguien más descubriera que nuestro matrimonio era una farsa ya que mancharía su "reputación". La gota que derramó el vaso fue cuando amenazó con hacerte lo mismo a ti, hacer que pareciera un "accidente" para deshacerse del niño "nacido de una aventura por diversión". No pensé en nada más que en ti y tú seguridad, Nicolás, así que negocié con ella para que te dejara tranquilo y lo mejor que pude conseguir fue que te diéramos en adopción. No fue lo mejor, me arrepiento de no haber luchado más pero temía que enserio cumpliera su palabra.

Entonces... te dejamos en el orfanato con todo el dolor de mi alma.

Cristal fue concebida en un momento de debilidad, cuando ingenuamente creí que ella había cambiado. Pura actuación... Consiguió embarazarse y fue la misma arpía de siempre.

Así que... no sé que más decirte, Nicolás. Sólo puedo decir que te amo como si fueras mi hijo de sangre, pero hay muchas probabilidades de que tu verdadero padre sea Bruce, y si quieres conocerlo, él está en Paris por negocios. Nunca recuperó la memoria del todo pero pueden tener una conversación y ver que sale de ahí.

Saludos a Hollie y espero muy pronto poder conocer a las pequeñas."

Cerré la laptop con suavidad, la puse en la mesita de noche y me acurruqué a su lado, con mi cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su acelerado corazón. Levanté mi vista justo en el momento que las lágrimas salieron de sus ojos y una parte de mi corazón se rompió al verlo llorar. Es una información muy difícil de procesar y hay una decisión que tomar... pero yo estoy aquí para él. Me pasé al otro lado de la cama, me acomodé con la espalda recargada en el respaldo de la cama y abrí mis brazos hacia él. Al igual que un niño pequeño, escondió su rostro en mi cuello, dejando las lágrimas salir sin temor.

Nicolás... mi dulce, sensible y pervertido esposo.

 mi dulce, sensible y pervertido esposo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hamilton Lover |Serie Hamilton| #2 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora