Nunca había corrido debajo de la lluvia, cargando a una hermosa mujer en brazos, pero siempre hay una primera vez para todo. Mi primer beso con Hollie, por ejemplo.
— ¡Están empapados! —gritó Victoria al momento que nos vio entrando al edificio y dejé a Hollie de pie a mi lado. La pequeña Wen me pasó una servilleta— Eso es dulce, pero no funcionara.
—Funciona para secarle la nariz a Wendoly cuando tiene mocos, funcionará con Nick —dijo la niña mirando mal a Victoria. Le pequeña tiene muchas garras— Él solo es un moco mas grande.
También tiene ese cierto humor que no debería de tener una niña de cinco años. Igual se lo perdoné cuando Hollie rió, divertida con el comentario de la niña. Wen abrió sus ojos como platos, maravillada con la dulce risa de Hollie.
— ¡Te ríes como una princesa! —chilló alegre, lastimando los oídos de los presentes. Tiene una voz muy chillona pero que todos amamos.
— ¡Y tu pareces una linda princesa! —respondió Hollie sonriéndole. Fue sorprendente ver a Wen sonrojarse por el cumplido. Cuando yo le hago un cumplido, siempre me recuerda que tengo que tener cuidado de no parecer un pedófilo. No sé de dónde saca tanta inteligencia. Pareciera que es hija de algún Einstein o algún súper humano.
Por suerte siempre tengo la dulce Wendoly, la cual se acercó a mí y me tendió sus bracitos. No quería mojarla pero tampoco quería rechazarla... ¿Qué hago¿ Piensa Nicolás, piensa.
—Aquí tienen unas toallas para secarlos —la señora Maggy nos dio unas toallas y rápidamente la agarre para envolver a Wendoly y cargarla, sin correr el riesgo de mojarla y que enferme— O para otra cosa.
Ella es la niña de mis ojos, junto a Wen pero esa pequeña diabla siempre me rechaza, así que le doy más amor a Wendoly. Con sus 3 añitos, se ha vuelto la debilidad de muchos aquí. Especialmente porque requiere mucho más cuidado. La dulce niña no habla. Según Wen, dejó de hablar el día que sus padres se fueron de viaje de negocios, donde el motor del avión explotó y no quedó ningún sobreviviente. Las pequeñas tienen casi seis meses aquí.
—Miren esta niña hermosa —besé sus regordetes mejillas llenas del chocolate que Hollie trajo para los niños. Esta niña es un desastre para comer pero solo la hace ser mas adorable— Mi muñequita de chocolate —Rió ante mi apodo, robándome el aliento por un segundo. Estoy enamorado de esta niña.
Mierda, tal vez si tengo que tener cuidado con lo que digo/pienso.
—Tus ojos son de color cielo.
Miré a Hollie cargando a Wen a igual que yo cargo a Wendoly. Ambas se miraban con ternura, sin quitar las sonrisas de sus rostros.
—Y tus ojos son color miel —le responde.
— ¡Me gustan los pancakes con miel!
Estas tres chicas, son mi perdición.
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Hamilton Lover |Serie Hamilton| #2 (TERMINADA)
RomanceUna escritora de novelas románticas que le huye al amor... Irónico, ¿no? ¿Cómo se puede vivir la vida cuando sientes un vacío? ¿Qué pasa cuando te rompen el corazón y luego te quedas... sola? ¿Puedo seguir mi vida como si nada? No sé y de igual form...