❝Gracias, Jimin.❞ [JIMSU] | Libro #1

16

Hoseok corta la llamada de Taehyung y entra al edificio enorme, le habían dicho que necesitaban hablar con él sobre las actividades, y tiene cierto temor. Es decir, sabe defenderse, sabe qué decir, pero tiene miedo de quedarse sin palabras en un momento inoportuno.

Toma aire y toca dos veces suavemente la puerta de la oficina del director.

—¿Se puede? —murmura, del otro lado se escucha un ''Adelante'', y le hace caso a la voz, entrando al lugar. Allí el hombre está sentado detrás del escritorio, con un rostro tranquilo—. Director, quería verme...

—Sí, Jung, toma asiento.

—¿Ocurrió algo malo?

—Sólo tenemos algunas dudas respecto a su grupo.

—¿Dudas?

—Permíteme leer los archivos —comunica, girando el monitor para que Hoseok también pudiese verlo—. Las últimas cinco personas que asistieron al grupo se marcharon sin terminar un año en el lugar, lo que logra hacernos dudar respecto a si... Digamos, la confección del grupo, está funcionando.

—Las cinco personas se fueron porque cumplieron el propósito del grupo, señor. Todas se retiraron en buen estado.

—No dudo de éso, pero cuando se retiran, solemos pedirles que califiquen la atención. Y siempre ha estado en... Regular.

—Regular no es algo malo, ¿o sí?

—En efecto no lo es, pero teniendo en cuenta que una sexta persona ha dejado de asistir, creemos que lo mejor será que cancelemos las actividades en su grupo, Jung.

—Yoongi no--... Me refiero que la sexta persona no asiste porque tiene una lesión en su pierna, señor.

—¿Está seguro que regresará?

—No lo sé con certeza, pero...

—Suficiente. Toma, sabes qué hacer con ésto —Le entrega un cartel que Hoseok mira apenado.

—No haga esto, el grupo está bien, créame, no es lo que piensa. En serio está funcionando, muchos chicos se han ido felices, hablo en serio...

—Puedes irte.

—E-Entiendo... Que tenga una buena tarde... —tardamudea, dejando el sitio con un nudo en su garganta. Camina cabizbajo hasta el aula, en un paso lento, tiene ganas de romper el cartel que tiene entre sus manos. Se siente tan frustrado, por no haber sido de suficiente ayuda para los que asistieron el lugar, por no haber sido lo suficiente responsable como para hacerse cargo de un grupo así. Quizá nunca debió aceptar el puesto en primer lugar, si nunca fue capaz de manejarlo.

Toma cinta adhesiva y la corta con sus dientes, furioso. Coloca cuatro rollos pequeños en las esquinas del cartel y finalmente, lo pega en la puerta del aula. Que ahora, está adornada con un ''Actividades canceladas hasta nuevo aviso.''