Yoongi llega el lunes con un rostro cansado, un rostro que intenta esconder todo lo que ocurrió el domingo. Trata de no mostrar que no pudo dormir en toda la noche, ni el sábado, ni ayer, o que le ha costado comer, ¿por qué se siente así? Es lo que continuamente duda, ¿por la discusión con Jimin? ¿Por sus comentarios? ¿O porque simplemente comienza a hartarse de usar muletas?Había logrado convencer a su madre de que lo traiga, porque no quería que el pelinaranja lo hiciera, y porque sabía también, que no iba a hacerlo.
''Sólo empeoras las cosas'', resuena en su cabeza desde que Jimin se lo dijo, ''Tal vez te lesionaste porque tu altura es una debilidad en el básquet''. ¿Cómo podían salir frases tan crueles de su boca? Min está tan furioso, por haber querido ayudar a alguien que no dudaría un sólo segundo en decir cosas que lo destrocen. ¿Qué rayos sabe Park Jimin sobre su condición? ¿Qué sabe sobre el básquet? No puede evitar formar un puño con sus manos ante el enojo de recordar aquellas sucias palabras del niño, y sin embargo, cuando ve que una cabellera pelinaranja se tambalea delante de él, su mente se pone en blanco.
No sabe qué logra enojarlo más, que el muy imbécil continúe pensando que no comer es lo mejor, sin darse cuenta que sólo lo pone débil, o él mismo, porque corrió a atajarlo en cuanto estuvo a punto de caerse. Sí, corrió.
Ustedes probablemente estén preguntándose, ¿y sus muletas? ¿Cómo que ''corrió''? Les mentiría si no les dijera que el dolor que sintió Yoongi fue casi como una quemadura en su pierna derecha, pero no se comparó en absoluto con la preocupación al tener a Park Jimin desvanecido entre sus brazos.
—¡Jimin! —lo llama, como si fuese a funcionar. El menor tiene sus ojos cerrados, sus labios entreabiertos, y no tiene intención de moverse de donde se encuentra. ¿Qué se supone que tiene que hacer ahora? ¿Pedir ayuda? ¿Esperar a que alguien venga, o dejarlo ahí, en sus brazos?
Por el momento, su primera opción es tranquilizarse y esperar, tal vez eso sería lo mejor, no sabía cuándo el niño podría despertar, pero algo es seguro, va a llevarlo a comer. Buscará algún lugar, y Park Jimin va a comer, no tiene excusa alguna, no cuando se desmayó sobre sus brazos, no cuando él corrió, dejando sus muletas lejos, empeorando su condición en la pierna, sólo para que Park no se lastime.
Comienza a pelear consigo mismo cuando sus ojos no dejan de viajar al rostro inocente de la persona sobre sus brazos, ¿por qué mierda no puede dejar de mirarlo? Se abofetea mentalmente e intenta centralizarse en la situación. Quizá si grita, alguien lo escuchará. Su teléfono, ¿dónde está su teléfono? Debería llamar a Hoseok. Con una de sus manos busca su teléfono en su pantalón, pero no lo siente, mira a su alrededor y lo descubre tirado a algunos metros de ellos. ¿Se le habrá caído en la corrida? ¿Cómo no sintió el ruido? ¿Cómo no se dio cuenta?
¿Acaso algo más podía salir mal? Muerde sus labios con impotencia, no podría dejar a Jimin apoyado sobre el suelo, ahora mismo lo veía como un pedazo de cristal frágil, que si suelta, lo romperá.
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❝Gracias, Jimin.❞ [JIMSU] | Libro #1
FanficMin Yoongi sufre depresión, por lo que su madre está preocupada y decide mandarlo a un grupo de autoayuda, en donde seis chicos con diferentes personalidades lo recibirán y cambiarán su perspectiva de la vida. [¡ADVERTENCIA!] Fanfic con contenido f...