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Un silencio incómodo se mantiene presente entre los dos jóvenes parados en la puerta de Min Yoongi

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Un silencio incómodo se mantiene presente entre los dos jóvenes parados en la puerta de Min Yoongi. Taehyung observa a Jungkook de reojo, mientras éste mira el suelo. Los dos esperan por Hoseok, quien les dijo que regresaran al lugar con esperanzas de esta vez sí poder ver a Yoongi. Sin embargo, el pelirrojo no parece dar señales de vida.

—¿Debería llamarlo? —murmura Taehyung, en un tono demasiado bajo. Jungkook asiente con la cabeza. Por favor, aparece de una vez, ruega Taehyung, porque quiere terminar con ese silencio incómodo lo más pronto posible, y sabe que la única persona capaz de romperlo sería Hoseok. Marca su número en el teléfono, y luego de dos tonos, éste atiende.

Oh, Taehyung —dice—. Lo siento, ¿ya estás ahí?

—Sí, estamos esperándote con Jungkook...

Me temo que deberán ver a Yoongi sin mí hoy, me han llamado del edificio del grupo para que explique el motivo de... Bueno, la falta de actividades.

—¿Cómo? ¿Y qué pasó?

—Aún no lo sé, todavía no llego. Tendré que decirles lo que ocurrió con Yoongi.

—Díselos, espero que no te despidan.

—No lo harán, por supuesto que sabré defenderme. Tenemos razones, ¿cierto?

—Sí, bueno...

—¿Por qué estás tan tímido? ¿Es porque está Jungkook a tu lado?

—¿Qué? ¡Cállate la boca! 

—Háblale, aprovecha que no tienes nada que te lo impida ahora.

—¿Tú también lo sabes? ¿Tan obvio soy...?

—Más de lo que te imaginas, Taetae. Debo dejarte, estoy llegando al edificio. Suerte con Kookie, ¡sé amable!

Hoseok corta la llamada y Taehyung mira su teléfono, luego al chico frente a él que lo mira con los ojos bien abiertos, curioso.

—Dijo que tiene unos problemas —le cuenta, enredándose la lengua—, n-no podrá venir.

—¿No podrá?

—No, dijo que entremos sin él.

—Ah —susurra—, ¿deberíamos tocar el timbre?

—¿Crees ser capaz de hablar con la madre de muletas? —El castaño frunce el ceño, por lo que Taehyung se arrepiente enseguida de lo que acaba de decir—. No me malinterpretes, tú seguro eres capaz de hablar con ella...

—No es por eso. Deberías dejar de decirle muletas.

—¿Q-Qué? ¿Por qué te importa?

—Tú me decías gafitas, y no me gustaba. Dudo mucho que a Yoongi le guste, así que por favor, detente.

❝Gracias, Jimin.❞ [JIMSU] | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora