Fue un martes lluvioso el día en que todo pareció empeorar. Los problemas aparecieron, las preocupaciones aumentaron, todo fue en picada hacia el suelo. Yoongi abandonó la casa de Jimin dejándolo con un nudo en el pecho, al verlo como lo encontró esa mañana.
—¿Pudiste dormir? —Fue lo que le preguntó, recibiendo una sonrisa de labios mientras asentía con la cabeza.
—Sí, como nunca —le mintió, pero Jimin sabía que eso no era cierto. Sus ojeras hablaban por sí solas, su rostro decaído, su manera de moverse con tanta lentitud. Él expresaba, a gritos, lo mal que se encontraba. Se fue tan rápido, que Jimin casi no pudo detenerlo, no pudo decirle que podrían ir a desayunar juntos, por más de que él no tenía pensado comer. Se sintió culpable, de pronto. ¿Y si Yoongi había estado incómodo en el sofá? ¿Y si debió haberle dejado su cama? A él no le hubiese molestado dormir en el sofá, tal vez así, Min podría haber dormido. Tal vez lo hubiese visto con un poco más de energía.
Yoongi no quiso explicarle que cada tanto sufría de insomnio, que no había dormido, pero que no pasaba nada, que dormiría en su casa, que con la compañía de su madre estaba seguro que podría conciliar el sueño. ¿Pero para qué perder el tiempo en explicarle algo a Jimin que probablemente no le importaría? ¿Para qué molestarlo de esa forma, siendo que ya había sido una molestia toda la noche?
Así que se fue, sin más, y llegó a su casa, encontrando a su madre que suspiró con alivio en cuanto lo vio.
—¡Min Yoongi, estaba tan asustada! —sollozó, abrazándolo en un instante—. ¿Por qué no fuiste capaz de mandarle un mensaje a tu madre? ¿Dónde pasaste la noche? ¡Mírate, estoy segura de que no has dormido nada!
—Dormí en casa de Jimin —murmuró, el rostro de su madre se transformó en un segundo.
—¿En casa de Jimin? ¿Por qué dormirías en su casa? ¿Ocurrió algo de lo que deba enterarme? —Su hijo no responde, sólo salta en dirección a su cuarto—. Pensé que te habías escapado porque temías la cita con el médico. ¿Continúas con pánico de que te diga que has empeorado? Deberías tranquilizarte, hijo, estoy segura de que estás mejorando. En tan sólo unas semanas, te olvidarás de este asunto.
—¿Crees eso, mamá? —contestó, porque él no podía pensar algo más alejado a eso. Sabía que en cuanto pusiera un pie en el doctor, él le diría que tenían que volver a enyesarlo, o de la boca del médico saldría un ''Lo siento, pero no creo que puedas volver a jugar básquet otra vez''. Está simplemente tan... asustado. No quiere escuchar lo que no quiere oír.
—Lávate un poco y baja, no me gustaría llegar tarde a la cita, ¿va?
Se lamentó tanto el no poder dormir siquiera un poco y ya tener que irse al médico. Sin embargo le hizo caso, y en cuanto llegó a su habitación, tuvo que apoyar su espalda contra la puerta, necesitó respirar dos, tres veces, para tranquilizarse. Las manos le sudaban de los nervios. Quisiera esquivar la cita, quisiera simplemente no ir, ¿por qué tiene que hacer un control semanal?
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❝Gracias, Jimin.❞ [JIMSU] | Libro #1
Fiksi PenggemarMin Yoongi sufre depresión, por lo que su madre está preocupada y decide mandarlo a un grupo de autoayuda, en donde seis chicos con diferentes personalidades lo recibirán y cambiarán su perspectiva de la vida. [¡ADVERTENCIA!] Fanfic con contenido f...