❝Gracias, Jimin.❞ [JIMSU] | Libro #1

23

El pelirrojo entra a la habitación con un rostro serio. Chaeyoung cierra la puerta entendiendo que debe dejarlos solos, y por consiguiente Yoongi mira sin comprender el por qué Hoseok luce tan enfadado, ¿se habrá enterado que Jimin se lo contó? ¿Estará furioso con él?

Se deja caer sobre la cama del mayor sin autorización por lo agotado que está, ha caminado tantas cuadras hasta llegar aquí, que casi no siente sus piernas.

—Escúchame bien, Yoongi —se expresa con cierto resentimiento, su voz suena más grave de lo normal, aunque aún le cuesta respirar.

—Sí, hola, también es un placer verte —murmura con ironía, sin entender que no debería decir algo así en este momento.

—Iré al grano. Jimin habló contigo, ¿cierto?

—Lo hizo.

—¿Lo obligaste a hacerlo?

—No lo llamaría ''obligar'' —responde negando con su cabeza—. Lo persuadí hasta que lo hizo, pero te seré sincero, creí que no te molestaría que yo lo supiese. Estoy seguro que Jimin tampoco creyó que te molestaría, así que no te enojes con él.

—Ése no es el punto —replica—, es algo mío, algo que si quería decírtelo, lo hubiese hecho. Él no tuvo por qué adelantarse.

—Pero eso ya es algo que deberías hablar con él, no conmigo, ¿entonces qué es lo que haces aquí?

—¿Qué hago aquí? —contesta en un tono burlón—. Ya que eres un chusma que se interesa en mis problemas, voy a contarte qué ocurrió, pero lo escucharás de mí, no de Jimin —Yoongi abre la boca para burlarse por lo ridículo que ha sonado, pero Jung lo interrumpe—. Ya sé que él ya te ha contado bastante, ¿de acuerdo? Sólo quiero confirmar que entiendas todo y no malinterpretes.

—Es un poco rebuscado e inútil, pero si gustas... Al fin y al cabo, no puedo moverme de aquí, por lo que no tengo otra cosa que hacer.

El menor decide ponerse serio y armarse de valor, respira varias veces, se concentra. Duda una y otra vez respecto de si decírselo o no, pero finalmente, ante la insistencia de los ojos gatunos del pelinegro, decide, finalmente, hablar.

—Mentí respecto a algo —se sienta en la punta de la cama de Yoongi y en cuanto comienza a hablar, no se atreve a mirarlo—. Le dije a Jimin que las heridas me las hice en una pelea en un bar... —Min se queda paralizado observándolo, entendiendo un poco a lo que quiere llegar, y teme que así lo haga. Teme que las cosas sigan el rumbo que está pensando—. Éso no es del todo cierto...

—¿No es del todo cierto...? —duda, Hoseok muerde su labio antes de seguir y explicarle.

—Sí tuve una pelea en el bar, ¿bien? —Su voz comienza a perder fuerza poco a poco—. Pero las heridas... Las heridas no son... Enteramente... De esa pelea —El pelinegro se queda sin voz en cuanto su compañero dice las últimas palabras, su boca se mantiene abierta por la sorpresa, y no sabe qué responder al pelirrojo—. Huí de mi casa después de la discusión, pero no me fui porque no quería discutir más, sino porque estaba aterrado. Mi padre... Cuando él se enoja... Es como si se convirtiese en un monstruo... En cuanto lanzó el primer golpe, entendí que tenía que correr y esconderme, en lo posible huir de ese lugar. Por lo que lo hice, y sus gritos llamándome se escucharon por toda la cuadra, la manera en que gritaba mi nombre se repitió en mi cabeza toda la noche.