20

10.3K 1.2K 290
                                    


A Jimin no le importa la cantidad de vehículos que están detrás de él esperando a que avancen, mucho menos le interesa lo que éstos puedan decirle, puesto que allí caminando está su mejor amigo, con el rostro golpeado por alguien que desconoce

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A Jimin no le importa la cantidad de vehículos que están detrás de él esperando a que avancen, mucho menos le interesa lo que éstos puedan decirle, puesto que allí caminando está su mejor amigo, con el rostro golpeado por alguien que desconoce. Es por ese motivo que no duda ni un sólo segundo en bajarse del vehículo.

—¡Hoseok! —grita en un instante, el pelirrojo siente pánico en cuanto escucha la voz de Jimin e intenta escaparse—. ¡Hobi, ven aquí! —insiste.

—¡Vete! 

—No me iré a ningún lado —replica tajante con una voz fuerte y se acerca a él. En cuanto está a su lado, lo toma del brazo no permitiéndole irse—. ¿Qué es lo que te pasó?

—Jimin, por favor, ¡tan sólo mira cómo estacionaste tu auto! Las personas detrás tuyo están a punto de bajarse de sus autos y comenzar una pelea —intenta cambiar de tema para distraerlo, pero los bocinazos casi no les permiten escucharse entre ellos.

—¡¿Eres idiota?! —gritan las personas desde los vehículos. Jimin observa a los hombres que le miran furioso, y un poco asustado, tira de Hoseok hacia su auto, sin preguntarle nada. En cuanto los dos están dentro del auto, arranca el motor y pierden a los conductores que los seguían. Pero en cuanto están lo suficientemente lejos, un silencio se crea en el vehículo. 

—¿No vas a decirme qué pasó? —pregunta, ahora en un tono más suave, intentando esconder la preocupación que siente. El pelirrojo no dice nada, su vista se mantiene fija en la carretera, su capucha bastante baja, escondiendo su rostro, no entendiendo que Jimin ya vio su lastimadura—. Hobi, por favor, háblame... —Jimin le observa de reojo ante la no-respuesta y estaciona en un lugar bastante aislado, donde no pasa nadie, donde no hay ruido, y en definitiva, donde nadie puede molestarlos. Su mano derecha se apoya sobre la espalda del mayor, los músculos de éste se tensan ante el contacto—. Hobi... —susurra de nuevo, pero se retiene de seguir insistiendo cuando escucha cómo su acompañante comienza a sollozar. 

El corazón se le parte a Jimin cuando ve cómo Hoseok rompe en un llanto desilusionado, triste. Quiere abrazarlo, quiere explicarle que va a escuchar lo que tenga para decir, que no lo juzgará, sea por la razón que fuera, pero la boca se le seca al verlo así. Porque nunca antes lo había visto llorar, y ahora él, frente a sus ojos, estaba abriendo sus sentimientos. Estaba mostrando lo triste que estaba. Y Jimin, estaba acostumbrado a ver a Hoseok feliz, brillante. Jung era siempre la persona que te animaría cuando estuvieses triste, sería aquella luz que iluminaría tus días más oscuros, porque las cosas siempre eran al revés, era Hobi quien consolaba a Jimin, era Jimin quien lloraba en el hombro de él, pero ahora, en este momento, estaba descubriendo un nuevo lado de Hoseok. No porque no lo hubiese visto triste en otras ocasiones, sino porque esta vez, estaba descubriendo lo que se sentía ver a un Hoseok hecho verdaderamente pedazos.

—Soy un idiota —murmura luego de un largo silencio en donde sólo se escuchó su llanto, su voz se escucha quebrada y tapa su rostro con las manos, porque no quiere que Jimin lo vea llorar. El pelinaranja está a punto de volver a preguntarle qué ocurrió, pero no es necesario porque Hoseok decide comenzar a contarlo por su cuenta—. Me metí en una pelea —Su tono continúa siendo bajo, casi inaudible, porque lo arrepentido que está le impide decir éso de manera más alta, porque hacerlo, sería estar orgulloso, y no hay sentimiento más lejano a lo que verdaderamente siente que ése.

❝Gracias, Jimin.❞ [JIMSU] | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora