La pierna izquierda de Yoongi se mueve incesablemente en la sala de espera del hospital, los nervios se mantienen vivos como si fuera la primera vez que se presenta en este lugar. Como si fuese aquel tiempo en que se lesionó y asistió a este médico, cuando le dijeron que debía usar un yeso y que no podría volver a jugar al básquet por un largo tiempo. No entiende todavía cómo en esos momentos, se tomó la decisión del doctor como exagerada, como una broma. Tal vez si hubiese creído un poco más en sus palabras... Tal vez no hubiese pasado más de un año sin jugar al básquet. Quizá, si hubiese hecho caso, hoy en día podría estar jugando otra vez.
La culpa lo carcome cada vez que se pone a pensar en estas cosas, y siempre suele ocurrir cuando está aquí, en este lugar cuadrado, sin vida, con sillas que si te mueves un poco de más podrían romperse. Con una televisión que no ha sido cambiada de canal en años, siempre con el mismo noticiero que es mejor no escuchar, porque te deprime el doble con las noticias sobre la actualidad. Los acompañantes de sala ni siquiera es que son divertidos. Cada uno en su teléfono, quizá hay uno que mira la televisión y expresa algún comentario político, esperando por una respuesta que busca un intento de entretenimiento, pero son pocas las veces que las discusiones ocurren, y si ocurren, nunca llegan a más de un grito, porque sale la enfermera a hacerlos callar y les dice que ''se comporten como seres humanos civilizados''.
Como si fuera poco, en la sala de espera, la espera, valga la redundancia, nunca es corta. Siempre uno debe quedarse por horas, y horas ahí sentado, quieto, levantándose de vez en vez para ir al baño, o en busca de un vaso de agua del bidón, al cual cuando se llega descubre que éste ya no tiene agua. Yoongi ya ni siquiera lo intenta, es su madre la que se frustra cada vez que quiere tomar agua y nunca hay. Ella siempre trata de sacarle un tema de conversación, de dispersarlo un poco de sus pensamientos, pero la mayoría de las veces es verdaderamente en vano.
Es imposible impedirle a alguien que piense. Además, no es como si no fuese un momento para hacerlo. La mayoría de las veces que ha venido aquí, ha entrado con una sonrisa y ha salido con la cabeza gacha y un nudo en la garganta, porque siempre el resultado era negativo. Entonces él, trata de acostumbrarse, aunque nunca realmente lo hace, a recibir ese resultado.
Su madre toma su mano suavemente, y le da un apretón, llamando su atención. Ve al señor asomándose por la puerta y viéndolo fijamente, esperando por su entrada. Min necesita tragar saliva y trata de respirar un poco, se encuentra tan nervioso. Casi se le caen las muletas al intentar agarrarlas de lo sudorosas que tiene las manos. Ah, en verdad necesita tranquilizarse.
Finalmente se encuentra sentado en la camilla, observando al médico delante de él que examina su pierna como si fuese una parte de su cuerpo ajena a él. Como si esa pierna, ya no formara parte de su ser.
Yoongi mantiene una mirada cargada sobre el rostro del doctor, buscando algún tipo de índice que diga lo que éste está pensando.
—Sorprendentemente... —murmura de pronto, y el rostro del joven empalidece un poco, sus cejas levantándose. Después de un ''sorprendentemente'', podían haber dos formas de continuar la oración, ''sorprendentemente, no has mejorado nada'' o ''sorprendentemente, te has mejorado por completo''. ¿Cuál de las dos es? ¿Es algo negativo o positivo? ¿Por qué no termina la maldita frase?—. ¿Has estado en reposo?
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❝Gracias, Jimin.❞ [JIMSU] | Libro #1
FanficMin Yoongi sufre depresión, por lo que su madre está preocupada y decide mandarlo a un grupo de autoayuda, en donde seis chicos con diferentes personalidades lo recibirán y cambiarán su perspectiva de la vida. [¡ADVERTENCIA!] Fanfic con contenido f...