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Cuando Jimin abre los ojos en el sofá de su departamento, lo primero que recorre su mente es el nombre de una persona en específico que está, en este preciso instante, durmiendo en su cama

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Cuando Jimin abre los ojos en el sofá de su departamento, lo primero que recorre su mente es el nombre de una persona en específico que está, en este preciso instante, durmiendo en su cama. No puede evitar soltar algunos quejidos al pararse, por lo mal que ha dormido, por lo mucho que le duele el cuerpo después de haber decidido dormir en el sofá. Se estira en el lugar y camina a paso no tan rápido hacia su habitación, abriendo la puerta de la misma y encontrándose con un Min Yoongi que abraza su almohada y duerme plácidamente.

Se pregunta, ¿cuándo será el momento en que se levante? ¿Debería prepararle el desayuno, al igual que él lo hizo aquella vez?

Ugh, no consigue evitar frustrarse al abrir su heladera y verla vacía, justo en ese momento, le gustaría tener algo para preparar, algo para cocinarle. Al fin y al cabo, cuando éste se despierte, probablemente se levantaría con dolor de cabeza y mucho hambre. La dichosa resaca. ¿Cómo es que había permitido que el mayor tomara tanto aquella noche? Tal vez si no lo hubiese hecho, tal vez lo que pasó nunca hubiese pasado, y tal vez sería capaz de no sentir la culpa que siente en estos instantes.

Mientras camina hacia un supermercado cercano con el fin de comprar algo para preparar, no puede dejar de pensar en Min. Y es que la intriga de no saber si cuando el pelinegro se levante recuerde o no lo que ocurrió la noche anterior no deja de carcomerle la cabeza. No sabe por qué, hay una parte de él que quiere que lo recuerde, pero hay otra que desea fervientemente que no lo haga. Que sea un recuerdo, pero sólo para él, no para Yoongi. ¿Qué pensaría el chico cuando hiciera memoria? ¿Se enojaría con él? ¿Dejaría de hablarle?

Le gustaría preguntarle, más que nada, por qué lo besó. No le queda claro, en lo absoluto, si fue culpa de su ebriedad, o si en verdad él podría llegar a tener sentimientos por... Olvídenlo, claro que no siente nada por él. ¿Por qué gustaría de alguien como él? ¿Por qué perdería su tiempo con personas como Park Jimin, existiendo tantas mejores que él? Tantas personas menos rotas, tantas sin lastimaduras permanentes, tantas que simplemente son mucho mejor ejemplo que él. 

Casi no se da cuenta cuando se choca con alguien en el supermercado por andar cegado en sus propios pensamientos, sin embargo cuando la cabeza del sujeto frente a él sube, cuando sus ojos se posan sobre los de él, no puede evitar expandir sus ojos y asustarse por verlo, repentinamente, después de tanto tiempo, tan cerca de él.

—Jinyoung... —murmura perplejo. Éste le observa seriamente, frunciendo un poco su ceño ante la confusión.

—¿Park Jimin? —prosigue—. Ha sido un largo tiempo sin vernos, ¿cierto?

—Tú... Creí que habías decidido irte a Busan...

—Bueno, resulta que la vida en Seúl es mucho más interesante —Guarda algunos elementos en su canasto, y sonríe amablemente—. ¿Qué tal tu vida? Veo que has adelgazado...

—Ah, hm, sí —titubea.

—No te habrás dejado llevar por mis comentarios, ¿o sí? Sabes que sólo bromeaba respecto a tu peso.

❝Gracias, Jimin.❞ [JIMSU] | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora