❝Gracias, Jimin.❞ [JIMSU] | Libro #1

41

CAPÍTULO ESPECIAL

Yoongi refregó su rostro y alejó sus manos de él, notando su temblequeo, descubriendo una inestabilidad en sus piernas debido a los nervios que estaba sintiendo. Había llegado el día. Finalmente, después de más de un año sin poder hacer lo que amaba, había llegado su hora. El momento que tanto había ansiado, el momento de poder jugar, nuevamente, al básquet. 

Probablemente, si le dijesen que tendría la posibilidad de jugar al básquet unos meses atrás, se hubiese cerrado en la idea de que era completamente imposible, pero ahora, se ve a sí mismo poniéndose las rodilleras, la vincha en el rostro para quitarse los cabellos que puedan molestarle, y colocándose su camiseta con el número nueve, que tanto había transpirado años atrás. 

Comenzó a caminar acercándose hasta la cancha, sintiendo como si su pierna volviese a dejarle de funcionar, pero entendió que sólo eran sus nervios jugándole una mala pasada. No era, que no quería jugar, sino más bien era el miedo a equivocarse, a lastimarse nuevamente, o simplemente a descubrir que ya no es el jugador que solía ser. Había muchísimas cosas en su cabeza que le impedían poder tranquilizarse, ¿qué ocurriría si vuelve a lesionarse? ¿Qué pasaría si queda en cama una vez más? ¿Y si se lesiona, pero esta vez muchísimo peor, y ya no puede volver a jugar nunca más al básquet?

Un mínimo tacto es lo que lo hace volver al mundo real, y distraerlo de sus pensamientos negativos. Jimin entrelaza sus dedos y le mira con una sonrisa que basta para olvidarse de todo lo demás.

—¿Por qué estás con esa cara, Minie?

—Sólo estoy un poco asustado —murmuró, Jimin soltó un suspiro de ternura y lo abrazó tomándolo por la cadera, para luego besarlo en su frente descubierta.

—Amor, deja de ser tan inseguro, sólo estás llenándote la cabeza con cosas que no pasarán —apretujó más su agarre en la cadera, y volvió a sonreírle para tratar de relajarlo—. Los chicos ya están en la tribuna.

—¿Todos están...? —De repente consiguió ponerse más nervioso, quizá el pensar en la presencia de todos viéndolo jugar conseguía inquietarlo.

—Relájate, incluso si pierdes, todos estaremos orgullosos de ti, ¿de acuerdo? —le dio un beso rápido en sus labios para confirmarle lo dicho antes—. Debería ir con ellos, y tú con tu equipo. ¡Suerte, Minie! ¡Da lo mejor de ti!

Yoongi le sonrió con nerviosismo y Jimin siguió su camino hasta encontrarse con los demás en la tribuna, no le sorprendió que Taehyung estuviese con un rostro cansado.

—Ya, Jimin, ¿cuándo rayos empieza ésto? Siento que he esperado una vida entera aquí sentado —habló entre pucheros. Decidió acomodarse a un lado del rubio, encontrándose en un lugar de la tribuna en la que vería con perfección.

—Ya va a comenzar, tranquilo —suspiró, mirando a su alrededor, y descubriendo la persona que faltaba—. ¿Jungkook no vendrá?

—Y yo qué sé, lo que haga ese niño ya dejó de importarme hace rato.