Capitulo 18: Conflictos

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Sherwin iba de camino a la escuela, aún seguía asustado por lo que pasó hace unos días, aquellos chicos casi abusaron de él.

Dios, qué bueno que Esteban lo había salvado. No se imaginaba qué pudo haber pasado si Esteban no hubiera llegado.

El castaño le dijo que en ese entonces lo había buscado por la preocupación y de seguro aquellos idiotas pusieran mal el seguro. Pues, la puerta se abrió fácilmente.

A pesar de que su agradecimiento al castaño era enorme, aún estaba algo incómodo por la situación en la que estaban, pues todos creen que ellos dos están juntos.

Jonathan no le hablaba, lo extrañaba, y también extrañaba a Roy, a su corazón tan amigable.

Llegó a la escuela y todos se pusieron a murmurar, al parecer se propagó la noticia de que 3 chicos habían sido expulsados por su culpa, aunque no sabían el por qué.

Sherwin sólo los oía con algo de pena, ¿por qué siempre se metía sin problemas sin querer?

Incluso, Esteban presentó una queja al club de periodismo sobre la propagación de una noticia demasiado íntima. El profesor de lenguaje les llamó la atención junto al director para que limpiaran todo el día los salones después de clase. Pero a pesar del sermón y las disculpas que tuvieron que dar, no se mostraban verdaderamente arrepentidos.

De pronto alguien tocó el hombro del pelirrojo, Sherwin se asustó por el contacto tan repentino y se encontró con Jonathan.

El moreno lo miraba algo serio, Sherwin sólo tembló ante su mirada tan fría.

-Necesito hablar contigo-empezo el moreno.

-Ok-dijo Sherwin nervioso.

El moreno agarró su mano y se lo llevó a un pasillo menos transitado. Sherwin sintió un escalofrío ante eso.

-¿Que pasa?-preguntó el pelirrojo.

-Toma-dijo el moreno dándole la mitad de su corazón.

Sherwin se sorprendió por eso, no se lo esperaba.

-Pensé que tú no querías...-dijo Sherwin pero fue interrumpido.

-El hecho de que te lo devuelva no significa que te perdone-dijo Jonathan.

Sherwin se entristeció ante las palabras del moreno, él aún lo amaba. A pesar de todo, él era su primer amor.

-Jonathan... -Sherwin se acercó más al moreno.

-¿Q-Qué?-Jonathan estaba nervioso por su cercanía con el contrario.

-Por favor, hablemos. Yo te amo, no estoy saliendo con Esteban, sólo somos amigos. Jamás he sentido nada por nadie que no fueras tú... Yo...te extraño, extraño que hablemos.

Jonathan también extrañaba al pelirrojo, quería estar a su lado y decirle que lo perdonara. Pero no lo hizo, tal vez su orgullo lo traicionó con lo que hizo después.

Se rió de lo que dijo el pelirrojo. Sherwin sólo se decepcionó.

-¿En serio? ¿Es lo mejor que puedes decir?, todas las personas usan la misma y tonta excusa. No soy tan tonto, Sherwin. Además aunque volviéramos a estar juntos, ¿de qué serviría? Esteban seguiría siendo tu amigo, y él está enamorado de ti. Además, no quiero tener problemas por alguien tan falso como tú-dijo Jonathan con altanería.

Sherwin sentía que iba a llorar, se lamentaba de todo.

-Sólo ten tu corazón-dijo Jonathan dándole la otra parte, pero Sherwin no lo aceptó.

-No, si lo vuelves a unir...Estoy seguro de que Roy se deprimiría por todo esto. Sé que él te perseguirá, lo sé porque yo quiero obtener tu perdón... Pero tú no. Lo siento, yo...-el pelirrojo comenzó a llorar intentando calmarse inútilmente.

El moreno miró con tristeza a Sherwin, pero este último sólo se fue corriendo.

***

"Qué lindo"
"¿Será un chico nuevo?"
"Se ve muy guapo"
"Creo que es mi nuevo crush"

Esas cosas oía el castaño al pasar, de pronto una rubia se acercó a él con una sonrisa.

-Puede ser que nadie te reconozca, pero yo sí-dijo Beth agarrando la cabeza del castaño sobandola y despeinandolo-Es mi amigo Esteban, ahora con pelo corto y sin lentes.

-Ya, Beth. Me alegra que me reconozcas-dijo Esteban-Todos me miran raro.

-Creen que eres nuevo, además te ves lindo.

-Yo siempre lo he sido-dijo Esteban.

Esteban se dirigió al baño, pues aún se sentía cansado y quería mojar su cara. Y eso que le tocaba matemáticas, qué aburrido.

Pero, cuando entró se encontró con un pelirrojo que mojaba su cara intentando esconder sus lágrimas, pero sus ojos rojos lo delataban.

-¿Sherwin?-preguntó el castaño.

-Oh, perdón, lo siento Esteban...-el pelirrojo identificó la voz del castaño pero al verlo se quedó sin palabras.

Se veía tan...diferente.

Sin poder evitarlo un sonrojo se expandió por sus mejillas.

-¿Qué pasa?-preguntó Esteban ante el sonrojo de Sherwin.

-Na-Nada es so-solo que...te ves muy guapo-dijo Sherwin desviando su mirada. No es que el castaño no fuera lindo, pero ahora lo veía tan diferente y atractivo.

El castaño se sonrojó ante lo que dijo Sherwin, muchos le habían dicho lo mismo hoy...pero que su amado lo dijera le daba otro nivel a las palabras.

-Tú también eres muy lindo, Sherwin-dijo Esteban agarrando su mentón y haciendo que lo mire-en ese nadie te supera-dijo el castaño causando un sonrojo más fuerte en el pelirrojo.

El sonido de la campana interrumpió la mirada de ambos.

-Oh, de-debemos irnos. Ya van a comenzar las clases-dijo el pelirrojo.

-Sí, vamos-dijo Esteban acompañando a Sherwin.

Al llegar al salón todos los miraban a ambos, era una incómoda situación. Ya más aún por la presencia de Jonathan.

-Vaya, te cambiaste el look para tu noviecita-dijo Mónica, una chica popular-Te ves bien, tanto así que dejó a su antiguo novio por ti.

-Mónica, callate-dijo Beth la cual, por desgracia, se sentaba junto a esa chica tan insoportable.

-No lo haré, Beth. El chico pelirrojo de aquí es todo un tramposo de primera, ¿que no has visto el periódico de ayer? Se veían tan juntos ellos dos, y eso que no mostraron más imágenes de lo que pudo haber pasado esa noche...-dijo con un claro tono de maldad en su voz.

-Escucha, Mónica, no nos molestes-dijo Esteban serio.

-Y qué te voy a hacer caso a ti, sólo eres un maricón que se metió con una perra homosexual como él-dijo ella.

-¡NO LE HABLES ASÍ!-gritó el moreno enojado dando un fuerte golpe en su carpeta, callando por completo a Mónica y a cualquier otro.

-Jonathan... Yo sólo te estoy defendiendo- dijo Mónica.

-No necesito que lo hagas, no hables así de él. No necesito que nadie me defienda, soy un chico-dijo Jonathan encontrándose por unos segundos con la mirada de Sherwin.

En ese momento entró el profesor silenciando cualquier comentario que pudieran haber dicho después los demás. En toda la clase, Sherwin miraba de reojo a Jonathan, Esteban se había dado cuenta de eso. No tenía que ser un genio para saber que ambos se seguían amando.

Tal vez, él era el que debía arreglar las cosas. Sí, eso debía hacer.

In a heartbeat: Una historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora