Capitulo 24: El baile (Parte 3)

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-Oye, me sorprendió que fueras el rey-le dijo Jonathan a su pareja de baile.

-¿En serio? Bueno, si tú hubieras ganado no hubiese sido la gran cosa-dijo Sherwin.

-Eso fue muy cruel-dijo Jonathan-Aunque admito que es aburrido ser predecible todo el tiempo.

-Tú eres un experto, ¿eh?-dijo Sherwin.

-Sí, pero se ve que tú no en el baile.

-Di lo que quieras. Mis pasos son fabulosos-dijo el pelirrojo.

-Si claro, dile eso a mis pies pisados en cada vals.

-Jajaja-rio el pelirrojo algo sonrojado.

Vaya, de verdad parecían de nuevo una pareja.

-Sherwin...-le susurró el moreno mientras aún lo rodeaba con su brazo por el estilo del baile.

-¿Si?

-Yo...

-Sí quiero-dijo el pelirrojo.

-Ni siquiera dije nada.

-Sin duda eres un experto en ser predecible Jonathan, sé lo que dirás. Vas a decir "Quiero que lo intentemos de nuevo" y a decir verdad yo también. No lo negaré, extraño tus abrazos ,tus besos, todo. Y algo más, lo más probable es que si bien no me besas ahora, me pedirás que vayamos afuera y lo harás.

-Entonces, mi rey, ¿qué tal si vamos a un lugar más interesante?-le propuso el moreno agarrando su mano.

-Por supuesto.

***

-¿Sam?-preguntó el castaño.

-¿Esteban?-dijo el rubio reconociéndolo.

Ambos guardaron minutos del silencio intentando procesar la situación.

-Hola-dijo el rubio algo nervioso.

El castaño sólo ignoró su saludo y se fue. Pero fue detenido por el brazo del contrario que lo agarró fuertemente.

-Espera, necesito hablar contigo-dijo Sam.

-¿De qué? No hay nada de que hablar-le dijo Esteban separándose de él.

-Escucha, sé que lo que hice estuvo mal. Pero, no entiendo por qué estás tan enojado.

-¿En serio? Escucha Sam, soporte que me llamarás y consiguieras mi número sin mi permiso. Pero no me hagas perder la poca paciencia que tengo contigo. Porque de ser por mí, te hubiera golpeado hasta que dejarás de insistir con que podemos ser amigos. Ahora incluso vienes a mi escuela.

-Pero, yo quiero que me perdones. Quiero comenzar de nuevo. Además, yo pensé que tú eras el que vino a buscarme.

-¿Por qué haría eso?-preguntó molesto el castaño.

-Porque yo estudio aquí-dijo el rubio haciendo que Esteban se irritara aún mas.

-¿Qué?

-Tal como lo oíste. Y por tu reacción debo adivinar que tú también, ¿verdad?. Justo me cruce con Beth.

-Maldita sea, ahora tendré que ver tu odiosa cara todas las mañanas.

-Esteban, escucha. Sólo quiero que seamos amigos.

-¿Amigos? Oh, claro...¿Los amigos le revelan a todo la escuela que eres homosexual y no los defiendes cuando lo golpean e incluso incentivas a que sigan? Una vez quise ser tu amigo y eso pasó. Olvidalo, antes muerto-dijo el castaño yéndose.

-¡Esteban, debes perdonarme!-dijo el rubio intentando detenerlo.

-¿Por qué haría eso?-dijo el castaño aún caminando.

-¡Porque me di cuenta de que te amo!-dijo el rubio deteniendo el paso de Esteban.

El castaño se detuvo y se acercó a Sam. Y se rió en su cara.

-Ajá, sí claro. ¿Tú? Un tipo tan homofóbico como tú, alguien que sintió asco de mis sentimientos. Ahora me ama, jaja-decia Esteban riendo-He visto muchas películas de comedia, pero esta merece un Oscar.

-Técnicamente, al igual que Sherwin... Mi corazón lo dijo.

-¿Qué?-se sorprendió el castaño dejando de reír.

De pronto un corazón rosado salió del saco de Sam y se acercó al castaño abrazándolo. Esteban al ver a aquella criatura le hizo acordar a Roy.

-Debes estar bromeando-dijo el castaño.

-Quisiera que fuera así, pero no.

Esteban separó el corazón de él, pero aquel pequeño ser era tan insistente que seguía aferrado a él.

-Joder, dile a tu corazón que se aparte de mí.

-No puede.

-Oh, claro que puede-en ese momento el castaño agarró tan fuertemente al corazón que logró quitárselo de encima se acercó a Sam y le puso dentro de su bolsillo y lo cerró.

-Esteban, yo...

-¿Sabes cómo se sintió que cada día te golpearán? ¿Sabes cómo se siente el hecho de que sólo por amar te crean diferente? ¿Sabes cómo me sentí al ver que tú no hacías nada, idiota?-dijo Esteban mirando fijamente al rubio- ¿Y ahora esperas que te perdoné?... ¿Ahora quieres que te ame?

-Sé que no supe valorar lo que sentías en ese momento, pero quiero...

-¡No! Sólo alejate. No te quiero cerca-en ese momento sonó el celular del castaño.

Esteban respondió su celular, era su papá el cual vino a recogerlo después de que lo llamara. El castaño sólo colgó y salió corriendo. Dejando a un rubio sintiéndose culpable.

Al llegar al carro de su padre, su progenitor lo miró confundido al verlo con el ceño fruncido.

-¿Qué pasó?-le preguntó el mayor.

-Papá, sólo conduce-dijo el castaño.

-Pero, hijo yo...

-Papá, no quiero hablar de eso.

-Sólo quiero saber qué pasó y...

-¡Sherwin y yo rompimos! ¿Feliz? Ahora sólo vámonos a casa-dijo el castaño para que después su padre sólo siguiera el rumbo a su casa.

Y al llegar a su hogar, Esteban se dirigió a su cuarto, cerró la puerta y se puso a llorar.

Lloró por Sherwin, por el hecho de un amor imposible, por el hecho de que él y Jonathan son el uno para el otro sin importar qué. Y...por Sam.

In a heartbeat: Una historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora