Nervioso, esa era la palabra que lo describía en ese instante, sus manos estaban comenzando a sudar y no quería acabar siendo un charco de sudor humano.
Suspiró profundamente, metiendo en sus pulmones la mayor cantidad de aire que le era posible, pasó el ramo de rosas rojas que tenía en su mano derecha a la izquierda para limpiar él sudor, y repitió la acción al contrario.
La puerta de color marrón con toques claros y oscuros seguía delante de él, no es que esperara que se moviera o algo, pero no se atrevía a llamar.
¿Cuanto tiempo llevaba frente a esa puerta?
No tenía la menor idea pero debía dejar de pensar tanto y actuar de una vez.
Miró él ramo de flores en su mano una vez más, a Jungkook seguramente le gustaría, él le había regalado anteriormente rosas rojas, y vio la brillante sonrisa en los labios del menor, aunque este se quejara diciéndole que no era una chica.
Sabía que a Jungkook le gustaban las rosas rojas, y esta era una buena oportunidad para entregárselas.
-Bien.-intentó darse ánimo.
Una última toma de aire y tomó la fuerza suficiente para tocar la puerta frente a él.
No oyó ningún movimiento al otro lado de la puerta, nada que le indicara que había alguien ahí dentro, estaba a punto de volver a llamar cuando los sonidos de cerraduras siendo movidas se oyó en él silencio del pasillo.
Su respiración se detuvo cuando la puerta fue abierta ligeramente y un lindo rostro se asomó por él espacio creado.
Jungkook se veía tan hermoso, su cabello negro esparcido y desordenado en su cabeza, sus grandes ojos oscuros y brillosos como la luna, su tierna nariz, su piel blanquecina, sus labios rosas.
No supo como fue que pudo estar tanto tiempo sin Jungkook, en ese momento se dio cuenta de cuanto lo había extrañado, de cuanta falta le había echo.
-¿Jimin?.-Jungkook abrió más la puerta, dejando verse por completo, su cuerpo cubierto por una simple camisa blanca y unos pantalones muy cortos negros.
-Hola.-la respiración volvió a sus pulmones, no pudo evitar sonreír, amaba tanto a ese chico.
-¿Que..? ¿Como..? ¿Tu...?.-las palabras de Jungkook no salían de su boca, cada vez que intentaba preguntar algo, una nueva duda lo asaltaba.
-Yo.-Jimin le echó un vistazo, de arriba abajo, sin poder evitarlo, Jungkook estaba precioso-.Quería hablar contigo.
Jimin ofreció él bonito ramo de rosas rojas al menor, quien lo miró sorprendido, no salía de su asombro, no se había planteado la más mínima posibilidad de que Jimin pudiera aparecer ahí. Principalmente porque él no sabía donde estaba, solo Yoongi, quien le prestó él departamento para que se alejara un poco de todo y se relajara.
No pudo rechazar él gesto de su mayor, por lo que lentamente aceptó él ramo de rosas, una tonta sonrisa comenzando a aparecer en sus labios aunque intentara impedirlo. Miró hacia Jimin, su cabello rubio se encontraba algo más largo, se veía más pálido, y sus ojos denotaban cansancio.
Lo había extrañado, claro que sí, no importa que haya pasado entre ellos, lo molesto que estaba, no podía simplemente apartar a Jimin de su mente, ni mucho menos de su corazón. Por lo que para él también fue muy duro todo ese tiempo, él estar lejos de Jimin y de sus otros Hyungs.
-¿Puedo pasar?.-Jimin habló, acabando con él silencio que se instauró entre ellos.
¿Cuanto tiempo llevaban metidos en sus pensamientos? ¿Cuando tiempo llevaban ahí parados, uno en frente de otro sin formular palabra?
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Jealous. ∆Jikook∆
FanfictionAmbos son celosos, pero hay algo que los diferencia. Jungkook sabe y puede controlarlos y controlarse a sí mismo, pero Jimin no puede controlarlos ni controlarse a sí mismo.