CAPITULO 17

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Con sus pies desnudos y un poco de vendaje alrededor de ellos, entró a la colchoneta, haciendo notar sus ojos hinchados y rojos, alarmando de inmediato a sus amigos. No tardaron en levantarse de sus asientos e ir a los camerinos donde se suponía estarían más cerca de él.

Nada en Jimin estaba cuerdo, no quería pensar bien, no quería analizar absolutamente nada, la razón era simple. Si lo hacía le dolería demasiado.

Odiaba la vulnerabilidad, y haría lo que sea por aguantar unos minutos más. Lo único que quería era terminar con todo aquello y tirarse a los brazos de Taehyung, él siempre lo comprendía y defendía de todo, era el típico amigo escudo de la sociedad, no hay nada en comparación a sus abrazos, la catarsis llegaba por si misma.

Cuando vio a Chanyeol instalarse al frente de él, el miedo lo invadió. Jamás habían peleado sin protecciones, nunca habían peleado en serio de hecho y prometieron no hacerlo.

¿La promesa?

Se fue a la mierda.

El primer golpe lo había dado Jimin, cada moviemiento iba junto a un leve temblor de músculos, no tenía seguridad ahora en absolutamente nada. Las palabras de Chanyeol habían dado justo en el clavo, su autoestima. Eso ya no existía.

Siempre vió a Baek como su superior, a pesar de ser mas bueno que él en ciertos ámbitos, la envidia hacia el duró por mucho tiempo. Su alegría y radiente personalidad, su barrera contra los comentarios ajenos, nada le importaba. A diferencia de Jimin, cada comentario lo tomaba muy en serio, en extremo.

A punto de golpear el rostro de su novio, Jimin paró de golpe al recordar su primer beso, al recordar que estaban viviendo lo mismo que la vez cuando se conocieron. Todo se repetía, pero estaba seguro que el final sería distinto.

Todos los golpes ahora eran en su contra, en su estómago, piernas y cara. Chanyeol estaba usando su estrategia en su contra. Y joder que dolía, no por el dolor fisico, sino por su pecho, le ardía todo el corazón. Su garganta quemaba por querer soltar todo.

Ahora comprendía todo.

Casi toda su relación se había basado en entrenar.

Los besos habían sido falsos.

Su primer beso fue una mentira.

Todo su tiempo de pareja había sido para el torneo, incluso el suyo propio. El estilo de pelea que tanto le costó aprender lo enseñó como si nada importara a un chico que pensó conocer, a su novio, pero no. Le había abierto su corazón al enemigo.

Tonto, pensó antes de caer a la lona.

Había perdido.

Fin del flashback.

La mandíbula de Jeon estaba más que tensa, sus dientes prácticamente llamaban a quebrarse por la fuerza que usaba, las uñas de sus manos se enterraban en las palmas de las mismas y sus ojos flameaban de rabia.

No podía creer que hubiera alguien que le haya hecho eso a Jimin, parecía un chiste.

Dirigió su mirada a la del chico a su lado, notando un pequeño brillo en sus ojos, un brillo deslizándose por sus mejillas. Estaba llorando.

Un dolor se instaló en el pecho del pelinegro.

Debió haberlo amado mucho.

El sólo hecho de pensar eso hacía estragos en su corazón, si tan solo hubiera llegado antes a la vida de Jimin, pudo haber evitado todos esos sucesos. Pudo haberle evitado todos los llantos y malos ratos, así como también probablemente pudo ocasionarlos el mismo.

Déjame Tenerte Otra Vez [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora