CAPITULO 33

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Después de aquel incidente, el chico español parecía haber quedado completamente cautivado por Jimin. No importaba el lugar: en el gimnasio, el comedor, la sala de prácticas o los recesos recreativos, Jimin sentía constantemente su mirada rondando a su alrededor.

Lamentablemente, sus miradas no dejaban de cruzarse. No era que Jimin fuera introvertido o un retraído social, pero se sentía incómodo con esas miradas fijas. No tenía ganas de interactuar con más personas, especialmente con alguien que lo había llamado "princesa" frente a todos los demás.

—Jimin, es hora de irnos. ¿Te ducharás aquí o en la habitación?- preguntó Baekhyun visiblemente cansado.

—Me ducharé aquí. Tú ve, yo iré cuando termine de ducharme.

—De acuerdo, nos vemos allá- se despidió, el cansancio se apoderó de su cuerpo más que las ganas que tenia de esperar a Jimin.

Quedaba un día para su primera competencia y los nervios lo estaban consumiendo. Su única manera de liberar la frustración era entrenar. Por supuesto, había otra forma, pero hacerlo en el recinto conllevaba una sanción más severa que un simple regaño. No podía buscar alivio sexual en ese instante.

Golpeó el saco de boxeo una última vez y luego partió hacia las duchas. El agua recorriendo sus curvas, su piel sudorosa y el líquido cayendo sobre su cabello lo ayudaron a relajarse. Cada vez que sentía el agua acariciando su piel, de alguna forma se sentía más cerca de Jungkook. Sus encuentros recientes habían ocurrido en la piscina, y ahora no temía entrar al agua, especialmente después de que Jungkook se había tomado el tiempo de cuidarlo cuando estaba sumergido en ella.

Justo cuando se dispuso a enjuagar su cabello escuchó:

—¿Minie?

El sonido de esa voz lo hizo sonreír, y una cálida sensación de felicidad lo invadió. La presencia de Jungkook, incluso solo su voz, tenía el poder de calmarlo.

Jimin cerró la llave, envolvió una toalla alrededor de su cintura y salió del área de las duchas. Jungkook lo esperaba, con una sonrisa en el rostro y los brazos cruzados sobre el pecho. Su pelo estaba ligeramente húmedo, mostrando que había estado entrenando.

—Hola Kook- saludó Jimin, acercándose para darle un tierno beso.

Jungkook cerró los ojos y emitió un suave gemido de placer.

—Mmm, ¿sabes lo genial que se siente venir de la piscina, verte semidesnudo y recibir un beso tuyo?

Jimin rió ante la exageración de Jungkook, golpeándolo suavemente en el pecho. Le dio la espalda y fue hasta el banco donde había dejado su ropa seca.

—No creo que sea tan placentero como verte con tu camiseta pegada al torso —lo miró sobre su hombro cuando acabó de vestirse— ¿Viniste a seducirme un día antes de mi competencia, Kook?

—¿Yo seducirte a ti? —se acercó lentamente y envolvió sus manos en la cintura de Jimin, bajando su cabeza al cuello de Jimin y aspirando su aroma— Es extraño que lo digas siendo que saliste de la ducha con tu abdomen desnudo y te cambiaste de ropa frente a mí.

Jimin no pudo evitar sonreír y relajarse bajo el toque de Jungkook. La tensión que había estado sintiendo se desvanecía con la presencia de su novio.

—Pudiste haberme esperado afuera... Tú decidiste quedarte a mirar —contestó Jimin con los ojos cerrados, disfrutando del tacto de Jungkook.

—Me gusta mirar lo que es mío —dijo Jungkook, deslizando su lengua por el cuello de Jimin, claramente con la intención de dejar una marca.

Déjame Tenerte Otra Vez [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora