Capítulo 18

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JiMin

-Ok, no más alcohol para mí- pensé una vez que desperté con un dolor de cabeza de muerte, pero por más dolor que pudiera tener, yo siempre reconocía mi casa, y en estos momentos no estaba en ella, pues la ventana de mi habitación no estaba, y desde cuando mi cuarto era de color negro.

Me intenté poner de pie para ver en donde carajos estaba, pero todo daba vueltas y terminé cayendo de cara al piso.

-No hagas ruido- escuché que alguien dijo, pero no reconocía la voz, pues todo sonaba distorsionado.

- ¿Dónde estoy? - hablé, pero fue un error, ya que ese acto me causaba más dolor en la cabeza.

-No querrás saberlo- obtuve como respuesta y eso no me gustaba en lo absoluto.

-Ese es mi derecho- dije para intentar sacar información, pero después entendí de que eso no tenía nada que ver con el tema.

Aquella persona que me estaba estresando empezó a reír, y aquel sonido se acercaba cada vez a donde yo estaba tirado.

-Enano, ¿ya me reconoces? - preguntó y me dio una odiosa sonrisa.

Pestañee varias veces para ver si lo que estaba pasando era un sueño, pero desgraciadamente no lo era, yo estaba en la habitación de JungKook.

- ¿Qué hago aquí? - pregunté y empecé a intentar sentarme, puesto que las ganas de vomitar habían aparecido.

-Pues ayer tomaste más de lo debido, e hiciste un berrinche, no querías ir a ningún sitio y a la final te quedaste dormido, como todos estábamos cansados NamJoon nos trajo a mi casa, y te cargo para dejarte en el primer cuarto que vio disponible, el cual cómo puedes ver, fue el mío- dijo todo tan fluido y tranquilo, que no me daba para nada buena espina.

Cada palabra que decía JungKook literal retumbaba en mi cabeza, pero también me hacía sentir vergüenza, era la primera vez que salía con lo que podrían llamarse mis amigos y lo había dañado todo, pequeños flashbacks venían de golpe a mi cabeza, pero uno en particular me hizo querer suicidarme.

-Lo siento- fue lo único que pude decir, por mis ganas de vomitar.

JungKook se alejó un poco de mí, y pensé que iba a irse, pero a cambio de eso comenzó a scanearme y ya sabía por dónde iba el asunto.

- ¿Recuerdas algo de ayer? - preguntó a mi parecer con algo de vergüenza y miedo.

-Ammm no- respondí, aunque sabía perfectamente a que se refería.

-Ok- respondió aliviado- baja a desayunar para que luego tomes una pastilla para tu resaca.

JungKook salió de la habitación, y realmente seguía sin creer lo que había hecho.

-Eres un idiota JiMin- dije para mí mismo- ¿Cómo pudiste besarlo?

JungKook

-Genial- pensé más tranquilo- no lo recuerda.

Había pasado toda la noche con la idea de que el enano pudiera recordar sus locas acciones, pues aunque sabía perfectamente que había sido por el alcohol, no me sentía para nada bien, como nadie despertaba aún o quizás si lo habían hecho pero estaban de vagos tirados en la cama, intenté aprovechar para desayunar en paz, pero apenas me senté a comer todos aparecieron de golpe.

-Buenos días- se dijeron todos a todos, con una cara de muertos vivientes.

NamJoon y Jin venían prácticamente convirtiéndose en un solo ser, pero cuando el segundo me vió, puso en segundo plano su fusión y prácticamente corrió hacía a mí, dejando a Nam en las nubes.

-No le hiciste nada ¿verdad? - pregunto Jin, con una clara advertencia de "si le hiciste algo, te mato" y me parecía en serio absurdo.

-Jin, sabes perfectamente que al vernos no específicamente queremos regalarnos galletitas de chocolate, a menos de que estas tengan veneno- dije descartando obviamente lo ocurrido la noche anterior.

Dicho eso Jin solo se limitó a lanzarme una mirada de madre enojada, y regresó a lado de su novio, para sentarse a desayunar.

-Buenos días- fue el último saludo de la mañana, y fue de parte de JiMin, al llegar al comedor.

Giré para verlo, pero el raramente ya lo estaba haciendo, nuestras miradas se conectaron por un momento, pero el enano rompió la conexión y fue al asiento más alejado que había de mí.

-Espero que me hayas dicho la verdad- pensé- no quiero lidiar con uno más de tus berrinches.

Después de eso todos empezamos a comer, a hablar acerca de lo que había pasado en la discoteca, y a reír, pero JiMin nunca habló durante ese tiempo, y fue tanto así, que nadie se dio cuanta cuando él ya se había ido. 

Eres un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora