Capítulo 32

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JiMin

La noche para el bien de mis nervios, había transcurrido de manera tranquila y divertida, a excepción de un par de camareras que comenzaron a coquetear con nosotros, y que, para mala suerte, se encargaron de traer nuestras comidas.

-Kookie- dije al tiempo de que una de las camareras se le acercó demasiado a JungKook.

-Dime, bebé- respondió con el mismo grado de melosidad al ver lo que intentaba hacer la "tierna y dulce" camarera.

Esta al sentir el ambiente, se alejó disimuladamente y fue diciendo cosas que no entendía con el ceño fruncido.

-Que regalada- susurré para mí mismo.

-JiMin celoso- dijo JungKook y apretó mis mejillas.

JungKook comenzó a reír al hacer muecas apretando más mis mejillas y eso comenzaba a doler.

-Hey- dije como pude- eso duele.

JungKook alejó sus manos y yo empecé a acariciar mis mejillas, pero al hacerlo me di cuenta que JungKook me estaba viendo con una gran sonrisa.

-Te quiero- dijo de repente, y yo dejé mis mejillas para verlo rápidamente, pues en raras ocasiones nos decíamos esas cosas, y la verdad atesoraba mucho ese acto.

-Yo también- dije y le sonreí- yo también te quiero.

Sin importarme ya nadie del restaurante, ni las camareras o los demás clientes, me acerqué a JungKook y lo besé, y como esperaba a él tampoco le importó mucho, porque me correspondió el beso e inclusive lo intensificó.

-Gracias por la comida- dije una vez que me separé de él.

-No debes agradecer nada- dijo y terminó dándome un beso en la punta de la nariz- pero, mejor vámonos de aquí, tenemos la habitación más bonita.

JungKook tomó mi mano, y me jaló, obligándome a caminar a su lado, cosa que no me molesto en lo absoluto, pero que a cierta camarera sí, JungKook me dirigió a un ascensor y antes de que este cerrara sus puertas, le di una última mirada a esa mujer, y esta literal quiso tirarme el plato que llevaba encima, y sí, gane la pelea, el ascensor se detuvo en el último piso del edificio, y este constaba de un pasillo largo, lleno de puertas a los costados, JungKook me llevó hacía la última puerta, y al abrirla, la verdad me quedé maravillado, y quizás tenía razón, teníamos la habitación más bonita.

- ¿Te gusta? - preguntó algo nervioso.

-Está hermosa- respondí inmediatamente.

JungKook sonrió ante mi respuesta, y se acercó para besarme, uno corto, pero no menos importante a mi lista mental de besos con JungKook.

Comenzamos a ver la habitación, yo más que todo, y JungKook solo se quedó apoyado en una pared viéndome como yo sonreía por cada cosa que encontraba.

-JiMin- llamó, y gire para verlo.

Este se acercó a mí con una pequeña sonrisa, cuando llego a mí, me miró por un momento a los ojos y luego me besó, haciendo que pase mis brazos alrededor de su cuello, y el puso sus manos sobre mis caderas.

-No me hagas esperar más- susurró sobre mis labios, una vez que nos separamos.

Y la verdad yo no entendía de lo que estaba hablando, pero antes de darle una respuesta Jungkook volvió a besarme, pero esta vez era distinto, pues en medio del beso comenzó a sacarme la chaqueta y entonces ya pude comprender a que se refería, pues recién mi cabecita empezaba a unir cabos, pero a pesar de eso no me resistí, pues Jin me había dicho que esto podía ocurrir.

-No haré nada que no quieras- habló- pero esta noche por favor sé mío.

Y nuevamente sin dejarme responder, volvió a besarme.

Eres un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora