Capítulo 20

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JungKook

Unos días después

Sinceramente desde que había visto a JiMin y a Jackson juntos, me había comenzado a estresar y me sentía intranquilo, aunque no encontraba el motivo.

-Es uno de mis guardias más confiables- pensé- no puedo despedirlo.

Me puse a recapacitar por un momento y todo apuntaba a que debía encontrar la forma en la que le pueda hacer entender a Jackson de que usar los autos de mi propiedad para su uso personal, no era permitido, pero lo único que me venía a la mente era descontarle el sueldo, aunque también entendía de que eso no le iba afectar en lo más mínimo, debía encontrar otra manera, y la verdad aún no comprendía si me molestaba lo del auto, o era algo más, eso ya me estaba fastidiando más de lo normal, hasta que la gran idea de mi vida se me había ocurrido, así que sin esperar más llamé a Jackson, él en serio iba a terminar mal.

-Jackson- dije una vez que me contestó- te quiero en mi oficina en 5 minutos.

Colgué la llamada, y sonreí, con eso me iba a divertir un rato.

5 minutos después

Los golpes en la puerta me hicieron salir de mi mundo alterno, el cual era los videojuegos, y comencé a recordar lo que iba a hacer, al tenerlo ya todo planeado, respire e hice que el juego con Jackson comenzara.

-Pase- grité.

Jackson sin esperar más invitación, entró, y su expresión era la misma de siempre, lo que no sabía era de que en ese momento la iba a cambiar.

-Hola- saludé alegre- toma asiento.

Jackson me miro extrañado, y sentí que estaba pensando de que ya me había vuelto loco.

-No, gracias señor, así estoy bien- respondió.

Pero a pesar de tal rechazo, mi sonrisa no se iba.

-Como quieras- dije y empecé a jugar con el bolígrafo que tenía cerca- la verdad solo quería hacerte una pregunta.

Dejé el bolígrafo a un lado, me puse de pie y comencé a caminar a paso lento.

-Tengo entendido que, en dos ocasiones, sin ninguna orden, has usado uno de mis coches, y te has llevado a JiMin, ¿sabes cuantos problemas me ha causado eso? - pregunté

-No señor, disculpe mis acciones apresuradas- fue lo único que respondió, no hubieron excusas y eso me gustaba de él, era muy directo.

-Si claro, te disculpo- dije- pero debo buscar la manera para que entiendas de que no debes hacer nada si no te lo ordeno.

-Tome la mejor decisión- respondió.

- ¿Estás seguro de eso? - pregunté apunto de destruirle la cordura.

Tomé el teléfono con alegría y comencé a buscar un número en particular, cuando lo encontré se lo enseñé y todos los honoríficos desaparecieron por completo.

-No te atreverías Jeon JungKook- dijo de golpe y el miedo se reflejaba en sus ojos.

-Sabes que si lo haría- dije con notoria satisfacción.

Jackson comenzó a desesperarse, y sus manos comenzaron a tener un tic.

-Lo siento ok, no volveré a tomar tu auto, y tampoco volveré a llevarme a JiMin, pero por el amor de todos los santos, no llames- dijo súper rápido.

En serio esto me estaba divirtiendo demasiado, pues siempre fui bueno usando los puntos débiles de las personas.

- ¿Vas a ser más obediente? - pregunté aún siguiendo el juego.

-Si- respondió un poco calmado al ver que estaba dejando el celular en el escritorio.

-Bueno- dije, pero eso no iba a acabar allí- aunque, la mala noticia es, de que ya estaba decidido.

Jackson volvió a reflejar una mirada de pánico, al notar que ya estaba marcando y hasta sentía que iba a cometer homicidio, pues ya no había vuelta atrás.

-Hola, Mark- saludé- tengo una misión para ti.

Al cortar la llamada tras esa corta frase, me fijé nuevamente en Jackson y este, estaba en serio pálido.

-Serás hijo de puta- casi gritó.

-Respeta a tu jefe- respondí fingiendo enojo.

Jackson murmuro algo que no entendí, me lanzó una mirada de odio, y salió de la oficina casi tumbando la puerta.

-Esto es tan divertido- hablé y me senté frente al escritorio- ahora solo me falta encargarme del enano.

Y mientras buscaba la forma más tranquila para hacer que el enano firme, la puerta sonó.

-Pase- grité.

- ¿Qué desea señor? - preguntó Mark.

Y la verdad llamar a Mark solo era parte del plan para molestar a Jackson, no tenía ni una misión para él, pero luego de pensar en JiMin, se me había ocurrido la segunda mejor idea de mi vida.

-Tráeme a Park JiMin.

Al escuchar mi pedido Mark solo asintió y salió de la oficina, pues con él me sentía seguro, ya que, a pesar de sus rasgos suaves, Mark nunca fallaba. 

Eres un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora