JungKook
- ¿Me acompañas? - preguntó NamJoon.
-No- dije decidido y le di los últimos retoques a mi cabello- aún no quiero ver a cierto tormento.
NamJoon para mi sorpresa se giró ofendido, y me tiró lo primero que encontró a su paso.
- ¡Hey! - gritó- respeta a mi novio.
Puse los ojos en blanco y volteé a ver a NamJoon.
-Sabes que no me refiero a Jin- dije- sino a cierto enano rubio y fastidioso que no quiere firmar un estúpido papel.
NamJoon ya entendiendo el punto de la conversación, cambió su mueca por una sonora risa y comenzó a mover su cabeza en signo de desaprobación.
-Te veo en la discoteca entonces- dijo y salió de la habitación aún riéndose.
-Idiota- pensé y me tumbé en la cama para esperar a YoonGi, ya que YuGyeom y BamBam se iban a ir con NamJoon.
-Es hora- escuché a YoonGi gritar apenas abrió la puerta.
-No grites- reté por el pequeño susto que me había dado, y me puse de pie.
-Pero después de todo-dijo y se apoyó en el umbral de la puerta- ¿Quién nos va a llevar?
Miré a YoonGi extrañado, y entonces entendí que mis sospechas eran ciertas, esto no iba a salir bien.
- ¿No trajiste tu carro? - pregunté algo esperanzado.
-Pues no- dijo como si fuera súper obvio- si lo hubiera traído, no hubiera podido beber.
Maldije a YoonGi mil veces antes de hablar, y lo hice controlándome un poco.
-YoonGi- dije algo calmado- No hay nadie más aquí que nos lleve.
Y fue en ese punto de la conversación que cierto ser entendió que estábamos en un lío.
- ¿Ahora qué haremos? - preguntó y comenzó a caminar de un lado a otro- me vestí muy bien como para no salir hoy- comentó como si fuera el problema mayor.
Comenzamos a pensar en muchas formas de llegar, puesto que justo en ese momento todos mis choferes estaban en algún otro sitio y no podían ir a vernos, y NamJoon de seguro que no iba a querer regresar, y la verdad no se nos ocurría nada útil, ya después de unos minutos nos estábamos resignando en quedarnos viendo películas y comer helado toda la noche, hasta que una luz de esperanza apareció frente a nosotros.
- ¿Qué hacen aún aquí? - preguntó el secretario Im quien cabe recalcar apareció de la mismísima nada- ¿No iban a salir hoy?
YoonGi y yo no sabíamos que responder porque la verdad habíamos hecho una burrada grandísima, y al parecer el secretario Im lo entendió.
- ¿Quieren que los lleve? - preguntó con su cara seria de siempre.
Los dos nos quedamos en un trance por un momento, por el acto raro que estaba ocurriendo, y la verdad seguíamos sin responder.
- ¿Quieren que cambie de opinión? - volvió a preguntar, y comenzó a salir de la habitación.
Y con tal pregunta, toda duda desapareció de nosotros, pues que haya pasado eso indicaba que la noche no iba a estar tan mala.
- ¡NO! - gritamos al mismo tiempo.
-Entonces vamos- dijo y comenzó a caminar hasta las escaleras.
- ¿Qué le pasa? - pregunto YoonGi en voz baja.
-No lo sé- respondí- pero si no quieres que nos deje es mejor bajar ahora.
Tanto él como yo entendíamos lo que debíamos hacer y prácticamente salimos corriendo, para que al llegar encontremos al secretario Im en el auto, con cara de querer matar a alguien.
-Me están haciendo arrepentirme de esto- dijo lo suficientemente alto como para que lo escuchemos.
-Ahí vamos- dijimos y subimos de un salto al auto.
El secretario Im puso en marcha este, y mientras que en YoonGi se veía una cara de extrema felicidad, yo aún seguía en el pensamiento de que algo iba a pasar.
JiMin
-La música está genial- comentó Jin, para luego salir nuevamente a bailar con su novio, dejándome solo.
Pues desde que habíamos llegado, prácticamente me había hecho uno con el banco en el que me senté, porque mientras todos bailaban y se divertían, incluído TaeHyung quién a última hora se había colado a la salida, yo ya llevaba unos 10 vasos con agua en el mismo sitio, de pronto un acelerado TaeHyung llego a mi lado, y comenzó a reírse como foca retrasada.
-Es guapísimo- dijo entre su ataque.
-Que bien- respondí ya sabiendo de quien se trataba, pues desde que habíamos llegado Tae se flecho con el mesero alto y peli naranja con sonrisa perfecta, y comenzó a coquetearle descaradamente.
Este al escuchar mi respuesta solo comenzó a reírse nuevamente y se acercó otra vez al mesero, a quien no le parecía molestar la presencia y cercanía de Tae, la verdad el siguiente vaso con agua lo iba a brindar por ellos.
- ¿Te estás divirtiendo? - preguntó la única persona que, en esos momentos, ni en ningún otro quería que me hablara.
-Claro- dije sarcásticamente, y le di un sorbo a mi vaso con agua.
-Enano, hoy no quiero peleas- dijo tranquilamente.
-Aunque digas eso acabas de iniciar una- dije y lo encare- deja de llamarme enano.
JungKook sonrió de medio lado y desordeno mi cabello.
-Hasta luego enano- dijo y dejo mi cabello en paz- creo que yo si me voy a divertir un rato.
Dicho eso JungKook se alejó, y fue directamente a un grupo de chicas en donde destacaba una rubia, de estatura mediana y ojos verdes, quien le sonrió cuando el pelinegro llego.
-Púdrete- susurre enojado.
Pero por alguna razón no humana, simplemente no podía dejar de ver la escena, la mano de JungKook en el rostro de la chica, y la cercanía que tenían cada vez se iba acortando más.
-Aléjate- dije inconscientemente- es a mí a quien estas persiguiendo.
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Eres un idiota
أدب الهواةJiMin, joven de 18 años, muy tímido e inseguro para su edad, con miedo de tener amigos y totalmente solo, pues nunca conoció a sus padres, ni tíos, ni primos, ni absolutamente nada, y creció con la ayuda de una anciana la cual murió cuando JiMin ten...