Capítulo 36

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JungKook

-Mark- llamé.

-Dígame, joven Jeon- respondió inmediatamente.

-Llévame a la casa de JiMin, no quiero estar aquí cuando YoungJae salga de la oficina.

Y sin expresión alguna como era típico de Mark, caminó hacia el auto, acto que yo también repetí. El camino a casa de JiMin fue bastante tranquilo, pues Mark siempre había sido un chico de pocas palabras, a pesar de su cara tierna según Jackson.

-Llegamos- anunció Mark.

-Te llamaré para que vengas a recogerme- respondí.

Pero algo nada usual ocurrió en ese momento, Mark tuvo un pequeño sonrojo en su rostro.

- ¿Podría por favor llamar a JinYoung para que lo venga a recoger?, hoy tengo una situación que resolver.

Y dicho eso, giró su rostro, esperó a que bajara y se fue tan rápido que de verdad me sorprendió, intentando sacar ese raro suceso de mi cabeza, caminé hacia la casa y toqué el timbre. Cuando la puerta se abrió, una hermosa criatura salió.

-JungKook- dijo sorprendido y sonrió haciendo que sus ojitos se perdieran.

Nunca en mi vida había visto algo tan tierno, pues JiMin tenía un abrigo mucho más grande que él, y tal cosa le llegaba hasta los muslos, causando también que sus manitas se perdieran en las mangas.

-Hola bebé- dije y me acerqué para abrazarlo y acto seguido besarlo- sabes a chocolate- comenté una vez que nos separamos.

-Es que hoy me dieron muchas ganas de comer chocolate- dijo- creo que me he comido una caja entera.

JiMin comenzó a sonreír y ese solo acto me hizo derretir, pues su sonrisa era simplemente hermosa.

-Mejor entremos- sugerí ya con una idea en la cabeza.

Tomé la mano de JiMin, entré, cerré la puerta y nos dirigimos a la sala, me senté en el sofá, y senté a JiMin encima de mis piernas, mirando para el frente, así abrazándolo por su cintura.

- ¿Q.. qué haces?- preguntó nervioso por mi repentino acto.

-Solo cuido a mi bebé- dije y besé su cuello.

-Yo no soy ningún bebé- reprochó y se zafó del abrazo para ponerse de pie y mirarme con sus mejillas infladas- tú eres el bebé.

JiMin me dió la espalda cruzando sus brazos y eso me dió oportunidad para volver a sentarlo en mis piernas.

-Que sea menor que tú, no significa que sea un bebé- dije sonriendo- además quien tiene aspecto de mayor, soy yo.

JiMin iba a refutar mis palabras, pero al contrario de eso, cubrió su boca, se puso de pie y salió corriendo a lo que parecía era el baño.

- ¿JiMin? - pregunté asustado.

-Estoy bien- gritó desde aquel cuarto.

Pero aquel comportamiento me preocupó mucho, pues no era algo normal, caminé hacia el sitio en donde se había ido JiMin, y lo vi arrodillado frente al retrete.

- ¿Estabas vomitando? - preguntó asustado aún más.

-Creo que he comido mucho chocolate- dijo y me regaló una débil sonrisa.

Lo ayudé a ponerse de pie, para luego limpiar su rostro y subir a su habitación.

-Debes descansar- dije y lo acosté en la cama.

-Estoy bien, de verdad- respondió.

-Igual deberás visitar a un médico pronto- advertí.

-Lo haré- dijo y tomó mi mano- pero ahora solo acuéstate junto a mí y durmamos un poco.

Al hacer lo que JiMin me pidió, este se acurrucó en mi pecho y sin darme cuenta nos quedamos dormidos, durante casi todo el día, pues nuestros cuerpos abrazados encajaban a la perfección y la verdad eso me encantaba, ya que era la persona que en realidad amaba. 

Eres un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora