It Was Always You [Libro 1] ✔

Todo Fue Una Trampa

[Primer Arco]

Midori y Agil se encontraban en la hacienda, el hombre mayor pedía trabajo para su compañera pero al parecer Kirito le disgustaba esto, ¿Como le daría empleo a una señora que ayudó a su esposa a escapar? Suena ridículo.

— Así es Kirito, ella quiere un hogar y trabajo para mantenerse, ¿Crees que le puedes ofrecer algo?.

— Lo dudo, Agil. Aquí no tenemos lugar para los que ayuden a escapar a otros —dijo Kazuto lanzándole una mirada fría.

Agil no entendía nada pero Midori si que estaba al tanto de lo que había ocurrido.

—Por favor, ella no tiene adónde ir...

—No te preocupes Agil, si el señor dice que no hay trabajo, lo entiendo.

En eso, Asuna se acercó a los que hablaban, se plantó al lado de su esposo viendo a la mujer que la ayudó.

—Agil, te presento a mi esposa Asuna, Asuna el es un gran amigo de la familia, Agil—introdujo cordialmente a su esposa.

—Un gusto en conocerla señora Asuna—hizo la reverencia de presentación al igual que la mujer a su lado.

—El gusto es mío—Asuna inclino un poco su cabeza—¿Que pasa aquí?.

—Pues venía a buscar trabajo para Midori-san.

—Ya dije que aquí no hay trabajo para ella—Kirito lo interrumpió.

—¿Por que no?—inquirió la castaña.

—Porque no y ya.

—No se preocupe señora, yo puedo buscar otro trabajo en otro lugar.

—No, no quiero que este en otro lugar. Puede ser mi dama de compañía—No sabía porque, pero esa mujer que tenía adelante la atraía, había algo que le llamaba la atención, aparte que se veía muy simpática.

—Ya tienes a Silica o Lizbeth.

—Por favor, deja que se quede—la chica hizo un puchero viendo a los ojos a su marido, esperando que le hiciera caso.

Kirito dudo unos segundos, pero viendo esos bellos ojos y lindas mejillas infladas accedió—Esta bien...Puede quedarse.

—¿De...verdad?—los ojos de Midori brillaron.

—Si, claro. Entre, las demás le dirán que hacer.

—Muchas gracias Kirigaya-san, con permiso—ella entró.

—Bueno, yo me retiro—reverencio y dejo a ambos solos.

—Vaya...el señor Kazuto si que debe quererla mucho para permitir eso—comento Sachi que miraba todo lo ocurrido.

—Solo lo hizo por quedar bien—se encogió de hombros.

La chica a su lado la miró unos minutos para seguir caminando a su lado.

—¿Trató de escapar?.

—¡Claro! Si vieras lo descargada que fue, esa mujer me vuelve loco pero no de la buena locura.