Adiós

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[Tercer Arco]

 la hacienda Mills, el dueño estaba preocupado al no encontrar por ahí a su hija consentida, Lily solía esconderse por toda la casa, pero esta vez no había rastros de ella.

— No deberías de mimarla tanto, mira que sólo sabe desobedecernos y corromper a su hermana. — riñe su esposa.

— No me gusta...rependerla, no se cuanto tiempo nos va a durar, prometo que hablaré con ella. — habla con pesar.

— Eso espero...

Lejos de ahí podemos ver a Sachi subiendo hasta su recámara que comparte con su prima, traía un vino y algo de comida para compartir, abrió encontrándose con Alice mirando fijamente la botellita que contenía una arma.

— No se que tanto ves eso, si lo usas pues hazlo y ya. — en eso tocaron la puerta, cuando la abrió ahí estaba un rubio muy peculiar — ¿Eugeo?

— Buen día, busco a Alice.

La mencionada volteó la cabeza para ver, aquel chico que siempre consideró su amigo, hace mucho que no lo veía y sinceramente no sabía como hablarle de nuevo, pues este no sabía que estaba flechada por el chico de ojos negros, se levantó para salir de la habitación.

— Eugeo...es, bueno verte. — articuló jugando con sus manos. — ¿Qué haces aquí?

— ¿Que hago aquí? Oye tu me has estado ignorando todo este tiempo, no se donde quedó la niña que nunca se despegaba de mi. — le sacudió el cabello.

— He estado...en el hospital, ahora Kirito me ofreció ser la administradora de sus empresas, por eso. — dijo con vacilación, ahora que lo miraba bien, se había puesto muy atractivo, sus ojos seguían siendo los mismos.

— Alice quiero recuperar mi amistad contigo, últimamente te la pasas mucho con él. — se cruzó de brazos alzando una ceja, con leves celos.

«No me digan que esta celoso...no, imposible.»

— Sino mal recuerdas tu te fuiste dejándonos solos, Kirito vio por mi y ahora es como mi jefe.

— Minetaka me echó de aquí a golpes, no quería dejarte ni a ese idiota, pero no tenía otra opción. Pero regresé. — por ti — No dejaré que te me escapes.

— Eugeo, — suspiro mordiendo su labio inferior — Creo que es buena idea que seamos amigos de nuevo.

El rubio se quedó en silencio por unos nanosegundos — No hay problema.

— Bien. — junto sus manos sonriendo. — Entonces nos vemos. — se dio la vuelta y cerró la puerta tras de si.

— Yo no quería ser tu amigo...— susurra yéndose.

Cuando se dieron cuenta que Lily no estaba, Agil mandó a buscarla donde sea, ya que su auto tampoco estaba. Mientras se hacía esto, lejos de el pueblo la chica de ojos castaños discutía con Takeshi.

— Lily-san esto no es bueno. — aconsejó cansado.

— Sólo Lily. — pidió ella conduciendo. — Ya es tarde para regresar, ya han notado mi ausencia.

— Entonces asumo mi responsabilidad.

— Si volvemos, lo arrestaran y a mi me castigaran de por vida, además de la deshonra a mi familia. En cambio mi madrina entenderá todo. Luego cuando se solucione, podrá irse...

— Esta experiencia será como un regalo para mi. — le sonrió.

Ambos partieron hacia Kioto. En la hacienda Kirigaya, la castaña se encontraba apoyada en la pared con una prueba de embarazo en sus manos, ansiosa quería que aparecieran las dos rallitas que le confirmaban un milagro, mientras posaba la mano izquierda en su vientre, pasaron los minutos hasta que su cara se iluminó, salió hasta donde estaba su tía.

It Was Always You [Libro 1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora