¿Enamorado de un chico? Ben Drowned y Tú [Completa]

Capítulo 25

Todos estaban afuera. La casa era enorme y alrededor estaba libre de árboles, como una especie de patio. Slenderman dijo que era mejor que luchemos allí.

Jeff.- Fue lindo conocerte, Dereck. Sobretodo por las cervezas de ayer.

Eyeless.- A pesar del poco tiempo que te conocí, me caiste bien. Creo que te voy a extrañar.

Yo.- ¿Tan poca fe tiene en mí? — los dos asintieron.

Eyeless.- Si quieres te puedo prestar mi cuchillo. Con él he matado a muchas personas. Te servirá de algo — me dio su cuchillo. Tenía el mango de color negro y al lado del mango, tenía las iniciales "EJ".

Yo.- ¿Seguro?

Eyeless.- Sí, de todas formas tengo uno nuevo — me enseñó otro cuchillo igual al que me dio —. Es más, si quieres, te lo regalo. 

Jeff.- ¿Y sigues con los regalos? ¿Por qué a ella sí? Insisto, tienes un problema con que yo sea blanco y tú negro, ¿verdad? Me discriminas por mi color de piel y por eso no me das regalos. Que sepas que eres la peor persona que he conocido en toda mi vida. Ójala y te mueras.

Eyeless.- Te recuerdo que yo ya estoy muerto.

Jeff.- Pues deseo que te mueras otra vez — Eyeless rodó los ojos y se alejó de Jeff.

Slenderman.- ¿Lista?

Yo.- No, pero no hay más tiempo. Quiero terminar rápido con esto — me puse delante de él. Todos se pusieron en círculo lo suficientemente alejados. Slenderman me ganaba en estatura — Nada de poderes y proxys.

Slenderman.- Creeme que no hace falta. Empieza tú, las damas primero — respiré hondo. Estaba un poco nerviosa.

   Tranquilo, Dereck. No te pasará nada. Te has enfrentado a personas más altas y fuertes que él y has ganado. Slenderman sin su poderes y ayudantes, es un simple humano, no te hará nada. Vas a ganar, vas a vivir, lo verás disculparse y Ben podrá estar en paz... Después de esto, Ben tendrá que hacerme un altar...

   Sonreí, me acerqué lentamente a él con el cuchillo que me dio Eyeless. Intenté no mirarlo a la "cara". No tenía nada, así que sólo me distraería. Con personas normales siempre los miro a los ojos, ellos solos se delatan de donde atacarán, así que eso lo hacía fácil, pero él no tenía absolutamente nada. Lo único por lo que podía guiarme era por el movimiento de sus brazos y piernas.

   El hizo una pierna hacia atrás. Yo me detuve y miré sus brazos. Estaba totalmente quietos. Ni siquiera parecía que respirara. De repente tuve una idea. Podía ser de las mejores ideas que he tenido o de las peores.

   Me senté en el pasto. Miré de reojo a los demás, estaban confundidos.

— ¿No piensas atacarlo? — dijo la misma tipa, creo se llamaba Nina. Escuché que se rió — Muy valiente para insultarlo, pero cuando van a pelear, se pone de cobarde — Ok, Nina definitivamente jamás me caerá bien. Si salgo viva de aquí, tendré una pelea pendiente con Nina.

   Tomé una piedra que estaba a mi lado y se la aventé a Nina. Ella se quejó. De repente vi a Slenderman moverse, se estaba acercando. Me levanté rápido y cuando estaba delante de mí, le dí una patada en la entrepierna. Él se agachó un poco, puse mis manos en su espalda y lo agaché más hasta que alcancé su cara con mi rodilla y le di varias veces hasta que me tomó de los tobillos.

   Él me cargo, estaba al revés. Me acercó a él.

Slenderman.- ¿En serio crees que me vas a ganar? 

Yo.- No creo — apreté el cuchillo — Voy a ganar — le corté la mano con el cuchillo. Él me soltó y caí de espalda. No le sangró mucho, de inmediato dejó de sangrarle — Eso es trampa, estás usando tu reeneración — me dió una patada en el estómago. Sentí que me sacó el aire. Me levanté rápido. Lo primero que aprendí de las peleas es no agacharme, ya que siempre aprovechan para dar rodillazos o puñetazos en el estómago.