16. Último primer día.

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Corro desesperadamente por el bosque, siento que en cualquier momento él me tomará de los brazos y me lanzará lejos para romperme en mil pedazos, sus gritos logran asustarme y con eso no hay tiempo para descansar, mis ojos se encuentran cansados y ya ven con dificultad, mis piernas, casi no las siento, me voy a caer y todo terminará, pero para mí, a alguien más le hará daño después de mí, no puedo permitirlo.

—¡¡Te mataré, a ti y a todos los que amas!!

Ese estruendoso grito logró que llorara a mares, las lágrimas terminaron de nublar mi vista, caí de rodillas sobre el piso cubierto por ramas, hojas y piedras. El dolor jamás lo sentí, solo quería llorar. La presencia de alguien más logró ponerme totalmente en alerta, estaba muy asustada. Me di la vuelta dispuesta a aceptar lo que venía, mis ojos estaban cerrados, al abrirlos lo que vi fue totalmente diferente.

Una persona. Un chico. Quien solo mostraba una tierna sonrisa, sus ojos mostraban tal ternura, pero él estaba enmascarado, el chico estaba de pie tendiéndome la mano.

No tengas miedo. —No emito ningún sonido o frase o palabra, nada, estaba asombrada. —Ven conmigo. No te haré daño. —Al ver que sus intentos para que me acercará no funcionaron dijo: —Toma mi mano. —Y solo me quede observando al suelo. —¿Confías en mí?

Y entonces miré sus ojos...

—¡¡Arriba!! ¡¡Todo el mundo arriba, primer día de...!! Un momento ¿Ross, Mike y Scott? ¡¡Chicas, primer día de escuela!! ¡¡Chicos, último primer día!!

¡Ah! ¿¡Por qué?! ¡Estaba dispuesta a tomarle la mano al desconocido chico!

Luego de maldecir y tomar la decisión (Horrible decisión) de levantarme y ducharme para poder ir a la fastidiosa escuela, escuche llantos de mujeres.

Carajo.

De verdad, creí que el verano duraría más, es completamente increíble, no duró nada. Luego de nuestro viaje a Londres, volvimos a casa, donde todos, absolutamente todos casi nos matan con sus abrazos y todo lo demás que implica un saludo cariñoso de familia. Sobre todo, de mi familia.

Hicieron un par de cambios, no muchos, ni tampoco notables.

Uno de ellos es que Amélie se fue de vuelta a su nación, triste, pero prometió que volvería. Así que Dylan ya no esta tan mal, hablan mucho por videollamada, así de alguna manera se sienten juntos.

Y respecto a mí, la ida a otro país, a otro continente me dejo con idea de querer viajar y conocer, descubrir, explorar y muchas otras cosas más, de verdad que lo quiero. Por otro, las cosas se complicaron un poco con el tema de la primera misión con el Ratman, Antonia y mamá se enteraron de dicho suceso, pues, bueno... algunos hombres durmieron en el sofá por unas semanas.

Con respecto a los chicos de voces robóticas, no supimos nada, según, por lo que entiendo grabaron nuestra pelea (Y los muy imbéciles no pudieron ayudar, ¿No veían que nos daban la paliza de nuestra vida?) Y sus movimientos ya se conocían, pero aun así no dieron con las personas para las que trabajan. Papá tenía una idea, no me dijo, ni a Scott, pero si a Chase. Los escuché conversando en el cuarto que era de papá.

-Estás loco, ya pasó.

-Tú los viste, además, si esos malditos guardias que apresaron a nuestros hijos, no quisieron decir ni una porquería es porque algo pasa. Saben.

-No, Eliot, creo que estas paranoico.

-No, Chase, yo sé, pero sea así o no, debemos estar listos. Para pelear o para huir.

Trabajando Con El Idiota #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora