30. ¿Le aceptas la salida a este cliché?

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Cierro con pesar la puerta de mi casillero. No es mi mejor día, la mayoría de los chicos se fueron sin mí a la escuela, pensé que el tema lo arreglaríamos entre los tres, al parecer no.

Mike y Rydel se fueron con las hermanitas y Ross, quien me dejó con mensaje de perdón por eso, que hablaría conmigo, bla, bla. Tara y Ami me dijeron que ellos se levantaron temprano para ir con Rydel y Mike a la escuela.

Mencionaron también que no creían mucho, hablarían con Mike para ver qué era lo que pasaba.

El "no creemos mucho" fue lo mismo que dijeran que lo había hecho, porque sabía que había una parte de la historia no me creían. Tara me pregunto por cuando me agitada en el baile, supongo que eso fue un punto a favor de la versión de la historia inexistente de Mike. Eso solo está entre ella y yo. Ami dijo que convencería a Rydel de hablar conmigo. Espero que los poderes de la rubia menor hagan efecto, que quiera escucharme.

Shane, Mason, Scott y Julie fueron quienes se quedaron a esperarme, me sorprendió de la mayor, no porque no creyera en mí, sino porque la chica debía dar clases. Se lo agradecí a los chicos londinenses y a la rata, les dije que no había problema si se querían ir con los demás al otro día, aunque insistieron en venir conmigo los días que fueran necesarios, me pareció una total ternura de su parte.

Nuestros padres serían quienes no opinarían del tema, cada quien sabrá si creen las versionas de sus hijos o sobrinos, lo que me pareció lo más correcto. No es un tema que los compete a ellos y hay veces que los adultos se ponen un tanto más intenso en las discusiones de niños o adolescentes. Nosotros podríamos arreglarlos, a ellos les quedará la idea de seguir en drama y conozco a nuestros adultos, son muy amantes del "bardo".

"Arréglenlo entre ustedes" dijo mamá, mientras desayunaba, tía Lore y tío James no me trataron diferente, lo cual agradecí y me emocionó, no lo demostré, lo mismo ocurrió con tía Sabri y tío Luke. No estaba tan mal después de todo.

—¿Dónde están las chicas? —interroga mi ex mejor amiga, distrayéndome de mis pensamientos.

—Supongo que, por ahí, Tessa —respondo revisando mi libro. No quiero hablar con nadie, espero que entienda el mensaje.

—Siempre están juntas —Y no lo entendió.

— ¿Qué quieres Tessa?

—Te vi y pues parecías triste, no estás muy amigable que digamos. —Suspira alzando ambas cejas.

—Cosas de la casa, Tess.

— ¿Sobre el beso con Mike? —Me paré en seco cuando ella mencionó ese asunto.

— ¿Quién te dijo eso? —pregunto, ¿será de eso lo que hablaban con Rydel cuando veníamos de vuelta?

— ¿Entonces es cierto? —pregunta, abriendo en grande sus ojos.

—¡No! —grité, dándome cuenta que he llamado la atención de todos en el pasillo, que vergüenza, vergüenza dos días seguidos, muy bien Maricela. —No, ¿tu como sabes del asunto?

—Rydel me lo comentó —¿Rydel qué? ¿No que Tessa no le agrada?

— ¿Cuándo? —Estoy cada vez más confundida.

—Ayer

¿¡Ayer!? ¿En qué momento? Si yo no he salido de la casa, alguno de los chicos también lo habrían notado. Al notar mi cara de confusión, la chica acontece a relatar lo sucedido.

—Había perdido un aro, supuse que se pudo haber caído en la furgoneta, le hablé a Ross el sábado, me dijo que buscó en la noche, estaba ocupado con no sé qué. Entonces fui el día domingo a tu casa en la mañana, la única que me abrió fue Rydel, tus padres no estaban y bueno, buscó el aro y estaba algo rara, así que le pregunté que le pasaba y ella me lo contó.

Trabajando Con El Idiota #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora