Maricela.
Rogando que por favor ya la profesora de matemáticas no escriba más ejercicios en la pizarra, resuelvo los que ya tenía anotados en mi cuaderno. No sé si es solo con esta profesora o con los demás igual, pero cada vez que falta poco para que se escuche el timbre indicando que es hora de salir a recreo, se pone a escribir más ejercicios, y que decir si esta de malas, más ejercicios en la mendiga pizarra.
— ¡Tara! —susurré, ella voltea —El ejercicio 13.
—Menos tres. —indica. ¡Tanto problema para eso! Suspiro.
Riiiiiiiing.
¡Alabado seas!
—¡No olviden realizar los ejercicios pendientes! ¡Les servirá para la primera evaluación!
Sí, sí, lo que diga. No entiendo matemáticas, bueno, no voy a decir que soy taaan terrible en ello, las entiendo cuando ya hemos terminado con dicha unidad y apenas si me salvo con los exámenes.
Mientras me muevo con rapidez entre los estudiantes busco mi casillero, busco, busco... ¡Al fin! Todos siguen pasando, pero con mayor velocidad. ¿Estarán regalando algo? ¿Una estrella famosa? ¿O tal vez...?
— ¡Maricela!
— Ami, me asustaste —Puse una mano en el corazón—Casi me da un patatús.
—Uy, perdón, no creí que reaccionarias así, pero si fue con amor. —Me sonríe angelical.
— ¡Amor tus calzones! —reclamo.
—Volviendo al tema, vamos por los boletos.
— ¿Boletos para el baile? Estamos en el comité de decoración, no hace falta. —Respondo con tranquilidad.
—¡Boletos para la feria! ¡La feria de...! ¿Cuál carajos era el nombre? —Lo piensa un momento— Bueno, no importa, la ciudad organizará algo así como un carnaval a fin de mes, y entre eso habrá una feria, debemos conseguir boletos, después será todo un caos. ¡Vamos!
— ¿Por eso todos corren como si los fueran a matar?
—Pero nosotras no, corre niña. —Toma mi brazo para arrastrarme, pero me detengo.
—Avanza tú, aun debo buscar mis cosas, me guardas un lugar, prometo no demorarme.
— ¡Allá tú! — Ami, así como sorpresivamente llego, se fue. Mientras yo buscaba mi libro de historia, demonios, ¿Por qué soy tan desordenada? Entre tanto que buscaba encontré muchas cosas que no recordaba que tenía, vaya... es increíble cuanta basura se junta.
Ya encontrado ambos útiles cerré mi casillero y bajé la vista a mis zapatos. Un papel amarillo se encontraba en el piso, me agaché para poder recogerlo, el papel estaba doblado, desdoblándolo vi que tenía un mensaje.
<<Hola, voltea>>
¿Voltea? Espera, ¿siquiera el mensaje va para mí?, a cualquiera se le pudo haber caído. Arrugando el papel voy a votarlo. Encontré un basurero donde arrojarlo y eso hice.
Pero a lo largo del pasillo abandonado, si abandonado, Dios... esto me da miedo... carajo, ¿Por qué no fui con Ami cuando me dijo? Bueno, como decía, en el pasillo había otro papel, otro papel amarillo. Algo en mi me dice que no debo ir a tomarlo, pero tengo curiosidad, por otro lado. ¿Por qué quiero ir a por el papel?, es estúpido, puede que le hagan una broma a otra persona y yo o este arruinando. Pero... aish... voy por el papel.
Lo tome con rapidez y lo desdoble. Lo que vi en él, me asusto.
<< ¿Por qué has botado el papel, Maricela? >>
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Trabajando Con El Idiota #2
Teen FictionSEGUNDA PARTE DE SAGA "MIS IDIOTAS" A D V E R T E N C I A Si estás leyendo esto antes de "Aquí... con cuatro idiotas", debes primero leer esa historia, esta es su secuela y si no quieres tener spoilers, recomiendo que leas esa historia ¡Ya! Pero w...