34. No necesito nada más.

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 Mason: Busca a Scott.

 Shane: Scott debe decirte algo.

Esos mensajes fueron los que detonaron todavía más nerviosismo en mí, de por sí estos días fueron bastantes intensos, salidas, abrazos, mis padres olvidando lo malo de hace unas semanas, mis tías poniéndose más nerviosas que de costumbre, las rarezas de Mike y Rydel o eso pensaba, besos...

Pero que besos...

¡Alena! Lo que sí, no le hagan caso Alena cuando vuelvan a este momento. Yo no debí hacerle caso.

Que linda...

Lo que sí, es que eso tal vez les de indicios, créanme que es solo la punta del iceberg. Creo que esos días fueron el inicio de todo, pues las cosas que con anterioridad nos habían pasado, eran solo la advertencia, lo que pasó después del hospital fue la bomba para todo, eso. Así que antes de que me descubran, les diré todo lo que pasó, temo no salir viva, pero valdrá la pena.

Día después del hospital

"Bienvenida a casa, Jenny" eran las palabras escritas en un colorido y bien decorado cartel, ella sonrió con ternura al ver a todos juntos, la casa por primera vez se veía pequeña, lo cual era extraño para todos, era lindo ya que nos sentíamos mucho más unidos.

La mesa estaba puesta, era el medio día, el plan era tratar de no hacer que se pensara mucho en lo sucedido, ¿No les pasa que esa idea de no pensar en ello hace que lo pienses más? Yo supongo que sí, es como cuando hay algo que te dice "no lo leas" y tú ahí todo "rebelde" vas y lo lees.

Nunca entenderé al ser humano.

Como decía, al parecer el universo quería que al menos sonrieran un poco, nadie dio siquiera el motivo para recordar el mal rato de ayer, yo lo recordaba, entendía que no estaba bien hacerlo, o al menos ver que de la tormenta sale el sol, como en muchos momentos.

El almuerzo transcurrió con tranquilidad, claro está, cierta persona no accedía a hablarme, solo que ahora era peor, si antes ella no quería hablarme o me dirigía la mirada de decepción, su mirada de decepción pasó a ser "púdrete" entonces entendí que: habían personas empecinadas y Rydel. 

Mike, para que decir, él se acercaba a Rydel y ambos murmuraban cosas que para todos se nos hacían imposible escuchar.

Y yo había decidido no amargarme más con el asunto, era obvio que había cosas más importantes, por ejemplo: mis padres, ellos son importantes y no quiero que nada perturbe su tranquilidad. Papá dejo los necios celos de lado, arregló las cosas con su mejor amigo y ahora todos estaban dispuestos a encontrar al responsable de quien envió las fotos, tampoco crean que se olvidaron de quien incendió la sala, lo cual me enorgullecía como los adultos en poco tiempo habían arreglado la sala. 

Nadie había encontrado pistas de lo ocurrido o eso nos estaban haciendo creer para no preocupar, pero de igual forma no funcionaba.

—¿Vamos?—dice la rata dispersando mis pensamientos.

—¿A dónde van?—pregunta mamá, curiosa y un baile de cejas no se le escapa, a lo que papá no está muy contento con las ideas de mamá.

—Pensé que iríamos más tarde, Scott, quería pasar un poco más de tiempo con mamá. —la miro, ella niega y puedo ver en su mirada un "ve", aun sin saber qué haríamos.

—¿Qué harán? —interroga tío Chase con la misma curiosidad de mamá.

—Entrenaríamos un poco, creí que haría falta —me encojo de hombros. —Solo que, quería pasar tiempo con mamá...

Trabajando Con El Idiota #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora