45. Si me dejas, quiero amarte

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Hubo gritos, golpes, nosotros no podíamos hacer nada y otra vez esas escenas que me imaginé al escuchar esa historia, se me aparecieron en mi cabeza, lo único que me asustaba es que casi todos los participantes tenían un destino trágico, algunas pudieron vivir una vida normal, a costa de esconderse, otros fueron apresados y perdieron más familia y poder del creían ganar. Otros solo murieron con el corazón roto, no quiero eso para mi familia, no quiero su muerte, los quiero libres.

Nuevamente nos estaban apresando y nos llevaron por esos pasadizos, otra ve secuestrada, ahora con mi familia a mi lado, eso no lo mejoraba, yo podría morir por ellos, solo para que nunca más sean molestados o atemorizados por otros.

No quiero verlos así.

Algunos están forcejando, reciben un golpe por ello, me duele, sé que no más de lo que les debe doler a ellos, pero me duele y mucho, ahora no puedo hacer mucho, quiero hacerlo todo para que ellos se vayan.

¡Los chicos!

Con todo esto olvidé a los chicos, no vi al tío Alejandro o Antonia o Chase ¡la tía Lore!

¿Y si también los tienen así o peor? Si yo les hubiera avisado nada de esto estaría pasando, Rydel y Mike ya estarían en casa, nuestra familia tendría las reuniones de papá, yo halaría con...

Mason: Busca a Scott.

Shane: Scott debe decirte algo.

¡Scott! Debo con él, ¿Qué es lo quería decirme? ¿Por qué no esperé? Los debí esperar.

Es mi culpamurmuré.

Claro que no niega mi prima.

Rydel, debí pedir ayuda, decirles que el rompecabezas te ubicaba aquí, de ser así nada de esto hubiera pasado, estaríamos en casa, estamos acabados.

― ¡Cállate! ―Reclama uno de los guardias que no lleva hacia los Hoovers, de eso estoy segura ― ¿Quieres que te golpee?

―No amenaces a mi hija ―le grita papá. Mi pobre padre recibe un puñetazo de su parte, a lo que los demás se enfurecen, mi abuelo estuvo a punto de soltarse.

Estaba otra vez llorando, lo golpearon por mi culpa.

El silencio se hizo presente, al menos el de nuestras voces, se escuchaban las gotas en los charcos y nuestros pasos, expandirse por el eco de las cuevas. Llegamos hasta una gran puerta, bastante elegante ¿Será el salón donde estaba la comida al contarme la historia?

Al entrar en definitiva no era ese salón, este era mucho más elegante, tenía los mismos colores, cortinas de una tela maravillosa, cuadros mucho más elegantes y una chimenea, como todo lo de la habitación, bastante elegante. Había dos mecedoras frente al fuego, estos gemelos adoran el estilo.

―Pueden retirarse ―menciona uno de los gemelos. Todos los guardias que nos traían tal esclavo, salieron de esta habitación. Mis tripas se revolvieron, si ya de por si yo estaba así, no me imaginaba a mi familia, estaba pasando esto por tercera vez.

No puedo dejar que pasen por esta situación otra vez.

Los gemelos se levantaron de las mecedoras y quedaron frente a nosotros.

―Jenny Black de Cortés, tan bella como siempre ―Admira Oliver, ella solo lo miró con repulsión.

―Mónica Miller de Black, tan... perra como siempre ― dice Josh, mi abuela entrecierra los ojos.

― ¿Perra? ¿En serio, Josh? Tuviste otros veinte años para buscar algo con que insultarme. De verdad patético ― la sonrisa socarrona de Josh se borró en seguida al escuchar la respuesta de mi abuela.

Trabajando Con El Idiota #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora