5. Conciencia sin nombre.

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Lo primero que hago al otro día, es caminar con velocidad a mi puerta y estaba con llave, busqué la tengo en mi velador y abrí la puerta, ni que fuera a irme de nuevo. Llegué al inicio de la escalera, es broma ¿cierto? ¡Las rejas de bebé!, con pesar, les quito el seguro una por una hasta llegar a la última.

Voy directo a la cocina, de seguro están algunos desayunando. Entré y lo primero que veo es a mis padres junto al tío Luke, James, Mariana y Ross.

―No era necesario todo eso.

―Claro que sí, imagina si volvías a salir de nuevo. ―Señala mamá.

― ¿Y si me salía por la ventana? ―Suspiré.

―Mira atrás, prima ―Ross apuntó a la ventana.

Fruncí el ceño, hice lo que Ross dijo, fui hacia la ventana y vi una red gigante.

―Exageran ―Apunté.

―Te cuidamos―Se excusó papá y bebió de su taza.

―Necesito hacerme un examen de sangre, estoy segura que me inyectaron algo. ―Mis padres me miran con asombro―Ya sé, sé que lo que les digo y suena preocupante, pero dudo haberlo soñado.

―Podemos hacerlo ahora ―Sugirió Luke ―Tengo equipo acá, lo llevo al hospital y te traigo los resultados luego del turno.

―Prefiero llevarlo a la agencia, sino es molestia ―Interviene papá.

―Lo que sea, solo quiero salir de dudas.

―...Gracias, siento que te lo diga tan encima, ahí estará, gracias otra vez ―Tía Melissa entra a la cocina―Tienes hora con la doctora Williams a las cuatro de la tarde ―Me señala. Nuevamente frunzo el ceño.

―Pero...

―Es precaución, mi peque ―Sonríe mamá tratando de tranquilizarme. Suspiré y procedí a tomar mi desayuno, sería un día largo.

(...)

― ¿Cómo te has sentido últimamente? ― preguntó la doctora Williams― ¿Has soñado más cosas?

― ¿De verdad estas preguntas son necesarias?

―Si queremos encontrar la raíz del problema, pues claro ―Señala con obviedad.

―Solamente tuve un raro sueño y caminé sonámbula hasta el bosque, no es nada grave ―Comenzó a anotar lo que dije.

No lo haga.

¡No anote!

― ¿Nada grave?

―En mi cabeza se oía mejor.

―Maricela, llegaste a mi consulta la primera vez porque sentías una gran carga, algo con tus padres, ―La agencia ― una especie de tradición ¿Recuerdas? ― ¿Cree que no recuerdo que un día esa agencia estará en los hombros de mi prima y de mí? Supongo que con el café se me ha olvidado ―Asumo por tu expresión que lo recuerdas.

―Y usted me ayudó con eso, pero no quiero hablar del tema. Me llevó a estrés más que en la escuela ―Y con obvias razones, ¿Recuerdas la semana en la que casi no llegamos? ―Pero no creo que sea eso.

―Mira, sé que esto no te gusta, a nadie le gusta que... ―la corté, es el mismo sermón que dice siempre.

―Hasta ahí, ese sermón me lo sé de memoria, no venga con eso ahora. De verdad, yo siento que tengo que ver temas más importantes, mi familia preocupada bastante lo está, pero por favor, quisiera que esto quedara entre nosotras, encontraré una forma. La verdad estoy hasta la coronilla y solo hemos tenido una sesión. Espero no haber sido descortés.

Trabajando Con El Idiota #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora