―Ross, cállate, por lo que más quieras, cállate. ―Ruego y suspiro mientras sobo mi sien con mi mano derecha ―Si tú quieres estar castigado por más tiempo, allá tú. Pero yo ya estoy castigada, no sé por cuánto maldito tiempo y no quiero que por tu culpa mi castigo se extienda.
No sé porque todos están impresionados, si lo que he dicho o.... no, no importa, será por la pequeña aguja que estaba en mi mesita de noche, tiene un hilo negro en ella y la he estado pasando por mi mano helada por el agua (Ahora que lo pienso... estoy tiritando) mientras hago heridas en mi palma al pasarla por ahí.
―Niña, baja la aguja ―ordena Martínez, mientras cuidadosamente se acerca a quitármela. ―Y ni creas que me importa si te lastimas ― ¿Dónde quedó lo tierno del lago?
Tal vez en el lago.
―Tengo miedo que mientras insultes o regañes al rubio tengas que utilizar esa cosa, dispuesta a dañarnos con su punga.
― ¿Punga? ― preguntamos, increíblemente confundidos a la palabra.
―Dije punta ―dice asegurando su respuesta.
―Punga. ―le corregimos
―Dijiste punga, hermanito. Puuuungaaa. P.U.N.G.A ―Lo molesta Julie, recalcando la palabra.
― ¿Ves mucho el Rey León? ― inquiere el chico Moroles con diversión.
― ¡Es Pumba, idiota! ¡El nombre del jabalí es Pumba! ―le reclamamos al unísono, lo cual logra que se esconda y que de la nada entren dos hombres en pijama con un sartén en su mano como arma.
― ¿¡Qué diablos pasa?!
― ¡Pasa, tíos, que todos aquí tienen ese tipo de situaciones amoro...! ―todos, pero de verdad todos hacemos callar a Ross de la forma más delatora en nuestra contra, nos lanzamos sobre él. Mientras papá y Chase observan extrañados la escena, los gemelos, Asher y Luke, entran en mi habitación.
¡Odio que haya tanta gente aquí!
Cuando por fin logran quitarnos de Ross, comenzaron las preguntas al mismo tiempo, las cuales eran imposibles de escuchar y también de responder, mientras nosotros intentamos defendernos al mismo tiempo es imposible, pero como si de algo o alguien sobrenatural nos quisiera ayudar, entra tía Melissa, totalmente desaliñada, con ojeras y de mal humor.
―Todos, afuera, ahora, salvo la dueña de la habitación, obviamente, se van a sus camas, los chicos nuevos se van a sus habitaciones en el piso de los adultos, Dyl―Mi tío la mira― dormirás aquí, debido a que no tienes llaves porque mamá acaba de llamar diciendo que las olvidaste ―Él se sonríe de manera inocente― y no voy a dejar de que mañana ellas nos reclamen por no conciliar su sueño "reparador" como el cual no tengo ahora ―nos dirige una mirada enojada a cada uno de nosotros― la francesita y la chica adicta al café irán también a su habitación ahora. ― las chicas se ven aterradas ― ¡Ahora!
― ¡Buenas noches! ― y desaparecieron en el umbral de mi puerta.
―Los londinenses a sus habitaciones ahora, ―Los chicos estaban aterrados― ¡Ahora! ―también desaparecieron. ―Bien, ¡Moroles!
-―Uno o los dos? ― la mirada de mi tía por la respuesta de Mike lo dice todo y ambos salen corriendo ― ¡Descansen!
― ¡Los chicos Cortés! ― Grita la rubia y los cuatro se fueron a sus habitaciones ― ¡Roberts! ―los tres corrieron. ―Dylan, tú y Scott dormirán en la misma habitación por que la otra habitación de huéspedes esta increíblemente desordenada. Chase y Eliot a sus habitaciones, ahora se largan y descansa, Maricela. ―cerraron mi habitación con mi tía reclamando a Chase y mi padre. Será la madre más pequeña, pero me da miedo. Ella si sabe controlar un ejército.
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Trabajando Con El Idiota #2
Genç KurguSEGUNDA PARTE DE SAGA "MIS IDIOTAS" A D V E R T E N C I A Si estás leyendo esto antes de "Aquí... con cuatro idiotas", debes primero leer esa historia, esta es su secuela y si no quieres tener spoilers, recomiendo que leas esa historia ¡Ya! Pero w...