17. Black Jack.

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Scott:

—¡Por los malditos demonios! ¿¡Qué ha pasado?! —El mejor para las preguntas, obviamente no soy yo, la cara de incredulidad de los demás lo dice, pero bueno, todo pasó tan rápido.

— ¿Lo preguntas en serio? —Ami, entrecierra los ojos y estoy seguro de que piensa que bajé del cerro en cuatro patas. Elevo mis hombros, sin saber que más decir, iba a hablar, pero ella hablar — ¿No viste de donde salió ese descontrolado balón?

— ¡Claro que lo vi! Mierda, Ryder, por tu culpa, ahora nos aniquilaran. —Y yo ya estaba que me tiraba el cabello, pero no lo quiero arruinar.

—Yo no tuve la culpa, ustedes...

— ¡¡Cállate, Federico!!

¡Ya, muévanse! ¡Muévanse, dejen verla! —El entrenador apartó a todos de Maricela, la examinó y ella no despertó —vayan por una camilla a enfermería, rápido. —Todos aun observábamos a la chica con la nariz similar a la de Rodolfo el reno— ¡¡Ya!!

En poco tiempo un par de chicos venían con una camilla, colocaron a la chica en ella y se la llevaron directo a la enfermería.

(...)

Jenny y su esposo hacen su aparición en la sala de enfermería. La enfermera les hace una seña a que salgan y ella les sigue para hablar con ellos, los chicos nos quedamos para ver si despertaba, lo hizo y luego volvió a dormir, la enfermera le dio un calmante. Viendo que los padres de Maricela llegaron nos podemos ir.

—Creo que uno de nosotros se debe quedar. —Sugiere Rydel.

Cada uno dio alguna excusa y varias les creí, las chicas debían preparar algunas cosas, se inscribieron en algo del baile, como la preparación, según, la idea fue de Maricela. Mike, Ross, Mason y Shane, según debían preparar algo por la banda del rubio, ya que terminaron las prácticas, me invitaron, aunque nadie la cuidaría en esos minutos.

—Yo me quedo —todos se me quedaron viendo, sé que tampoco es que a ella le gustaría que yo me quedara, solamente serían unos minutos —Prometo no molestarla —Alzo mi mano derecha como si hiciera una promesa.

—Haremos como que te creemos, Scott. —Todos rieron ante el comentario de Tara.

—Bien, mis amigos esperan, vamos— Ross se despidió y los demás le siguieron.

—Julie dijo que estaría en el gimnasio, vamos —Tara también se despidió y las chicas le siguieron. Al cerrar la puerta, la mochila de Maricela cayó y más encima estaba abierta, por lo que unos cuadernos salieron, tanto como lápices y dulces ¿Se dará cuenta si le saco uno? No, mejor no.

Un libro me llamo la atención, estaba junto al libro que le regalé después del alboroto de Ross por "situaciones amorosas".

"Como agua para chocolate", lo volteé y leí la sinopsis:

"Tita y Pedro se aman. Pero ella está condenada a permanecer soltera, cuidando a su madre hasta que esta muera. Y Pedro, para estar cerca de Tita se casa con la hermana de ella, Rosaura. Las recetas de cocina que Tita elabora, puntean el paso de las estaciones de su vida, siempre marcada por la presente ausencia de Pedro..."

Ella seguía durmiendo, tenía una mano en su pecho y este subía y bajaba lentamente, se veía tan tranquila, no como cuando en misiones me quiere golpear, creo que prefiero que ella duerma cuando trabajamos juntos y en cualquier situación si estamos juntos.

Comencé a hojear el libro y noté que había una hoja de cuaderno entre las del libro, en ella estaba escrito:

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Trabajando Con El Idiota #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora