Bianca se dejó besar cuando este la apoyó en la cama con delicadeza y abrió los ojos un tanto desesperada cuando JunMyeon se alejó ligeramente para verla, estaba sonrojada y respiraba con prisa por lo que este se unió al mar de sensaciones que los estaban revolcando en ese momento.
Bianca sujetó su espalda cuando este se apoyó para besarla otra vez y dejó que las manos de este subieran lentamente sobre su cuerpo, dio pequeños saltos y gimió bajito cuando sintió sus manos tocarle los muslos, su piel era suave y no podía negar que su tacto la estaba haciendo delirar.
JunMyeon esta vez se apoyó en sus rodillas que estaban a ambos lados de esta y se quitó la camisa desabotonándola rápido mientras la miraba bajo él, la imagen le fue sumamente excitante y deseaba en aquel momento quitarse los pantalones y envestirla porque estaba siendo malditamente sexy para él. Cuando se logró quitar la camisa la lanzó bastante lejos y volvió a acercarse esta vez para besarle el cuello, Bianca abrió la boca y dejó salir otro gemido que fue directo a su oído haciendo que este se excitara aún más.
¡Siéntate!-le ordenó en un susurró y Bianca lo hizo.
Se sentó en la cama y cuando iba hacia el cierre de su vestido este le tomó las manos para detenerla, quería y moría por hacerlo el mismo. Para ella esto era sexo casual y no había porque ser delicados, quiso pensar que sencillamente era porque la situación lo ameritaba hasta que sintió como este le besaba la piel de uno de sus hombros descubiertos.
Bianca estaba avergonzada, JunMyeon había deslizado suavemente un tirante de su ropa interior y esta gimió cuando sintió sus besos alrededor de su clavícula, sintió como el viento ahora le rosaba la piel y se dio cuenta que ya nada le cubría el pecho.
Bianca se levantó cuando este le extendió una mano fuera de la cama y se unió a este que la miraba desde su posición, bajó la vista un tanto avergonzada por encontrarse frente a él cuando sintió que la rodeó con uno de sus brazos y con la otra mano le terminó de deslizar lo último que le quedaba de ropa.
No te avergüences –susurró JunMyeon y esta alzó la vista hacia él que no dejaba de mirarla.
La tomó desprevenida cuando la levantó del piso y la volvió a acostar como si no pesara nada sobre la cama, se quitó esta vez el pantalón frente a Bianca y esta se apoyó sobre sus codos para tomar algo de aire, estuvo tan entretenida en aquella tarea que no vio cuando este se lanzó hasta esta, Bianca se quejó con una media sonrisa mientras se sobaba el mentón hasta que este le regaló una serie de besos sobre el lugar en el que había golpeado haciendo que Bianca sintiera nervios.
Este volvió a su tarea de besarle el cuello y cuando llegó a sus pechos los besó con delicadeza, Bianca estiró la mano para detenerlo pero sobresaltó cuando este tomó su dorso y lo llevó hacia sus cabellos para que los acariciara y Bianca lo hizo.
Sus besos se sintieron a candela pura y cuando bajó hasta la parte baja de su vientre casi le arrancó los cabellos de un tirón mientras abría la boca moviendo la cabeza de derecha a izquierda. JunMyeon dio un pequeño mordisco en la entrepierna mientras esta negaba, fue la sensación más extraña para Bianca, estaba segura que en cualquier momento iba a desmayarse.