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Bianca salió del cuarto de baño removiendo su cabello mientras sostenía con la otra mano una toalla blanca húmeda, estaba vestida con la pijama e iba descalza caminando por el pasillo hacia la lavandería.
De camino divisó a JunMyeon parado en el pequeño balcón, tenía unos pantalones anchos e iba con una polera pegada mientras movía uno de sus pies como si estuviera ansioso. La muchacha dejó la toalla y salió hacia el balcón notando que corría un ligero viento que le removió el cabello, JunMyeon la notó y como por acto reflejo ocultó una mano en la espalda, Bianca lo notó pero obvió aquel detalle.
Hace algo de frío, ¿por qué no entras?-Bianca le preguntó y este parpadeó nervioso- ¿Estás bien?
Hablé con mi abogado –susurró JunMyeon- la familia ya desistió de la demanda luego de leer los resultados de la autopsia, Haru tenía una aneurisma y se complicó con unos problemas cardiacos.
Yo sabía que tú no la habías matado –Bianca sonrió y saltó hacia este para abrazarlo.
JunMyeon se quedó quieto sintiendo algo extraño en el pecho y lentamente sus brazos se levantaron para rodear a Bianca, con vergüenza la estrechó sintiendo el papel que reposaba en sus manos. No le quedaba más que afirmar lo que había pensado esa mañana al imprimir ambos boletos de avión, Bianca no era cualquier mujer.
Bianca –le susurró y esta lo soltó para mirarlo todavía con las heridas rodeándole el rostro- tengo aquí dos boletos para ir a Jeju, ¿Quieres ir conmigo?
Bianca miró los billetes de avión que tenía frente a ella y sonrió luego de poner una expresión de sorpresa, los tomó entre sus dedos para luego alzar la vista en su dirección, este parecía avergonzado mientras esperaba una respuesta.
¿Entonces?-susurró JunMyeon agachándose a su altura.
Bianca miró tan de cerca su rostro y sintió esta vez vergüenza por sus marcas, giró el rostro asintiendo hasta que JunMyeon rosó sus dedos con su mentón haciéndola perder el control.
Tomó una mano de JunMyeon y la colocó sobre su mejilla asintiendo, este sonrió de medio lado asintiendo también.
Partimos mañana –indicó cerca de ella- empaca ligero.
Está bien –Bianca susurró y esta vez se alejó para mirar el cielo.
Se acercó a la barandilla del balcón y observó los edificios desde donde estaba, la vista le gustó y el momento también, miró el atardecer mientras trataba de pensar en el trabajo que tendría acumulado por casi toda la semana de permiso que se había tomado hasta que la voz de JunMyeon la interrumpió.
¿Vamos por un café y a caminar?-le dijo a su lado y Bianca giró a verlo.
JunMyeon incluso usaba otro tono de voz con ella y eso la había dejado sorprendida, Bianca giró a verlo mientras este seguía mirando al frente y asintió al mismo tiempo que este la miraba con el rabillo del ojo.
