Abrió los ojos refunfuñando y sintiéndose traicionado al mismo tiempo que pataleaba se levantó para ver el inocente rostro de su hermano en una esquina mientras el empleado de su hermano le quitaba las frazadas.
Tengo algo que decirte –le dijo su hermano desde una esquina mientras lo miraba.
¿Tiene que ser ahora?-le gritó enojado.
¡Ahora JunMyeon!-le gritó- es importante...
¿Qué puede ser importante?-le susurró tocándose la cabeza- ¿Recuperaste la clínica? ¿Pagaste las deudas?
JunMyeon...
¡Por un demonio!-le dijo mientras se levantaba de la cama sin camiseta, se volvió a sobar los ojos mientras enfocaba la vista en la ventana tratando de poder ver más allá de la calle.
Vi a Bianca –le susurró.
JunMyeon giró la vista hacia este totalmente sorprendido y se acercó a paso lento mientras trataba de encontrarle el sentido a lo que su hermano le trataba de decir, parpadeó infinidad de veces hasta que se arrodilló sobre la alfombra que bordeaba la cama para poder hablarle a su hermano.
¿Cómo?-le preguntó- ¿Bianca? ¿Dónde? ¿Está ella bien?
Está en Busan con su familia –le susurró- está trabajando en el vivero de una de sus tías.
JunMyeon se levantó de golpe mientras trataba de poder procesar toda la información que su hermano lentamente le estaba dando, sin embargo, no podía.
¿Cómo la hallaste?-le preguntó todavía confundido.
Usé el dinero que encontramos en la caja fuerte de papá, contraté un detective hace un mes y cuando me dio toda la información fui a buscarla –le susurró mientras los ojos se le llenaban de lágrimas.
Giró los ojos para que su hermano no lo viera pero fue inevitable no volver la vista hacia este que parecía atónito, le dolía todavía tener que haber visto a JunMyeon en ese estado, dos veces lo había oído balbucear en sueños el nombre de ella y como había sufrido él también.
Quiero verla –le susurró tratando de guardar la compostura- necesito verla.
Lo vio desesperado ir hacia su armario, sacar un abrigo marrón que tenía al fondo al igual que una camisa que estaba toda arrugada, Jong Dae supo que tenía que decirle que algo en ella había cambiado pero vio a su hermano tan entusiasmado que se quedó en silencio mientras lloraba, nunca lo había visto de esa manera.
¿En qué parte de Busan está?-le preguntó acercándose con una sonrisa.
Al sur –le respondió sin dejar de verlo.
Lo vio correr a su lado y bajó la vista, sabía que su hermano se golpearía con la realidad y que conjuntamente con ella vendría nuevamente una decepción más a su vida pero no podía, simplemente algo le impedía decirle la verdad, solamente quería ver esa sonrisa por más tiempo.