Bianca tomó sus medicamentos con agua tibia y alzó la cabeza para tragarlos, no le gustaban para nada. Revisó su agenda pero no tenía nada más que hacer ya que todos sus compañeros de trabajo habían tomado las actividades que quedaban pendientes. Bianca se sorprendió viendo el trabajo en equipo por parte de todos y regresó a la sala donde estaba JunMyeon con unas gafas observando el computador.
¿Me traes un vaso con agua?-le dijo mientras empezaba a teclear.
Biana lo miró alzando una ceja un tanto incómoda por eso hasta que este se retiró las gafas para verla un tanto serio.
No es que quiera invadir tu privacidad pero no puedo trabajar en mi casa –agregó- las empleadas y mi madre hacen demasiado ruido y necesito concentrarme para leer.
¿Qué lees?-Bianca cuestionó acercándose.
Se quedó de pie a su lado mientras miraba los dibujos de corazones pequeños en la pantalla y observó que los artículos estaban en inglés, notó que se trataban de casos cuando vio fotografías de niños hasta que se levantó una pequeña ventana de chat y este sonrió de lado acercándose lentamente.
¿Quieres acompañarme a una cena hoy? –le preguntó y la miró desde donde estaba.
Bianca siguió mirando la pantalla notando que se trataba de una conversación grupal, al parecer iban a encontrarse varios compañeros de la escuela primaria de JunMyeon y estaban planeando verse en un restaurant.
No tengo otra elección –susurró.
Bianca se quedó muda cuando sintió como este la rodeó con un brazo y acostó su rostro sobre su barriga haciendo un ruido extraño.
Vístete para ir de compras–le dijo alejándose con una sonrisa-un vestido y un par de tacones son más que suficiente.
Bianca juraba que se le veía tierno desde donde se encontraba pero sabía que no debía verlo ni siquiera de esa manera, se alejó imaginando que su sonrisa era ahora maquiavélica y negó.
Puedo pagar por mis propias cosas –susurró viéndolo- no es necesario que me acompañes, estás ocupado.
Jae Woon está de viaje todavía y yo ya he terminado –contestó cruzándose de brazos luego de cerrar el ordenador- así que estoy libre.
Bianca sintió enfermar cuando oyó el nombre de la susodicha y se retiró a paso lento por el pasillo, se colocó unos pantalones que sabía eran de JunMyeon y este le había dicho que podía usar. No se le veían tan mal pero ciertamente no quería que alguien le tomase alguna fotografía o tal vez encontrase a alguna clienta por ahí.
Bianca miró su ropa reutilizada y suspiró mientras volvía a mirarse en el espejo, al parecer pasaría otro día más lavando y reusando su ropa, se golpeó la frente al pensar que realmente no había hecho más que comprar ropa interior cuando realmente debía comprar un ropero entero.