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Bianca sonrió luego de firmar el contrato con una pareja extranjera, se encontraba bastante emocionada porque nunca antes había realizado una boda doble, la novia esperaba a su hermana que venía de Tokio para casarse junto a ella con su novio canadiense. Bianca apuntó todos los detalles que consideró importantes mientras sus compañeros cuchicheaban.
¿Irás?-Mark se acercó con unos papeles entre las manos y la camisa remangada hasta los codos.
¿A dónde?-le preguntó Bianca sorprendida.
Es hoy la fiesta del Señora Parker –le dijo este medio exasperado, era el evento del que habían hablado toda la semana- no puedes faltar, es la jefa.
Ya –Bianca susurró mirando a todos lados- lo había olvidado.
¿En dónde tienes la cabeza Bianca?-Mark le sonrió- iremos saliendo de la oficina en mi coche, si gustas puedes ir con nosotros.
Iré luego de pasar por el regalo –Bianca respondió- ¿Qué cosas le gustan?
Nosotros le hemos comprado un perfume, creo que a ella le gusta arreglarse mucho –Mark ayudó- puedes buscar tal vez algún pintalabios o esas cosas que les gustan a ustedes.
Bianca sonrió de lado asintiendo y miró su reloj notando que no faltaba mucho para salir, guardó el contrato junto con todos los apuntes que había hecho en un folder que había comprado esa mañana y lo guardó bajo el teclado del computador, guardó los lapiceros que tenía regados en el escritorio mientras pensaba en todos los días que habían pasado desde que lo había visto por última vez. Casi habían pasado quince días y él no había dado señal alguna de querer verla, el corazón se le había hecho una autentica basurita y ella no había podido evitar sentirse mal, estar tan cerca del amor, trabajar día a día al lado del amor no era tarea fácil, sin embargo, esta vez había sentido todo mucho más doloroso.
Tomó su bolso revisando por última vez el computador y salió junto con sus compañeros por la puerta principal, Bianca arregló la correa de su bolso mientras avanzaba cuando sintió un par de manos que la detuvieron, inmediatamente alzó la cabeza topándose por sorpresa con alguien que en ese momento había olvidado completamente.
ChanYeol.
¿Cómo has estado?-le preguntó sonriendo.
¿Qué es lo que deseas?-le preguntó Bianca quedándose atrás del grupo de compañeros.
¡Hey! Te vemos en la fiesta-Mark le gritó mientras subía a su coche y la aludida asintió moviendo la mano en dirección a ellos.
ChanYeol la miró curioso y esta lo observó.
¿Vas a una fiesta?-le preguntó- Si gustas puedo llevarte en mi coche.
Bianca negó e intentó dar algunos pasos pero este la detuvo con su gruesa voz.
Ya sé que tu novio y tú rompieron-habló lo suficientemente alto como para ella lo escuchara- fui a buscarte hace unos días.
¿Qué?-Bianca lo miró seria- No tenías por qué buscar...
