Capítulo 5

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–¡Vamos, Leo! ¡Te vendrá bien! –Grité poniendo ojitos a mi mejor amiga.

–He dicho que no.

–¿Y qué vas a hacer? ¿Quedarte todo el día en casa lamentándote?

–Ese es el plan. –Contestó tapándose hasta la cabeza con la sábana y enrollándose en ella.

–Mañana tengo el día libre y tú también, ¿no escuchas la señal del universo?

–No. Te escucho a ti dándome el coñazo. –Gruñó revolviéndose para que me quitara de encima suya. –¿Por qué no llamas a tu compañero de apuestas y te vas con él por ahí? Seguro que él está completamente dispuesto.

–¡Porque sería raro!

–No conoce a nadie. Es nuevo. Seguro que tiene muchas ganas de salir por ahí con alguien que no sea Barry el Imbécil.

Gruñí entre dientes y me crucé de brazos, ¿salir de fiesta con Kilian? Quizás no estaría mal, podría ver cómo iba él y si tenía que empezar a ligar con más tíos. Cogí mi móvil y miré el número de Kilian. Hacía dos días que nos habíamos encontrado y yo no había vuelto a ligar con ningún chico por eso necesitaba salir. Lo. Necesitaba.

Mer: Hola, enfermerito, ¿te hace un Baco's esta noche?

Kilian: ¿Tantas ganas tienes de verme?

Mer: De lo que tengo ganas es de salir de fiesta y tú eres mi última opción. El resto de mis amigos o trabajan o... Bueno, Leonor es una amiga horrible.

Kilian: Nena... Yo nunca soy la última opción.

Mer: De acuerdo: eres la penúltima. La última es quedarme en casa comiendo cereales y viendo una película de Los Vengadores.

Kilian: En las dos opciones me suena a que quieres ver el martillo de Thor...

Mer: ¿Solo piensas en eso?

Kilian: Y en que paso a recogerte a las 00:00, ¿dónde vives?

Seguimos hablando de tonterías tras eso que, aunque jamás se lo admitiera, me hacían gracia. Mi amiga se tiró en el sofá de su casa a mi lado haciendo que rebotara un poco hacia arriba.

–Tengo que contarte una cosa.

–Soy toda oídos. –Dije mientras respondía a uno de los comentarios de Kilian.

–Me he... Me he tirado a West.

Dejé de mirar al teléfono para clavar mis ojos en ella de par en par sin poder creerme que, después de haber estado moqueando por todos los lados por Charles, hubiese sido al fin capaz de pasar página.

–Pues... Ya era hora, para qué mentirnos.

–No, Mer... ¿Y si lo he hecho por despecho? No quiero hacerle daño. He estado hablando con Aurora de ello, ¿y si tiene razón? No quiero que nadie sufra lo que he sufrido yo con Charles.

–En la vida, puedes hacer dos cosas. O pensar en ti mismo y hacer lo que te beneficie, aunque sea de vez en cuando o pensar en el resto del mundo y vivir preocupada por ellos intentando llevarles en una pompa para que no se lastimen. Leonor, tú puedes hacer daño a una persona, pero mientras que no sea intencionadamente, nadie tiene derecho a juzgarte. Daño sentimental, claro. Lo importante... Lo importante es que West sepa todo y si él decide seguir adelante... Él también se estará arriesgando a sentir algo por ti.

–Hacía tiempo que no me divertía tanto metiéndome con alguien, ¿crees que puede significar algo? –Preguntó mirando al techo.

–Sí, que salgas de fiesta conmigo. –Bromeé poniéndome en su campo de visión. Ella rodó los ojos y me apartó con la mano. Solté una carcajada y seguí contestando a los mensajes de Kilian.



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