Capítulo 27

13.2K 891 61
                                    

Hay días que te despiertas con una extraña sensación; una sensación que te hace tener miedo sin saber por qué, lo único que sabes es que algo malo va a pasar.

–¿Hace cuánto tienes esta cosa aquí? –Pregunté levantando con el palo de la mopa algo lleno de polvo y pelos.

–¡Mis calcetines de la suerte! Ahora entiendo porque he echado tantos polvos en este sofá. –Contestó Hunt con una sonrisa de medio lado. Un escalofrío me recorrió el cuerpo y eché hacia atrás el calcetín. No quería saber más.

Debrah, el amor platónico de Hunt, iba a ir esa noche a cenar a su casa y mi amigo, como buena obsesa de la limpieza que soy, me pidió ayuda para que no se llevara una mala impresión. Una impresión cierta, pero mala.

Y pensar que yo me había acostado con él en ese sofá...

–¿Nunca te has planteado contratar a alguien para que te limpie la casa? –Volví a preguntar mientras quitaba el polvo de los muebles. Parecía una tumba arqueológica aquello. No me hubiera extrañado encontrarme a Tutankamón.

–Lo hice y me acosté con ella. –Admitió. Lo fulminé con la mirada y él puso su mirada indiferente. –Vamos, Mer, no sé de qué te sorprendes. Soy Hunter Lewis, no ese soso que te has echado como amigo.

–¿Chris? ¿Al que me tiré el primer día que conocí?

–Eso es porque eres irresistible. –Dijo acercando su cara a la mía con su sonrisa pícara.

–Hunter. A limpiar. Va a venir el amor de tu vida a casa, ¿o se te ha olvidado ya?

–No tenemos una relación, ¿no quieres rememorar los viejos tiempos?

Puso su mano en mi cintura acercando su cara a la mía. Terminó besándome mientras me empujaba hacia el sofá donde caímos los dos con los cuerpos tan juntos que podrían convertirse en uno. Entonces, en el hueco que se formaba entre los cojines, encontré unos calzoncillos que le tiré a la cara.

–Deja de distraerme, ¿cómo puedes ser tan cerdo?

Él cogió los boxer de mi mano con una sonrisa traviesa en los labios, me depositó un rápido beso y se levantó de encima de mí.

Estaba a punto de retomar la limpieza de esa casa llena de gérmenes y cosas asquerosas cuando mi teléfono comenzó a vibrar. Otra vez la sensación de que algo malo había pasado, se apoderó de mí, sobre todo al ver el nombre de Nolan en la pantalla, ¿el señor 'Odio la Tecnología' llamándome? No podía augurar nada bueno.

–¿Nolan?

Su voz a través del teléfono llegó hasta mis oídos y cuando mi cerebro procesó lo que acababa de decir, no tuve fuerzas de agarrar aquel objeto, ni de agarrarme a mí misma. Me caí al suelo con la mirada perdida. Hunter se asustó y vino corriendo hacia donde estaba, abanicándome con la mano pero no escuchaba su voz. Las palabras que decía parecían provenir de otra galaxia. Giré mi cabeza para mirarle aún sin entender que estaba pasando. Sus enormes ojos azules desprendían preocupación.

–Kilian.

–¿Qué pasa, Mer? –Preguntó tragando saliva con los ojos abiertos de par en par.

–Ha... Ha tenido un accidente. De moto. Como Noah.

Hunter se quedó en silencio mirándome, sin saber qué hacer. Después de unos segundos, se decidió a abrazarme fuerte y ahí fue cuando rompí a llorar mientras mi amigo me acariciaba para que me relajara.

–¿Ha... Ha muerto?

–No. Está en la UCI. Muy grave.

–Vamos.

Pasó sus brazos por debajo de mis piernas y de mi espalda y se levantó conmigo. Estiró la mano para coger las llaves y salió de su casa cerrando la puerta como pudo. Me miró tragando saliva, no podía evitar sentir lástima por mí, lo veía en su cara, pero no podía juzgarle: yo misma me daba pena.

–Saldrá bien, pelirroja. Te lo prometo.

Al llegar al hospital, conseguí mantenerme por mí misma. Casi salí corriendo hacia dentro, pero al llegar a la puerta, Nolan me cogió en brazos para que no lo hiciera y allí, me puse a llorar como si me fuera la vida en ello.

–Está en quirófano. No vas a poder verlo. –Dijo cogiédome de los brazos e intentando que mirase sus ojos del color del chocolate. –Va a salir de esta, es un chico fuerte.

–Como Noah, ¿no? Todos me dijistéis lo mismo. "No va a pasarle nada. Meredith, no te agobies, solo van a operarle", ¡y una mierda! –Chillé haciendo que todos nos mirasen.

–Me tengo que ir, Mer... Solo estaba esperándote. Voy a estar presente en la operación. Te prometo que cuando acabe, te llamo.

Asentí y empecé a caminar hacia la sala de espera del hospital. No quería estar allí, pero tampoco había ningún otro lugar en el que prefiriese hacerlo. Hunter me siguió y se sentó a mi lado con un sándwich de una de las máquinas con el que se había manchado la cara.

–Vete. –Le pedí. Él me miró pegando otro mordisco y frunció el ceño. –Debrah te espera. No pierdas la oportunidad de estar con ella por mí.

–¿Estás de coña? Seguro que decirla 'Siento cancelar la cita, el novio de Meredith ha tenido un accidente y me necesita' hace que piense que soy una buena persona.

–No es mi novio.

–Lo que tú digas. –Dijo escupiendo un cacho de lechuga. Se lamió los labios de una forma completamente sexy (si no fuera porque estaban llenos de mayonesa) y se encogió de hombros. –Es sencillo. Sientes cosas por él y él siente cosas por ti. Os acostáis y hacéis cosas de parejas juntos. –Hizo como si un escalofrío le recorriera la médula espinal. –Solo os falta tener niños correteando por tu útero y ya estaría todo.

Ante eso último, me quedé blanca. Llevé mi mano hacia mi tripa de forma inconsciente, que seguía plana, como había acostumbrado a hacer desde que me enteré de la noticia.

–Un bebé no significa que se tenga una relación. Hay montones de madres solteras.

–No me refiero a esas, sino a ti. Mi madre era una y he salido a la perfección. Sé que existen.

–Si tú lo dices... –Contesté quitándole con el dedo pulgar un poco de salsa que tenía en el labio de arriba.

–Mer, sé que no es el momento para hablar de esto. Tu enamorado está en la UCI y esas cosas, pero... ¿Tú crees que yo sería capaz de tener una relación estable? Con estable me refiero a monógama.

–¿La quieres? No me refiero a Debrah, eso ya sé la respuesta. Creo que hasta yo estoy enamorada de ella después de todo lo que has rajado sobre ella. –Bromeé quitándome una lágrima que se había atrevido a salir de mi ojo. –Me refiero a la relación.

–Solo con Debrah.

–Entonces sí.

–Pero tendríamos que dejar de ser amigos. Me encanta morder tu culo.

Solté una carcajada y le di un golpe en las costillas haciendo que se quejara un poco.

Y con Kilian en la UCI y la prueba viviente de que podría ser madre soltera obteniendo malos resultados (es broma, Hunter, si lees esto, te quiero), decidí que iba a seguir adelante con el embarazo.

JEJEJEJEJEJEJEJJEJE

Un/a mini Blake sueltx... JAJAJAJAJ que tiemble el mundo

Bueno pues nada, que he mandado a la UCI a Kilian. Os juro que yo quiero a este señor. Soy una tóxica de mierda, cuanto más quiero a un personaje, más me gusta hacerlo sufrir 😂

Nos leemos!

¿Quieres jugar? JuguemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora