Capítulo 28

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–Mer... Soy yo. Leonor. –Dijo una voz a mi lado. –¿Quieres que te lleve a casa?

–No, no, no. Necesito saber cómo está Kilian. –Respondí levantándome de encima del hombro de Hunt que también se había quedado dormido.

–La operación se ha complicado un poco... Además, tú no vas a poder entrar a verlo. Mañana tengo turno otra vez, ¿quieres dormir en mi casa y después te traigo?

–Está bien... –Resoplé levantándome. Me quedé quieta y miré a Leo. –¿Complicaciones? ¿Cómo que complicaciones?

–Su corazón se ha parado durante unos segundos, pero ya está estable.

–Otra vez se repite la historia. –Contesté intentando no llorar de nuevo. Odiaba las hormonas del embarazo. –No puedo... Si se va Kilian yo ya...

–No se va a ir a ningún lado. Es Kilian. Es peor que una mancha de grasa en tu vestido favorito. –Dijo una voz por detrás. Levanté los ojos y vi a Spencer con un camisón de hospital. –¿Puedes dejarme un momento con ella?

Leonor asintió mirando a la chica sin entender quién era. Spencer caminó hasta donde yo me encontraba torpemente y se sentó a mi lado. Se echó hacia delante mirando a Hunt que estaba babeando y negó con la cabeza.

–No soy la voz de la sabiduría pero me he enterado de muchas cosas. No es por alardear pero tengo un don y ese es el de ser una cotilla. –Dijo echándose su pelo lacio hacia atrás. –Bueno, vale, no fui yo. Fue mi marido el que se enteró, pero me lo contó. Supe que ibas a estar por aquí y quería hablar contigo, ¿qué te han contado?

–Que estaba en la UCI y que iban a intervenirle.

–El golpe provocó que tuviera un derrame o algo de eso. Se le llenó el cerebro de sangre. Seguramente el golpe fue en los huevos porque es en el único sitio que tiene sangre. –Bromeó poniendo una mueca de los más divertida y, siendo sinceros, consiguió que me riese un poco. –También sé que antes de que entrara en quirófano, susurró "Mérida". Supongo que los médicos entendieron mal y dijo Meredith.

–No. Dijo eso. Seguro. –Contesté con una sonrisa de oreja a oreja a pesar de que las lágrimas inundaban mi rostro. –¿Cómo se ha enterado tu marido de eso?

–No lo has visto, ¿verdad? Tiene un aire entre... Doy miedo y soy jodidamente sexy al que nadie se puede resistir.

–Peterson. –Soltó una voz profunda haciendo que hasta Hunter se levantara de su profundo sueño. –¿Qué te dijo el médico?

–Hudsie, no seas aguafiestas. Estaba haciendo una buena acción, ¿dónde está Emile?

–Con tu madre. Necesitaba huir, me ha tocado el culo tres veces. –El hombre clavó sus ojos verdes en mí. Era cierto eso que había dicho Spencer. Era sexy pero su mirada seria conseguía que te hicieras pis en los pantalones. Aún así, había algo en él que me resultaba familiar. Tenía el pelo negro como el carbón y esos ojos... Entonces caí. La razón por la que Kilian estaba celoso de Chris era... ¿Había dicho que se llamaba Hudsie? Chris y él se parecían tanto que si me dijeran que eran hermanos, no hubiese dudado en creérmelo.

–¡Estaba haciendo una buena acción! –Se quejó la chica de pelo castaño poniendo cara de cachorrito. –A esta pobre chica no le habían contado nada de Kilian.

–A lo mejor tenían sus motivos.

–¿Qué motivos? Seguro que Kevin les amenazó para que no dijeran nada. –Entonces, me miró fijamente. –No creas nada de lo que dice ese ser del inframundo. Intentó alejarme de él. Yo creo que está enamorado de Kilian en la sombra. Él te dirá que no, que solo intenta protegerle, pero yo sé que sí.

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