Capítulo 14

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Nunca me había gustado hacer algo así, pero, al parecer, a Leo le hacía ilusión y después de haber estado cabreada conmigo, no quería tentar a la suerte. Por eso, allí estaba. En el cumpleaños de una niña de 6 años llamada Claire con muy mala leche y con una fijación por mí.

No es que no me gustaran los niños, pero en multitud, me agobiaba y allí, os puedo asegurar, que había una multitud de críos correteando de un lado a otro.

Os preguntaréis, ¿por qué narices estabas allí? Pues resulta que una de las crías, amiga de Claire (sobrina de Leo), era la hermana pequeña de West. West. Un tío de 30 tacos con una hermana de 6. No quise meterme en los rollos de su familia, tampoco es que me interesaran, pero al parecer,a mi mejor amiga le hacía ilusión que conociera al chico. Más que ilusión, quería que le analizara, estamos hablando de que Leonor era un poco maniática, pero decidí dejar mi lado psicólogo a un lado.

–¿Quién es tu hermana?

–Sandy, la niña que va corriendo por ahí. –Dijo con una sonrisa en el rostro encantadora. Ese chico, era guapo. Medía alrededor de dos metros, ojos azules, pelo negro como el carbón y desde luego, deportista. Si mi amiga no se hubiera fijado en él, posiblemente, yo hubiera saltado a su cuello.

–¿Sería muy cruel si admitiera que odio los cumpleaños de niños pequeños? –Pregunté observando como unos pocos saltaban en las colchonetas.

–A mí me resultan divertidas. Me gusta jugar con ellos. No hay fiesta en la que no termine siendo el payaso. –Admitió con una sonrisa tierna. Clavó sus ojos azules en mí y ladeó la cabeza. –Quizás sea un poco infantil.

–Lo eres, bebé llorón. –Dijo Leo pasándole una cerveza. Después, depositó un suave beso en su mejilla y dio un trago de su lata. –Pero es divertido: puedo enfadarte siempre que quiero. Creo que es mi hobby favorito.

–¡Eso no es verdad! –Protestó él. Una sonrisa ladina se dibujó en el rostro de la pelirroja. West se dio cuenta de que mi mejor amiga había logrado su cometido y resopló. –Eres odiosa. Me voy a jugar con los niños... Prefiero ser la piñata de ellos a la tuya. Sus palos me duelen menos que tus insultos enmascarados. –Bromeó dándole un beso en los labios antes de girarse para hacer lo que acababa de decir. Ambas nos quedamos mirando cómo cogía a Claire con un brazo y a Sandy con el otro y las llevaba corriendo mientras se reían hasta la piscina de bolas donde se metió con ellas. Ambas empezaron a tirarle las pelotas de colores y él se tapaba entre risas.

–Creo que estoy loca. –Dijo sacándome de mis pensamientos. –¿Cómo me puede gustar un niño de 30 años?

–Podemos tratar tu tema de la pederastia si te pasas por mi consulta. –Bromeé colocándome las gafas de pasta negra. Ella me fulminó con sus preciosos ojos decorados con unas largas pestañas.

–No seas petarda, Meredith, estoy abriéndome hacia a ti como la vagina de cualquier mujer hetero o bi ante Brad Pitt.

–¡Mamá! ¿Qué es una vagina? ¿Y por qué se abre ante ese señor? –Preguntó un niño que pasaba por allí. La madre cogió del brazo a su niño y tiró de él alejándole de donde estábamos mientras nos mataba con la mirada. Nosotras no pudimos hacer otra cosa que carcajearnos.

–Entonces... Te gusta. El señor Infantil que, posiblemente quiera tener un montón de niños correteando por vuestro salón, que vas a tener que incubar durante nueve meses en tu vagina que se abre ante Brad Pitt, te gusta.

–No me acojones. –Contestó señalándome con el dedo acusador y una ceja levantada. –Sí, me gusta. Es atento, cariñoso y te ríes con él. Es un tanto enfadica pero eso me divierte. Sé que no estoy enamorada: todavía pienso en Charles... Ese desgraciado... Se ha metido en mí como un mal virus. Pero, cada día que paso con él, siento como que... Como que West se gana un pedacito de mi corazón, ¿sabes a lo que me refiero?

–No, no tengo corazón, ¿se te ha olvidado?

–Tú y tus tonterías... Mer, tienes corazón: no está roto, ni congelado, ni desaparecido. Solo... En desuso.

–¿Por qué no volvemos a hablar de tu super enamoramiento con... –Fruncí el ceño al ver que uno de los niños le daba un puñetazo en sus partes bajas a West que sé tiro al suelo llevándose las manos a sus partes bajas. –Ya no tienes que preocuparte por incubar a niños. –Apreté los labios para no soltar una carcajada que no pude retener cuando mi amiga soltó:

–Joder, maldito niño. Ahora por su culpa no tendré sexo esta noche.

Lo mejor de aquel terrible cumpleaños, fue la comida. Quien fuese que cocinó allí, tenía mis más sinceras felicitaciones. Me estaba poniendo morada con todo lo que había en las mesas colocadas en el enorme jardín, a parte de un poco borracha por la cantidad de cervezas que había bebido, entonces, una voz masculina me interceptó.

–Estoy seguro de que Stephen Hawking sentiría curiosidad por el agujero negro que tienes por estómago. –Dijo con una sonrisa radiante, digna de un anuncio de dentista.

–Por mí puede estudiarlo mientras luego me invite a una pizza. –Admití encogiéndome de hombros. El chico se rió y estiró su mano para que la cogiera.

–Christian Geller, el orgulloso tío de Claire. Aunque todos me llaman Chris.

–Meredith Martin, futuro sujeto de investigación de Stephen Hawking. Aunque todos me llaman Mer.

–¿Y tú de parte de quién vienes? –Preguntó apoyándose en la mesa cruzando sus piernas. Evidentemente, le comí con la mirada. Chris era un hombre guapo; rectifico, muy guapo. Su pelo era negro como el carbón y tenía unos ojazos verdes de mirada sensual, pero, sin duda, lo que le hacía más sexy, era su sonrisa. Siempre había adorado las sonrisas amplias y con los dientes perfectamente colocados y esos labios carnosos... Su forma era tan perfecta... Al final, haber ido a ese cumpleaños iba a merecer la pena.

–De Claire. Su tía me ha arrastrado, literalmente.

–¿Leonor? –Preguntó ladeando la cabeza. Asentí y él arrugó el gesto. –Lo entiendo, tiene muy mal humor.

Seguimos hablando entre risas. Chris resultó ser de lo más gracioso y decidió enseñarme la casa. Creo que ya sabéis por donde van los tiros y no creo que haga falta especificar, ¿o sí? Bueno, por esas mentes perdidas, digamos que nos acostamos en la habitación de invitados varias veces y después de ello, me dio su número para que le llamara de nuevo para tomar algo por ahí y reírnos. Y sin duda alguna, iba a hacerlo.

No he corregido el capítulo por eso es corto, así que, seguramente hay muchas barbaridades por ahí, perdonadme

Chris va a ser importante para la trama, lo dejó caer, ¿alguien que me ayude en buscar un hombre de pelo negro y ojos verdes? Había pensado en Henry Cavill (sí, ya lo sé, los tienes azules mimimimimi)

Nos leemos 💕

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