–¡No siento la vagina! –Grité tirándome en el sofá de Leonor. Ella, que estaba comiendo algo, se dejó a medio camino la cuchara para mirarme con el ceño fruncido.
–¿Cómo que...
–Kilian y yo llevamos un ritmo que... Joder, desde que nos acostamos la primera vez hace un mes no hemos parado. Parecemos conejos, ¿no se le acaban los espermatozoides? ¿O a mí las ganas?
–Odio ser tu mejor amiga, lo sabes, ¿no? –Soltó dejando el plato encima de la mesa con el rostro arrugado. –¿No te has acostado con otros?
–Es raro viniendo de mí pero no, no he tenido tiempo, tenía al enfermerito todo el día entre mis piernas, ¿así es la monogamia? Qué horror. Casi me da un escalofrío solo de pensarlo.
–Mer... –Me llamó entrecerrando los ojos. –¿Sientes algo por Kilian? –Preguntó recogiéndose su pelo lacio en una coleta alta.
–¿Yo sentir algo por alguien? ¿Quién te crees que soy? ¿Tú? –Me reí jugueteándo con mi pelo. –Simplemente el sexo con él es alucinante. Además, nos reímos y nos lo pasamos bien juntos, ¿no sabes lo que es tener un folla-amigo?
–Sí, claro que lo sé pero tú no has tenido uno con el que te acuestes única y exclusivamente. Mira Hunt, os acostáis y después, lo hacéis con personas diferentes.
–Eso es porque es más cómodo acostarme con Kilian que me ofrece buen sexo y no tengo que salir de fiesta o usar mis armas para conseguirlo. Me estoy haciendo más mayor cada vez.
–¿Y Hunt no te lo daba? Repito textualmente lo que dijiste cuando os acostastéis por primera vez: 'Hunter es la persona que mejor sabe usar su herramienta en más de 3.000 Km a la redonda'.
–No contaba con Kilian, no lo conocía. Además, ¿que lleve un mes acostándome única y exclusivamente con él significa que esté enamorada? Es sexo y ya está. Además, Leo, creo que sabes que no puedo sentir nada por nadie.
–Meredith. Tú eres la psicóloga y tendrías que saber que eso es mentira, que es algo que se te ha metido en la cabeza. Puedes hacerlo, solo que intentas negarte a ello, pero piensa qué relación tienes con el "enfermerito" y después, me cuentas.
Se levantó del sofá y se fue a la cocina a por una copa de vino. Yo me quedé allí pensando, ¿me había metido en una especie de relación? Eso no podía ser. No sentía mariposas en el estómago cuando veía a Kilian, tampoco me pasaba las horas muertas pensando en él. Bueno, no siempre, pero eso era normal porque pasábamos mucho tiempo juntos, ¿en qué iba a pensar sino?
El móvil me vibró con un mensaje de Kilian. Jugueteé con él entre mis manos pensando en mi próximo movimiento. No necesitaba leerlo ni contestarle en ese mismo instante. Dejé el móvil encima de la mesa y empecé a juguetear con uno de mis rizos estirándolo y dejando que volviera a su ser. Miré el móvil otra vez y me lamí los labios. Contestar a un mensaje no significaba nada, a Leo también la contestaba y no estaba enamorada de ella ni nada por el estilo. Estiré la mano rápidamente, puse la huella de mi dedo y desbloqueé la pantalla para leer el mensaje:
Nena, ¿vamos al Empire State a echar carreras de escupitajos? El que pierda invita a cenar.
Me rasqué la cabeza. Iba a demostrarle a Leonor que no estaba enamorada de él, que podía acostarme con otros hombres que no fuesen Kilian, iba a ver que era la misma de siempre y que no podía enamorarme de nadie.
No puedo, voy a salir de fiesta con Leonor, lo siento.
Dudé si darle a enviar porque me apetecía mucho el plan que me había propuesto, pero no. Yo no estaba enamorada y eso lo iba a demostrar. Le di a la tecla finalmente y tiré de nuevo el móvil encima de la mesa como si quemara.
–¿Qué haces? –Preguntó Leo dándole un sorbo a su copa. Me encogí de hombros y negué con la cabeza.
–¿Yo? Nada, ¿salimos esta noche?
–¿No tendrá nada que ver con que te haya dicho que te gusta Kilian, no? –Levantó una ceja mirándome atentamente, analizando mi rostro para saber si estaba mintiendo o no.
–No digas tonterías, ¿salimos o no?
–Le diré a West que se traiga a algunos amigos suyos.
Escuché el pitido de mi móvil, seguramente con la respuesta de Kilian. Lo miré de reojo pero negué rápidamente con la cabeza. No. Suficiente Kilian había tenido ya.
Con un top corto de cuero negro y unos pantalones blancos altos, salí de mi casa dispuesta a seducir a algún hombre con el que pasar la noche. Llevaba unos tacones de infarto que hacían mis piernas mucho más largas y me había maquillado como nunca. Leonor al verme, tuvo que sujetarse la mandíbula y West intentó no mirarme demasiado, aunque se le fue la vista un par de veces hacia mi escote.
–¿Vamos? –Pregunté echándome hacia atrás el pelo.
–Sí-sí, cla-claro. –Respondió West mirando hacia un lado.
–Se te cae la baba, imbécil. –Dijo Leo rodando los ojos.
–Entonces mi conjunto ha logrado su cometido. –Solté de camino a Baco's.
Al ser sábado, había bastante gente lo que me resultaba agobiante, pero no impidió llegar hasta la barra y ser la primera en pedir un ron-cola; tenía al camarero comiendo de mi mano. Los amigos de West vinieron después. En ese instante empezó el juego. Me dispuse a acercarme al que más me gustó y hablar con él que no paraba de mirarme a las tetas en vez de a la cara.
Una canción de Becky G comenzó a sonar a través de los altavoces y me subí a una de las tarimas a bailar agarrando el brazo del amigo que West.
–¿Cómo te llamas?
–Raul, ¿y tú?
–Mérida. Digo... Meredith. –Me corregí rápidamente. Cerré los ojos intentando concentrarme y empecé a bailar pegada a Raul al ritmo de Mayores. Él empezó a tocarme el culo y a pegarme más y más a él.
–Me has puesto muy cachondo con ese top tan escotado. –Dijo en mi oído. Un escalofrío me recorrió el cuerpo y me separé de él, pero no pareció pillar la indirecta porque llevó su mano a mi pecho y lo agarró con fuerza haciéndome daño.
–¿Qué haces, imbécil? –Grité dándole un empujón. Él frunció el ceño y levantando una ceja, me soltó el comentario más machista que había escuchado desde hacía mucho tiempo.
–Si vas provocando, ¿qué quieres que haga? Vas enseñando las tetas, es una invitación muy clara.
El tortazo que se llevó hizo que varias personas se giraran. Él se tocó la mejilla y yo me di la vuelta volviendo hacia donde estaba Leonor que me miró con la boca abierta.
–¿Acabas de pegarlo?
–Me ha tocado una teta como si nada.
–Entonces espero que le hayas dado fuerte. –Soltó y se volvió a girar a West para seguir con su intercambio de saliva.
Fui a la barra a por otra copa, necesitaba no pensar en aquel gilipollas. Me pasé la mano por el pelo y cerré los ojos viendo en ellos la imagen de Kilian. Entonces, los abrí rápidamente y terminé de beberme la copa de un solo golpe. Si cerraba los ojos y pensaba en él, sería mejor no pensar. Por eso, a la mañana siguiente me levanté con una resaca del 15, pero Kilian seguía en mi cabeza.
Holaa! Pido perdón por no subir el capítulo el sábado... No paro 😣😣😣
Así que, los capítulos intentaré subirlos sábados o domingos
Meredith intentando negar que le gusta Kilian jajajajajajja pero con esa cara como no le va a gustar? Pobre ingenua
Nos leemos!
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¿Quieres jugar? Juguemos
Romance[COMPLETA] Una apuesta. Dos implicados. ¿Quién conseguirá acostarse con más personas en un mes? Meredith es una maniática del control con ganas de comerse el mundo y llevarse todo lo que se le ponga por delante, por lo que no se lo pondrá nada fác...